Las trabajadoras sexuales de Amsterdam protestan contra las nuevas reglas que buscan domesticar el barrio rosa

Las trabajadoras sexuales de Ámsterdam dicen que están siendo atacadas injustamente por los planes de la ciudad para domar su barrio rosa.

Conocido como De Wallen, el distrito centenario de la ciudad toma su apodo de las luces de neón rojas que resaltan las 300 ventanas donde las trabajadoras sexuales pueden ofrecer sus servicios.

Pero las famosas ventanas de prostitución de la capital holandesa ahora cerrarán antes, y pronto podrían mudarse a una parte diferente de la ciudad.

Los funcionarios de Ámsterdam dicen que un conjunto de reformas diseñadas para renovar la imagen salvaje de la ciudad ayudará a reducir el crimen y el comportamiento molesto en el área, pero los opositores a la medida dicen que la medida solo aumentará el estigma, ya que utiliza a las trabajadoras sexuales como chivo expiatorio de un problema mucho mayor. : los problemas de la ciudad con el turismo de masas.

El mes pasado, el municipio dijo que prohibiría fumar marihuana. Y a partir del 1 de abril, las empresas de trabajo sexual se verán obligadas a cerrar sus puertas tres horas antes, a las 3 a.m.

Los cambios se producen en medio de conversaciones sobre trasladar a las trabajadoras sexuales a un gran “centro erótico” lejos del corazón de la ciudad.

“Realmente no estamos de acuerdo con las soluciones que están ofreciendo, que están imponiendo. Ni siquiera están negociando con las organizaciones de trabajadoras sexuales”, dijo la trabajadora sexual Sabrina Sánchez a la Agence France-Press el jueves.

Sánchez fue uno de los muchos manifestantes que tomaron las calles de la ciudad más poblada de Holanda el jueves. Docenas de manifestantes, algunos con pancartas que decían “Salvemos la luz roja”, interrumpieron una reunión del consejo de la ciudad donde los funcionarios de la ciudad discutían planes de reubicación.

También le entregaron a la alcaldesa Femke Halsema una petición firmada por 266 trabajadoras sexuales pidiendo más policías en el área, en lugar de horarios reducidos y una ubicación diferente.

Felicia Anna, ex trabajadora sexual y presidenta de Red Light United, un sindicato de trabajadores de ventanas en el distrito, dijo que el cambio de horario podría tener un efecto devastador en los ingresos de las personas y podría dejar a muchos con dificultades para cubrir los gastos básicos.

“La mayoría de los trabajadores comienzan a trabajar después de las 12 o la 1 de la mañana, cuando los bares comienzan a cerrar”, dijo Anna a CNN. “Ahora tienes quizás dos horas para ganar dinero, lo cual no es suficiente”.

Violet es la directora del Centro de Información sobre Prostitución, una organización que brinda información y educación sobre el trabajo sexual. Ella dijo que las personas trans se verían especialmente afectadas por la reducción de horas ya que muchos clientes que vienen en las últimas horas solicitan trabajadores sexuales transgénero.

Violet también señaló que cerrar antes podría poner en peligro a las trabajadoras sexuales.

“Si viajas a casa a las 3 de la mañana, especialmente si todo está cerrado, eso te deja, como trabajadora sexual, en una mayor vulnerabilidad”, dijo.

En enero de 2020, el gobierno de la ciudad prohibió las visitas grupales al distrito, citando comportamiento abusivo, fotografías no deseadas y otras interrupciones.