Esta semana, dos actrices de Hollywood que han sido ampliamente distinguidas por papeles específicos demuestran sus deseos de asumir riesgos participando en proyectos cinematográficos completamente distintos. Pero la cartelera nos depara más sorpresas.
MILLER’S GIRL
Directora: Jade Halley Bartlett
Reparto: Martin Freeman, Jenna Ortega, Gideon Adlon
Género: Drama / Thriller
Quienes conozcan únicamente a Jenna Ortega por su intervención en series televisivas como “Jane the Virgin” y “Wednesday” quedarán probablemente impresionados al saber que, en “Miller’s Girl” (el ‘thriller’ dramático que se estrena este viernes en numerosas salas del país), la descendiente de mexicanos y boricuas interpreta uno de esos papeles ardientes que poco o nada tienen que ver con las producciones de tinte familiar.
Pero eso significaría desconocer que Ortega estuvo ya hace poco en “X” (2022), una contundente cinta de terror que mostraba a su personaje involucrado en el rodaje de una película porno y que, pese al decoro con que la trataba, fue lo más arriesgado que hizo hasta el momento.
En este caso, la misma actriz asume el papel de Cairo Sweet, una adolescente acaudalada y extremadamente inteligente que va involucrándose poco a poco en una peligrosa relación con su profesor de literatura, un escritor maduro que responde al nombre de Jonathan Miller y que es interpretado por Martin Freeman (conocido popularmente por su participación en la trilogía de “The Hobbit” y las películas de Marvel).
Está claro que los seguidores acérrimos de Ortega se sentirán fuertemente tentados a ver esto, y que no se verán precisamente desanimados ante la posibilidad de ver a su artista favorita en trances inusuales. Sin embargo, y más allá de cualquier ‘spoiler’ que se pueda hacer, es necesario advertir que las posibilidades sensuales y tímidamente intelectuales que insinúa el filme en sus primeras escenas se ven rápidamente desmoronadas por un planteamiento puritano y de confusas intenciones que no debería dejar a nadie satisfecho.
Aludir constantemente a Henry Miller, el escritor estadounidense que fue censurado en su momento por su uso explícito del lenguaje y las situaciones sexuales que presentaba en sus textos, no logra darle vuelo adicional a una historia que parece además colocar a la jovencita de marras en el papel de victimaria. Lo que no se puede negar es que la cinta se encuentra bien filmada y que tanto Ortega como Freeman cumplen sus roles sin mayores desaciertos, lo que, para muchos espectadores, será más que suficiente.
SOMETIMES I THINK ABOUT DYING
Directora: Rachel Lambert
Reparto: Daisy Ridley, Dave Merheje, Parvesh Cheena
Género: Drama
Si quieres encontrar realmente en la cartelera de esta semana a una actriz popular haciendo algo novedoso debes olvidarte de Jenna Ortega y fijarte en Daisy Ridley, la actriz británica que tuvo un papel decoroso pero poco memorable en la trilogía más reciente de Star Wars y que protagoniza ahora “Sometimes I Think About Dying”, una sobresaliente cinta independiente que se puede ver desde este viernes de manera limitada.
En lugar de mostrar la entereza y la determinación física de la aventurera Rey, en este filme, el personaje de Ridley, Fran, es una muchacha extremadamente introvertida cuyo trabajo rutinario en una oficina pasa prácticamente desapercibido, que no parece interesarse en nada ni en nadie y que tiene una extraña obsesión con el tema de la muerte. La llegada súbita de un nuevo empleado que muestra interés en ella (se llama Robert, y ha sido encomendado a Dave Merheje) podría cambiar las cosas; pero no será fácil.
Y es que, a diferencia de lo que sucede en las producciones comerciales de la gran industria, “Sometimes I Think About Dying” asume una postura reflexiva para demostrar que lo que sucede en la cabeza de Fran no es un asunto pasajero, tanto a través de la sutil pero expresiva interpretación de Ridley (que está estupenda) como mediante el uso de un cuidadoso lenguaje cinematográfico que recurre a veces a planos cerrados y extraños con la finalidad de revelar los conflictos mentales de la protagonista y el modo en que esta ve a los demás.
No estamos tampoco ante una propuesta fatalista e irremediablemente oscura, porque, una vez que Fran empieza a abrirse al mundo que la rodea, empezamos a descubrir con ella los encantos de colegas suyos que parecían antes completamente anodinos y a conocerla de mejor modo, incluso cuando la directora Rachel Lambert se esmera para no darnos respuestas fáciles. Si eres un cinéfilo de verdad, no te la pierdas.
THE BREAKING ICE
Director: Anthony Chen
Reparto: Zhou Dongyu, Liu Haoran, Qu Chuxiao
Género: Drama
Más allá de la versión original de “The Eye” (2002) -una coproducción con Hong Kong-, no recuerdo haber visto una película procedente de Singapur hasta la llegada de “The Breaking Ice”. Esta es una encantadora cinta de indudables cualidades artísticas que era la apuesta de dicho país para la contienda del Oscar (no fue finalmente nominada) y que, sin llegar a ser una obra maestra, da cuenta del enorme talento de su director y guionista Anthony Chen, quien se llevó ya la Cámara de Oro en Cannes con su ópera prima “Ilo Ilo” (2013).
Para ser claros, “The Breaking Ice” no es estrictamente una cinta singapurense, porque además de haber sido coproducida entre el país de origen de su realizador y China, se desarrolla completamente en el segundo territorio y está protagonizada por actores de allá. De todos modos, es una muestra clara del buen nivel que tiene el nuevo cine asiático en lo que respecta a la presentación de historias adultas y complejas que no dejan totalmente de lado las escenas gráficas a causa de la censura.
