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No más escenas de desnudos, aseguró Keira Knightley, a menos que la realizadora sea mujer

Keira Knightley protagonizó “Official Secrets” en 2019.
(Nick Wall / IFC Films)
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Poco después de convertirse en madre, hace unos años, la actriz Keira Knightley comenzó a utilizar una doble de cuerpo para que ocupara su lugar en escenas sin ropa. Aunque sostiene que los desnudos son cosa del pasado para ella, está dispuesta a hacer una excepción a favor de otra rareza de Hollywood: películas dirigidas por mujeres.

En una conversación con la directora Lulu Wang y la periodista Diane Solway para el podcast “Chanel Connects” que se emitió el 13 de enero pasado, Knightley, quien agrega una cláusula de no desnudez a sus contratos, admitió que flexibilizaría su propia regla en favor de la actuación y el tema. “Si fuese una historia que […] tratara sobre la maternidad y ese recorrido de aceptación corporal, [podría ser. Pero] lo siento, tendría que ser con una cineasta mujer”, comentó Knightley. “No tengo una prohibición absoluta, pero sí la sostengo con los hombres”.

“En parte es por vanidad”, agregó, y señaló que el nacimiento de sus dos hijas transformó su cuerpo de una manera que nunca imaginó. Sin embargo, también se trata de poder.

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Knightley, quien creció frente a la cámara en películas como “Love Actually” y “Pride & Prejudice”, recordó que cuando era más joven, simplemente hacía lo que le decían. Ahora, que tiene 35 años y un rastro de éxitos de taquilla en su haber, expresa más abiertamente lo que piensa.

También está en posición de ser más selectiva con los personajes que interpreta, y elige entonces a mujeres trabajadoras multidimensionales como Sally Alexander, una madre soltera en “Misbehavior”, comedia dramática de 2020 sobre las protestas contra la competencia de Miss Mundo de 1970 en Londres.

El movimiento #MeToo, destacó Knightley, también llamó la atención sobre la falta de mujeres detrás de la cámara. Esto es significativo, señaló, no solo por cómo afecta la representación de mujeres y niñas en la pantalla, sino porque puede afectar el bienestar de los actores. En medio de otras revelaciones sobre el desacreditado productor de cine Harvey Weinstein, por ejemplo, la actriz Salma Hayek compartió que fue presionada para hacer una escena desnuda cuando trabajó con él en “Frida”. “Él pedía constantemente más piel, más sexo”, escribió Hayek, en un artículo de opinión para el New York Times, en 2017. En un momento, amenazó con abandonar el film, a menos que Hayek “aceptara hacer una escena de sexo” con otra mujer. “Y exigió desnudez frontal total”.

“Como actriz, no tienes el poder”, destacó Knightley en el podcast “Chanel Connects”. “Con suerte, trabajas con personas colaborativas que están abiertas a tener la discusión, y para eso te han sumado al proyecto. Pero, en última instancia, la responsabilidad no termina contigo. Es el director, y luego realmente los productores ejecutivos, quienes tienen la última palabra”.

Las directoras, sin embargo, no abundan en Hollywood. El Centro para el Estudio de la Mujer en la Televisión y el Cine, de la Universidad Estatal de San Diego, descubrió que las mujeres representaron el 16% de los realizadores que trabajaron en las 100 películas más taquilleras en 2020, frente al 12% en 2019 y el 4% en 2018.

Knightley es consciente de esto. “Creo que, en promedio, pasan 14 años entre la primera película y la segunda en el caso de las directoras, lo cual es una locura”, sentenció.

No obstante, si piensa en escenas que revelen el cuerpo, está segura: “Prefiero no pararme desnuda frente a un grupo de hombres”.

Para leer esta nota en inglés haga clic aquí

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