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Mon Laferte ofrece una serenata sublime antes de iniciar su gran gira

Un momento del ‘showcase’ privado de Mon Laferte (centro) en Los Ángeles, California.
Un momento del ‘showcase’ privado de Mon Laferte (centro) en Los Ángeles, California.
(Mayra Ortiz / The Syn)

La chilena Mon Laferte regresa a los escenarios con show íntimo en la ciudad de Los Ángeles

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Tras la considerable disminución de los casos de contagio por el Covid-19 que se ha producido en el Sur de California, el ambiente que se respiraba el miércoles por la tarde en el encantador patio al aire libre del Redbird (un sofisticado restaurante ubicado en pleno Centro de Los Ángeles) no era de peligro, sino de relajación. Y los cocteles de tequila que circulaban a diestra y siniestra tenían mucho más que ver con eso que la clemencia que le dio a los presentes la incipiente temporada de verano, completamente tolerable bajo estas condiciones.

Pero, a no ser que me equivoque, nadie estaba allí únicamente para beber licor y socializar, sino sobre todo para asistir a un ‘showcase’ muy especial -y muy exclusivo- de Mon Laferte, dedicado a anunciar el próximo inicio de su gira por Estados Unidos y a promover brevemente en el pequeño escenario allí montado el contenido de su más reciente álbum, “SEIS”, que se lanzó en abril de 2021 y que la muestra absolutamente entregada a los sonidos tradicionales de la música mexicana (lo que, por supuesto, justificaba el flujo generoso de tequila, aunque ninguno de los presentes había cuestionado su presencia).

“Soy chilena y llevo 14 años viviendo en México, por lo que este álbum tiene mucho de ese país”, dijo la cantante y compositora poco después de iniciar su set, que la encontró sobre un taburete al lado de dos guitarristas acústicos (a los que llamó solo Sebastián y Rulo) y que tuvo siempre como fondo discreto una que otra pista procedente de la grabación original, con la finalidad de no dejar de lado los sonidos de orquesta y de mariachi que son una parte esencial del mismo disco.

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Lo primero que se escuchó fue “Amado mío”, una pieza que, curiosamente, se inclina más hacia la bossa elegante, pero cuya arrolladora propuesta romántica fue el anticipo ideal para esa clase de composiciones intensas y desgarradas que tanto distinguen a Laferte, y que empezaron a desatarse de inmediato cuando le tocó el turno a “Se me va a quemar el corazón”, una ranchera hecha y derecha, cargada de despecho y de modismos aztecas, en la que la expresiva voz de su autora alcanzó frecuentemente notas sorprendentes.

La audiencia durante el concierto al aire libre.
(Mayra Ortiz / The Syn)

Después, el acordeón reemplazó a una de las guitarras para darle vida a otra pieza dulce e inocente, “Amigos simplemente”, que en palabras de la misma inmigrante sudamericana fue inspirada por las parejas furtivas que ella veía besándose mientras pasaba por el cruce de dos avenidas importantes en la colonia de Roma -la misma en la que creció Alfonso Cuarón, y que le dio nombre a la reciente y muy premiada película del afamado cineasta-.

Enseguida, la madre de Laferte (que no estaba allí) recibió un tierno tributo gracias a “Te vi”, otra ranchera placentera, pero de letra profunda, en la que la protagonista de la velada de ayer analiza la relación que tiene con quien la trajo a este mundo; y minutos después, la vocalista cambió súbitamente de formato (sumó a una cajonera e hizo que los instrumentistas ya presentes empuñaran una guitarra eléctrica y un bajo) para apartarse de la ruta estrictamente mexicana y ofrecernos “Calaveras”, una inspirada obra con evidentes referencias musicales a la década de los ‘70.

Este estilo musical se mantuvo en “La mujer”, la fiera proclama feminista que es interpretada en el álbum a dúo con la estrella mexicana del pop Gloria Trevi y que, en este caso, se sostuvo muy bien únicamente con la magnífica voz de Laferte; y la misma escuela ‘retro’ de la balada latinoamericana épica (léase José José) se impuso en “Aunque te mueras por volver”, una canción excepcional de decepción amorosa que escuchamos también con el agregado de los fondos pregrabados de la orquesta.

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Laferte es una mujer increíblemente expresiva y talentosa, y resulta difícil despegar la mirada de ella mientras hace lo suyo, sobre todo cuando llega a ciertos momentos climáticos que pueden ser extremadamente conmovedores; pero, en este concierto privado, valió también la pena girar la cabeza para observar los ojos de devoción de sus fans femeninas, como consecuencia del profundo nivel de identificación que ellas tienen con una artista a la que no le faltan las palabras para describir de manera creativa tanto las ilusiones como los pesares sufridos por las representantes de su género en un mundo todavía marcado por el machismo.

Laferte en otro instante del concierto.
Laferte en otro instante del concierto.
(Mayra Ortiz / The Syn)

En la misma tarima, la chilena dio a conocer que esta había sido su primera presentación con público en cerca de un año y medio, y aunque era claro que estaba feliz de reencontrarse con una audiencia (aunque esta vez reducida), no dejó que las emociones afectaran negativamente el aspecto absolutamente profesional de lo compartido.

La gira de dos meses por la Unión Americana empieza el 14 de septiembre en Seattle, llega el 23 del mismo mes al Wiltern de L.A. e incluye también una llamativa parada en el Festival Ohana de Dana Point (el 26 de septiembre) al lado del legendario grupo de rock Pearl Jam.

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