Aquí, Haofeng (Liu) es un joven empresario de Shanghái marcado por la depresión que, durante unas vacaciones en una ciudad china colindante con Corea del Norte que se llama Yanji, conoce a Nana (Zhou), una guía turística decepcionada de su trabajo que le presenta a Han Xiao (Qu), un cocinero novato que no tiene tampoco grandes proyectos de vida. Juntos, los tres emprenden una serie de aventuras que involucran encuentros y desencuentros físicos, mucho alcohol y una serie de excursiones que terminan plasmándose en descubrimientos espirituales.
Pese a que el protagonista del relato parece ser inicialmente Haofeng, el guión de Chen se las ingenia para ofrecer una mirada coral que nos permite acercarnos a cada uno de los personajes centrales e identificarnos realmente con ellos. Mientras tanto, nos lleva de paseo por locaciones reales que incluyen bares, restaurantes y espacios públicos de la zona, aunque los momentos de mayor belleza visual se producen durante la visita a unas montañas nevadas que se encuentran maravillosamente fotografiadas.
THE SEEDING
Director: Barnaby Clay
Reparto: Scott Haze, Kate Lyn Sheil, Alex Montaldo
Género: Terror
Es sabido que la medianía propia de la cartelera durante los primeros meses del año, marcados por la falta de esas películas de gran prestigio que se exhibieron ya y que pugnaban por ser consideradas en las ceremonias de premios, ha sido propicia para el lanzamiento de esas producciones de terror independiente que dejan a veces una huella profunda en el género, pero a las que no se les da la atención necesaria por razones comerciales.
No estamos hablando de “Night Swim”, por supuesto, que entró a la cartelera hace tres semanas y que ya comentamos por aquí, sino de la clase de cine representado por “The Seeding”, un llamativo trabajo que se encuentra disponible desde este viernes tanto en salas selectas como en Video On Demand.
Para que no haya equivocaciones, la permanencia de “The Seeding” en las mentes de los amantes de esta clase de propuestas se encuentra lejos de estar garantizada debido a lo que sucede al final de un filme que, en toda su primera parte, es un verdadero ejemplo de coherencia narrativa y visual, pero que, ya en sus postrimerías, adopta un carácter excesivamente caótico y repetitivo que no termina beneficiando ni a la historia que cuenta ni a los espectadores que la observan.
Es una pena, porque, en la mayor parte del largometraje, el director y guionista Barnaby Clay (“SHOT! The Psycho-Spiritual Mantra of Rock”) revela un talento innegable para el desarrollo del suspenso y la implementación de una puesta en escena cautivadora, pese a que la mayor parte de lo que cuenta se desarrolla en una locación limitada en el desierto de Utah.
Nos referimos al inexpugnable cañón en el que se ve irremediablemente confinado el protagonista Wyndham Stone (Scott Haze), un fotógrafo que se pierde en el desierto en medio de una excursión y que, poco a poco, se da cuenta de que no le será fácil salir de un lugar que lo lleva a conocer primero a una enigmática mujer (Alina , interpretada por Kate Lyn Sheil) y después a un grupo de adolescentes agresivos cuyas intenciones no pueden ser buenas. La atmósfera es espectacular y los momentos perturbadores no se hacen extrañar, pero falló definitivamente algo al final de la cocción.
BAD HOMBRES
Director: John Stahlberg Jr.
Reparto: Diego Tinoco, Tyrese Gibson, Luke Hemsworth
Género: Acción / Drama
Los problemas generados por los grupos violentos surgidos tras el auge del narcotráfico en México han cruzado sin duda la frontera, y han sido ya objeto de diversos trabajos cinematográficos y televisivos, entre los que se encuentra, por supuesto, “Sicario” (2025), la excelente cinta de Denis Villeneuve. “Bad Hombres”, que se estrena este viernes de manera limitada, va por ese lado; pero no esperan encontrar en ella las mismas cualidades.
Se trata, en primer lugar, de una cinta independiente que trata de hacer lo mejor que puede con el presupuesto evidentemente escaso del que dispone y que, además de haber logrado convocar a un actor de perfil alto, Tyrese Gibson (de la saga de “Fast & Furious”), y al mismísimo hermano de Thor, Luke Hemsworth (“Westworld”), tiene en el papel principal a un joven actor latino de Los Ángeles que ha venido ganando notoriedad en los últimos años: Diego Tinoco.
Tinoco se pone en la piel de un inmigrante ecuatoriano llamado Félix, lo que tiene sentido en vista de que, a pesar de haber nacido en Anaheim, la madre del intérprete de “On My Block” (2018-2021) y “Knights of the Zodiac” (2023) procede de la nación andina. Sin embargo, el rol, que lo muestra hablando en español casi todo el tiempo, lo lleva a emplear jerga mexicana, algo que merecería al menos una explicación en el guión (se supone que acaba de llegar a Estados Unidos, aunque lo ha hecho de manera indocumentada y desde el país vecino, porque la primera escena lo muestra a bordo de “La Bestia”).
Claro que tanto el guión como la dirección y la producción de la película se encuentran en manos de un grupo de anglosajones a los que no parece importarles mucho la verosimilitud de lo que se cuenta, y que prefieren ampararse en una historia genérica que encuentra a Félix involucrado de manera involuntaria en un cruento enfrentamiento entre bandas criminales luego de aceptar un trabajo aparentemente inofensivo de jornalero en el sur estadounidense.
Afortunadamente, los actores hacen bien lo suyo, hay algunos personajes secundarios que llaman realmente la atención, el humor empleado le quita solemnidad al asunto entero y las balaceras -así como sus efectos en los cuerpos de los afectados- lucen plenamente convincentes.
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