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Santaolalla y los demás creadores de ‘Rompan todo’ revelan los entretelones de la ambiciosa serie

Three Souls In My Mind es una de las agrupaciones que intervienen en la propuesta documental.
Three Souls In My Mind es una de las agrupaciones que intervienen en la serie documental.
(Netflix)
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Desde que se dio a conocer el afiche de presentación de “Rompan todo”, se produjo en las redes sociales una avalancha de comentarios tanto positivos como negativos debido al aparente contenido de una serie documental de Netflix que, como lo decía su sobrenombre, iba a estar dedicada a contar “la historia del rock en América Latina”.

Y es que el poster mencionaba únicamente a los artistas más populares -y por lo tanto más comerciales- que intervinieron en un proyecto que, tras haberse revelado desde el día de hoy en su totalidad (consta de 6 episodios de más de 45 minutos cada uno), da cuenta de la impresionante amplitud de propuestas que nos presenta, aunque es imposible que termine dejando a todo el mundo satisfecho.

Reunidos virtualmente con el director Picky Talarico y los productores ejecutivos Gustavo Santaolalla (que es por su lado una leyenda del género y su productor más reconocido) y Nicolás Entel, empezamos la entrevistada pactada planteándoles la posibilidad de que el mismo sobrenombre del show se preste a discusiones.

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“El término ‘Rock En Tu Idioma’ responde a un movimiento que se dio en México en los ’80, que citamos bastante bien, y ‘Rock En Español’ sonaría a que estamos incluyendo a España, que merecería tener su propia serie, como sucede también con Brasil”, fue lo primero que nos dijo Talarico, quien ha hecho videoclips y trabaja en publicidad. “De todos modos, incluimos un poco a las bandas de la movida española de esa misma época, porque algunas de ellas, como Radio Futura, Nacha Pop y Mecano fueron fundamentales en hacer que el rock mexicano fuera más visible en ese momento”.

Trazando líneas

En ese sentido, lo primero que había que averiguar se relacionaba a los parámetros empleados para desarrollar la obra. “Primero que nada, decidimos cuál era la historia que queríamos contar con Nicolás -que fue el que tuvo la idea original- y con Gustavo”, comentó Talarico. “Todos sabíamos que queríamos contar la historia del rock, y en un momento quedo claro que no era la historia de las bandas, sino de ese rock. Después de eso, elegimos a quienes habían sido más importantes en esa historia no solo por su trascendencia individual, sino por lo fundamentales que fueron en momentos claves de esta historia o porque terminaron volviéndose muy influyentes”.

“Por otro lado, se encontraba la curadoría de a quién entrevistábamos, con la ventaja de que estábamos en un momento en el que todavía están vivos casi todos esos protagonistas”, agregó. “Decidimos contar la historia desde el punto de vista de los que estuvieron ahí. Hicimos una larga lista y empezamos a hacer las entrevistas en abril del año pasado, hasta que nos interrumpió la pandemia”.

Por su parte, Entel, quien escribió los textos iniciales del trabajo y que dirigió anteriormente “Pecados de mi padre”, un celebrado documental vinculado a los descendientes de Pablo Escobar, tuvo una respuesta menos diplomática -pero más realista- a la interrogante. “No fue una curadoría matemática, porque este es evidentemente un documental que tiene el punto de vista de sus organizadores”, enfatizó. “A mí no me divierte mucho la idea de tener que contar cómo lo hicimos, porque es nuestra visión de lo que pasó con el rock en español, y el que no le guste está invitado a contar la suya”.

Mañana se estrena en MTVLA el primer “Unplugged” hecho por Fobia, que se encontrará también disponible en formatos físicos el viernes de la presente semana; y estas no son las únicas noticias buenas que trae la icónica banda de rock en español, ya que ella misma participa desde hoy en “Rompan todo”, una serie documental sobre la historia del género que se puede ver desde hoy en Netflix y que llega cargada de expectativas.

Dic. 16, 2020

Santaolalla, quien produjo álbumes indispensables de agrupaciones tan relevantes como Café Tacvba, Maldita Vecindad, Molotov y Prisioneros (todas ellas presentes en el documental, por supuesto), defiende los alcances de la serie y el hecho de que se hable también en ella de artistas fundamentales ya fallecidos, aunque considera que lo que le da realmente una identidad muy fuerte es el contar lo que cuenta en yuxtaposición con la realidad sociopolítica de nuestros países.

