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OPINIÓN: Punto crítico en las relaciones con Rusia

Un efectivo ucraniano permanece en una trinchera en la línea de separación
Un efectivo ucraniano permanece en una trinchera en la línea de separación con los rebeldes prorrusos, en la región de Dontesk, Ucrania, el viernes 7 de enero de 2022.
(Andriy Dubchak / Associated Press)
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Sergei Ryabkov, viceministro de Relaciones Exteriores ruso, dijo a la emisora RTVI que no podía “confirmar o descartar” un posible despliegue de fuerzas en el hemisferio occidental, específicamente en Cuba y Venezuela. Sería como resultado del fracaso en las conversaciones con sus homólogos o un aumento en las presiones sobre Moscú. Ryabkov encabezó el lunes la delegación rusa a un diálogo con Estados Unidos en Ginebra.

El gobierno de Joseph Biden prometió el jueves una respuesta “decisiva” a tal medida del Kremlin en Latinoamérica. Jake Sullivan en el Departamento de Defensa descartó la amenaza diciendo: “si Rusia se moviera en esa dirección, lo enfrentaríamos de manera decisiva”. La oposición política en Venezuela, que muchos reconocen como el gobierno legítimo, reprendió rápidamente los comentarios de Ryabkov. “Venezuela no puede ser utilizada como peón en un juego geopolítico entre las potencias del mundo”, dijo su embajada en Washington.

Al mismo tiempo y sin mucha cobertura, el secretario de Defensa Lloyd Austin sostuvo una conversación con su homólogo ucraniano, Oleksii Reznikov, para recibir los últimos partes sobre la acumulación militar rusa en la frontera con Ucrania y sus alrededores. Según el comunicado: “El secretario Austin reafirmó el apoyo inquebrantable de Estados Unidos a la soberanía e integridad territorial de Ucrania, que incluye los esfuerzos en curso para desarrollar la capacidad de las fuerzas de Ucrania a través de la prestación de asistencia defensiva”.

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Sin embargo, el presidente de Estados Unidos ha descartado enviar fuerzas estadounidenses a Ucrania en caso de una invasión rusa. Ucrania no es miembro de la OTAN, que se basa en un tratado que obliga a sus miembros a ayudar a defender a cualquier aliado en caso de agresión.

Las negociaciones en Ginebra y la reunión OTAN-Rusia del miércoles no lograron reducir la brecha en los requisitos de seguridad de Moscú en medio de una acumulación de tropas rusas cerca de Ucrania, el Mar Negro y Mar Caspio. Ryabkov señaló que “todo depende de la acción de nuestros homólogos estadounidenses” recordando la advertencia del presidente ruso Vladimir Putin de que Moscú podría tomar medidas militares y técnicas si Estados Unidos provocara al Kremlin o presentara presión sobre su país. Estados Unidos señaló este jueves estar “listo para todos los escenarios” contra Rusia: la continuación del diálogo o las represalias “severas”.

Jens Stoltenberg, secretario general de la OTAN sostuvo una reunión especial sobre la situación de seguridad en Europa del Este con el presidente de Estonia. En una declaración clara dirigida a Moscú sostuvo: “la OTAN está abierta a un diálogo con Rusia, pero nunca comprometerá los principios fundamentales de la seguridad europea”.

En los dos últimos dos días, los 30 jefes de defensa aliados sostuvieron varias sesiones virtuales sobre temas de pensamiento estratégico, requisitos y capacidad militar. El presidente del Comité Militar de la OTAN, el almirante Bauer y los jefes de defensa de la OTAN participaron más tarde en discusiones con los comandantes Supremos Aliados, los generales Lavigne y Wolters. Al dar la bienvenida a los 30 jefes de Defensa procedieron a una discusión sobre la Postura de Disuasión y Defensa 360 ° para dedicar más tarde una sesión a Ucrania y Georgia.

Russia Today informó que “el lunes, el Distrito Militar Occidental de Rusia anuncia nuevos ejercicios en los campos de entrenamiento en la Rusia europea, que consisten en alrededor de 3.000 militares y 300 piezas de equipo militar. ‘El enfoque principal del ejercicio táctico será llevar a cabo ejercicios de tiro de control con armas pequeñas y vehículos blindados, organizar marchas cuando los grupos de sabotaje y reconocimiento del enemigo convencional estén activos, y equipar fortalezas’” El madrileño El País informa que Rusia ya ha iniciado las maniobras militares en las fronteras con Ucrania y Georgia. Contrario a lo que divulgara Russia Today, en los ensayos participan más de 10.000 soldados y navíos de las flotas del mar Negro y del Caspio. La noticia la confirma Foreign Policy.

Steven Pifer, exdiplomático afiliado a la Universidad de Stanford en California ofrece un sobrio análisis: “Es muy posible que Putin aún no haya tomado una decisión en lo tocante a un ataque. El Kremlin, sin duda, espera que la amenaza de agresión contra Ucrania impulse a Kiev y a occidente a hacer concesiones. Los costos para Rusia … superarían significativamente los beneficios”. Añade que “Putin parece operar con una lógica diferente, y los funcionarios de Washington y las capitales europeas han expresado una alarma real sobre la posibilidad de una acción militar. Occidente haría bien en asumir lo peor y hacer todo lo posible para tratar de disuadir al Kremlin de la guerra”.

Agregó que “Putin quiere que Kiev abandone su curso occidental y regrese a Moscú y que la OTAN reconsidere su política: ampliación y despliegue de grupos de batalla en el territorio de Polonia y los estados bálticos”. Ofrece como conclusión que el conflicto es uno de “geopolítica con el deseo de Moscú de mayor esfera de influencia en el espacio postsoviético. También se trata en gran medida de la política interna rusa. Una Ucrania que traza su propio rumbo, consolida su democracia y promulga reformas … representa una pesadilla para el Kremlin: que los rusos se pregunten por qué no pueden tener la misma voz política que los ciudadanos ucranianos”.

*Justo J. Sánchez, SPJ, ha fungido como periodista en Nueva York

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