Columna de adictos y adicciones: Valor para cambiar

“Hola, mi nombre es Carlos. Esta es la primera vez que acepto y confieso que tengo un problema de adicción. Soy gay, seropositivo y me inyecto cristal de forma regular”.

“En el pasado tuve un negocio muy rentable, fui expositor en eventos nacionales, todo lo perdí por usar cristal. Siempre las drogas han estado a mi alrededor, pero ninguna tan fuerte como esta, no recuerdo como empecé a utilizarla, pero se acentuó más, cuando una de mis hermanas falleció de cáncer, por ese tiempo me diagnosticaron VIH y, por si fuera poco, mi ex pareja y socio, me dejó”.

“Hace dos años que vivó en depresión, estoy solo, cansado y mal nutrido. Por haber sido una figura pública, me da mucha vergüenza confesar mi adicción, sin embargo, mi familia y en especial mi madre se esta consumiendo igual que yo”.

“Actualmente, a consecuencia de la pandemia, no puedo acercarme a casa de mi hermana, que es donde vive mi madre, ya que soy inmunocomprometido y tengo las defensas muy bajas”.

“Sin embargo, dentro de mí aún existe algo de fuerza y ganas de salir adelante, les pido una palabra de aliento y apoyo a los que creen en Dios, por favor les pido que me incluyan en sus oraciones. Empezaré a luchar por mi vida o lo que resta de ella. Si me voy de este mundo, me iré limpio y orgulloso. Quiero volver a escribir y decir que sí se puede”.

“Creo que aún hay gente buena, que nos puede ayudar en el proceso de desintoxicación, será un proceso duro y muy fuerte, pero no estamos solos”.

“Ahora entiendo por que dicen que Dios les da las batallas más duras a sus mejores guerreros”.

“De antemano, gracias por leerme y por incluirme en sus oraciones”

Quiero agradecer a Carlos por su confianza y reconocer su valor para enfrentar la realidad. Tal vez, sin saberlo, nuestro amigo está dando los dos primeros pasos del programa de Narcóticos Anónimos; lo felicito, reconocer que se es impotente ante una droga o adicción y que necesitamos ayuda es un acto de humildad y honestidad que nos pone en el camino correcto.

Confiar en que un poder superior nos puede devolver el sano juicio, es un acto de fe tan poderoso, que en un instante puede cambiar nuestra vida.

Posdata: Antes de cerrar esta edición, Carlos inició su proceso de desintoxicación, le deseamos la mejor de las suertes y nuevamente reconocemos su valor para cambiar.

Escríbame, su testimonio puede ayudar a otros. Todos los nombres han sido cambiados.

cadepbc@gmail.com

Narcóticos Anónimos
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