“Ese es un ángulo novedoso y una conexión que no se hace normalmente, porque el rock no pertenece a ningún partido político; pero al ver esto, te da cuenta de que se trata de una música que tuvo un impacto muy fuerte en las estructuras de poder, y sobre todo en la de un poder abusivo que coartaba la libertad de las personas”, enfatizó. “Nos metían presos por tocar la guitarra eléctrica, por tener el pelo largo. Y cuando empiezas a ver la realidad de Argentina con la junta militar, la de Chile con [Augusto] Pinochet y la de México con lo que pasó después de [el festival] Avándaro y [la masacre de] Tlatelolco, puedes llegar a entender lo que nos trajo hasta el momento actual, así como lo que se podrá hacer después de la pandemia”.

Audiencias y presencias

“Rompan todo” se enfrentaba también a la necesidad de dirigirse tanto a un público cautivo (los amantes del rock latinoamericano) que conoce probablemente mucho de lo que se cuenta aquí -y que requiere de revelaciones más especializadas- como a los que ignoran casi completamente la materia -y que pueden tomar esto como una suerte de curso de introducción-.

“La verdad es que no queríamos hacer una cosa enciclopédica, que te diera simplemente información que estos espectadores ya tienen”, retomó el llamado “Rey Midas del Rock en Español”. “Creo que muchas cosas van a ser nuevas para personas de diferentes países y que eso va a despertar en ellas las ganas de saber más, como es el caso de los grupos [antiguos] de Perú, como Los Saicos, que muchos no conocen todavía”.

El productor y artista Gustavo Santaolalla en una escena de "Rompan todo".
(Netflix)

Pese a la abundancia de entrevistados (son casi 100), hay algunos que tienen una presencia mucho más notoria que otros o a los que se les ofrece un espacio mayor cada vez que intervienen. El guitarrista tijuanense Javier Bátiz, por ejemplo, aparece constantemente, mientras que el imprescindible Charly García, cuyos diferentes proyectos -todos ellos esenciales- son adecuadamente revisados, tiene una presencia frecuente pero casi anecdótica, lo que parece estar relacionado a dificultades actuales para comunicarse de manera convencional, por decirlo de algún modo.

“Entre los entrevistados, hay grandes narradores y otros que son muy emotivos y que lo demuestran en su lenguaje corporal”, retomó Talarico. “Javier es un caso excelente, porque tiene una memoria impecable y ha estado presente en esto desde los orígenes”. “Y era también importante [resaltar a] quienes eran buenos para hablar en tercera persona, en hablar de los otros, porque, para mí, esos son los momentos más lindos de la serie”, sumó Entel.

“La de Charly fue una entrevista más corta, porque él tiene una agenda más complicada”, recordó el director de manera prudente. “De todos modos, fue súper generoso; nos dio mucho más tiempo del que le da normalmente a la prensa, y nos pareció que estaba bueno mostrarlo en esos pequeños momentos; yo, cada vez que lo veo -y he visto muchas veces la serie-, vuelvo a sonreír. Había que dosificarlo, porque cada vez que aparece, es como ver la luz de Dios”.

“Picki consiguió que dos tipos maravillosos, el John Lennon y el Paul McCartney del rock latinoamericano, como lo son Charly García y Jorge González, hablaran con él, pese a que tienen muchos problemas de salud”, explicó Entel, incluyendo en su comentario al líder de la banda chilena Los Prisioneros, quien sufrió un grave accidente cerebrovascular en el 2015. “Sea como sea, quisieron estar presentes, y eso es un testamento del gran trabajo que hizo nuestro director”.

Charly García (segundo desde la izq.) como parte de uno de sus grupos más aclamados, Serú Girán.
(Netflix)

Entre dos tierras

Pese a la intervención más que razonable de artistas colombianos, chilenos y hasta uruguayos (lo de Perú es muy breve y puntual), se podría decir también que “Rompen todo” se desarrolla básicamente entre Argentina y México, lo que tiene sentido en vista de la reputación histórica de ambas naciones como proveedoras de rock, aunque no faltarán quienes crean que la predilección por la nación gaucha se debe a que nuestros entrevistados nacieron justamente por allá.

“Es que han sido los dos polos”, dijo Santaolalla. “Andrea Echeverri, colombiana y diosa del rock latinoamericano, habla del rock argentino y reconoce que nosotros tenemos una tradición mucho más rockera que ellos”. “Dice de hecho que le parece que en Argentina y México todo el mundo fuera rockero”, lo complementó Talarico.

Es cierto que hay al menos dos concesiones a artistas argentinos que no trascendieron sus fronteras del mismo modo en que lo hicieron los “nombres grandes”, pero que encuentran su lugar por méritos indiscutibles: Los Redonditos de Ricotta, que son un fenómeno local de enormes dimensiones en su nación (“meten a 100 mil personas en un concierto”, dijo Santaolalla), y Luca Prodan, un indiscutible cantante de culto.

