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Coronavirus en Alemania: El confinamiento en Hamburgo a ritmo latino

Patricio, mejor conocido como Pato Cervantes se quedó sin trabajo por el coronavirus. Para mantenerse activo, ofrece clases gratuitas a sus vecinos en la ciudad de Hamburgo.
(AFP/Getty Images)
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Quien diría que un joven mexicano de 19 años pondría la alegría en su barrio; no se trata de la Ciudad de México de donde es nativo Patricio Cervantes, si no de Hamburgo, Alemania, en donde reside desde hace un año.

Patricio, mejor conocido como Pato Cervantes, es instructor en un gimnasio local Hyciclel. Pero con la llegada de la pandemia del coronavirus, se quedó sin trabajo. Estando en confinamiento, “Pato” no encontraba la manera de motivarse para hacer ejercicio, por lo que un domingo surgió su gran idea.

“Era la mañana del domingo, me di cuenta de que me hacia falta hacer ejercicio, pero hacerlo solo en mi departamento, no significaba ninguna motivación. Es la presencia de un grupo lo que me motiva realmente, pero como está prohibido reunirse porque está establecido temporalmente en toda Alemania la distancia social, se me ocurrió comenzar clases públicas en medio de la calle de mi vecindario”.

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Y efectivamente, ese domingo, Pato Cervantes, comenzó a pegar anuncios en las entradas de los edificios residenciales, anunciando que el lunes, es decir, al día siguiente, a las 11 de la mañana, daría clases de aeróbicos gratuitas en la calle Loogestieg en donde vive.

El llamado era para que sus vecinos, salieran a sus balcones y terrazas y se unieran a la sesión. La clase se convirtió en un éxito rotundo. Con su bocina al pie de la calle, se escuchaba la música desde su celular y Pato Cervantes, guiaba con entusiasmo a sus vecinos, quienes utilizaron hasta botellas de agua, a falta de pesas para seguir la improvisada clase.

Pato Cervantes es originario de México, y desde hace un año vive en Alemania. Hoy, en medio del coronavirus, ayuda a sus vecinos a que se ejerciten desde sus balcones.
(AFP/Getty)

Pato, hasta hace 16 meses radicaba en la Ciudad de México, se graduó de la Preparatoria London y decidido explorar Alemania para sus estudios universitarios, pues tiene familiares en ese país. A su llegada comenzó a viajar para recorrer Europa y para ello, trabajo de niñero de sus primos, y muchos trabajos alternativos hasta que aprendió el idioma alemán y obtuvo su visa.

“En México, también fui instructor de spinning en el club Icycle y aquí en Alemania, trabajo como empleado temporal en el club Hicycle, pero el coronavirus nos ha dejado sin empleo, ya que nos pagaban por clase, pero todo lo no esencial, ha sido cerrado. Voy a sobrevivir, pero estar en confinamiento sin hacer ejercicio no es positivo, así que aunque parece que yo les ayudo, realmente, ellos me ayudan a mí”.

En cinco días, se corrió la voz a lo largo y ancho del vecindario, y hasta los residentes de calles aledañas se están dando cita en la calle Loogestieg a las 11 de la mañana de lunes a viernes, para practicar la clase, por supuesto, respetando la distancia social de los 2 metros.

En Hamburgo se disfrutaban de días cálidos y soleados, pero cambió el clima y llegó la nevada, más ni siquiera el clima invernal de esta primavera que no sabe en qué mes vive, pudo evitar la fabulosa clase de Pato, porque él estuvo listo, y así mismo, todos salieron al balcón en espera del ritmo de su joven instructor azteca.

Este joven mexicano, de la noche a la mañana, se ha convertido en la sensación en Europa. Cautivando la atención de la agencia informativa francesa, los medios alemanes, la BBC de Londres y su popularidad se propaga más rápido que el mismo coronavirus.

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