“Luca es quizás la figura más importante que este documental le está presentando a los mexicanos y a los latinos en Estados Unidos que no lo conocen, porque es uno de los tipos más influyentes en la historia del rock argentino”, se entusiasmó Entel ante la mención. “Fue un inmigrante europeo que llegó del extranjero con una valija llena de discos, y fue uno de los primeros en llevar hasta allá el wave, el punk y el reggae, influyendo con ello a un montón de bandas argentinas que terminaron influenciando a un montón de bandas mexicanas”.

Maldita Vecindad en los viejos tiempos.
(Netflix)

Los ‘otros’ convidados

Tras el anuncio del cartel, muchos pusieron el grito en el cielo al enterarse de que algunos artistas ‘no rockeros’ habían sido invitados a la fiesta. Pero es interesante notar, por ejemplo, que la participación del colombiano Juanes, quien viene haciendo un estilo mucho más apegado al pop que al rock en los últimos años -y que por ello podría parecer fuera de lugar en la serie-, prescinde por completo de su etapa como solista.

“Él aparece en un momento muy importante, en el que se hace una conexión con lo que se vivía en Medellín en ese momento -con [Pablo] Escobar y todo eso- y el metal, donde [su primer grupo] Ekhymosis jugó un papel esencial”, afirmó Santaolalla. “Para esta historia, era mucho más interesante eso que ‘La camisa negra’”.

“Juanes es un amigo muy querido con el que he pasado largas noches hablando, y es increíble el conocimiento que tiene sobre la historia de Colombia y Latinoamérica”, dijo Talarico. “Es un gran narrador y, por supuesto, fue un protagonista de ese periodo”.

Curiosamente, Juanes le da cabida a una escena ‘under’ que no es naturalmente el foco central, pero que se refleja también vía Héctor Buitrago (de Los Aterciopelados) con La Pestilencia y que, por el lado del punk, no deja de lado a Los Violadores, quienes sí trascendieron ampliamente sus fronteras.

“Eso se debe a la atención que le dimos a ese mismo contexto sociopolítico del que te hablé; esta no es una mirada como la que se da en otros casos, que adoptan el punto de vista desde el estrellato”, precisó Santaolalla. “Se cuenta la historia de cómo se armaron los grupos mientras estaban matando gente en las calles”.

Hay también algunas ausencias notables (como la de Saúl Hernández, de Caifanes, cuya entrevista se truncó debido a la pandemia y el ‘deadline’ establecido) y presencias dignas de debate, como la de Mon Laferte, quien es en realidad una artista de lo más ecléctica pero que, de hecho, se llevó hace poco dos Latin Grammys por canciones que sí correspondían a los sonidos propios del género.

“Mon Laferte es rock, y es de algún modo el futuro del rock, un género que se encuentra en cuarentena pero cuya vacuna vendrá de Latinoamérica y tendrá perfume de mujer”, proclamó Santaolalla. “Cuando la ves en el festival de Viña del Mar del año pasado diciéndole al público que tiene miedo de que la vayan a buscar los carabineros porque ya le han mandado una carta amenazándola y la gente le responde que no está sola, eso es rock, y eso es lo que mostramos en la película a través de cinco décadas de este movimiento”.

Sin límites

Finalmente, como lo sabe bien cualquier amante del rock latinoamericano, la definición misma del género ha estado siempre abierta a la discusión, lo que parece también justificar el paso por “Rompan todo” de Control Machete, Calle 13, Bomba Estéreo, Nortec y Bajofondo (proyecto encabezado por Santaolalla), aunque podría además dar cuenta del interés por parte de los creadores del documental en no anclarse en el pasado y tender en cambio puentes hacia otros estilos.

“Los Beatles empezaron cantando canciones de amor y después se pusieron mucho más reflexivos; su música terminó siendo permeable a todo, y no por eso dejaron de ser rock”, puntualizó Santaolalla. “Cuando escuchas a Residente, tiene rock en lo que hace, como lo tiene el argentino Wos, que viene del trap”.

“Si le preguntas a Bad Bunny por sus influencias, él habla del rock. Lo que pasa es que la gente se ha quedado con la idea del ‘rocanrol’, cuando el rock es mucho más amplio”, añadió. “Y no puedo terminar sin precisar que Bajofondo está nominado ahora mismo a un Grammy Norteaméricano en la categoría ‘Best Latin Rock or Alternative Album’. ¿Viste?”.

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