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El gobierno de Colombia y la guerrilla ELN inician un cese al fuego de seis meses

El presidente colombiano Gustavo Petro, de izquierda a derecha, Carlos Ruiz Massieu,
El presidente colombiano Gustavo Petro, de izquierda a derecha, Carlos Ruiz Massieu, el Representante Especial del Secretario General, Monseñor Hector Henao y el líder de la guerrilla Ejército de Liberación Nacional (ELN), Israel Ramírez alias Pablo Beltrán, asisten a una ceremonia para iniciar formalmente un alto el fuego de seis meses como parte de un proceso de paz en Bogotá, Colombia, el jueves 3 de agosto de 2023.
(Ivan Valencia / Associated Press)
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El gobierno de Colombia y el Ejército de Liberación Nacional comenzaron formalmente el jueves un periodo de cese al fuego por seis meses como parte de un plan que esperan que termine en un acuerdo de paz entre las autoridades y la última guerrilla de la nación sudamericana.

La cesación de acciones ofensivas comenzó a las cero horas en un ambiente de escepticismo entre algunos colombianos e incluye la suspensión tanto de las operaciones del grupo insurgente como de la policía y el ejército de forma bilateral, nacional y temporal.

El acuerdo anunciado el pasado 9 de junio en La Habana, Cuba, indicaba que el cese al fuego se prolongaría hasta el 29 de enero del próximo año, con la posibilidad de extenderlo en función de los resultados de los primeros seis meses de vigencia.

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Como parte de los diálogos impulsados por el presidente Gustavo Petro en el marco de su política de paz total, se contempló que durante el cese al fuego haya monitoreo y verificación del cumplimiento del acuerdo, en lo cual Naciones Unidas jugará un papel clave.

En un pronunciamiento conocido en las últimas horas, el Consejo de Seguridad de la ONU manifestó que la Misión de Verificación ya está en Colombia y que incrementará hasta en 68 sus observadores internacionales.

El vocero adjunto de la ONU, Farhan Haq, señaló en una declaración que iniciar el cese al fuego con una actitud “de buena fe” y con el compromiso de “aliviar el sufrimiento de los civiles” podría traducirse en una reducción de la violencia que permita fortalecer la confianza para las discusiones de paz.

Añadió que la misión de verificación de la ONU está lista para hacer su parte en el proceso de alto el fuego. “Los esfuerzos persistentes de Colombia para ampliar la paz a través del diálogo están avanzando”, dijo.

De manera paralela al comienzo del cese del fuego bilateral, se instaló formalmente el Comité Nacional de Participación que coordinará los aportes de las organizaciones que representan a la sociedad civil en los diálogos entre el gobierno colombiano y el ELN que se realizan desde agosto del año pasado.

En un acto fueron presentados los 80 integrantes del Comité y varios de ellos hablaron sobre las expectativas y propósitos en las negociaciones de paz.

Una de las principales intervenciones fue la del jefe de la delegación del ELN en la mesa de diálogo con el gobierno colombiano Israel Ramírez Pineda, alias Pablo Beltrán. El comandante guerrillero agradeció la presencia de representantes de la ONU en la instalación del Comité y destacó que este organismo multilateral verifique el cumplimiento del cese del fuego.

Beltrán afirmó que uno de los objetivos de los diálogos de paz es la consecución de un “gran acuerdo nacional” y afirmó que los ejes de ese pacto deben ser el diagnóstico que haga la sociedad civil de las transformaciones que se deben realizar en el país.

Agregó que el acuerdo de paz al que las dos partes lleguen será “inservible” si no se compromete a resolver los problemas de Colombia. “Esta alianza se estructura a través de un programa de transformaciones para la paz y de una alianza social y política y todo eso es lo que se llama un gran acuerdo nacional”, indicó el comandante del ELN.

Sobre los temas que la guerrilla pondrá sobre la mesa de diálogo están, dijo Beltrán, “pagar primero la deuda social que la deuda externa” que ha llevado al crecimiento de la desigualdad social, la pobreza y el subempleo. “Si esa deuda social no se paga, otro estallido social va a venir”, aseguró.

“En resumen: primero que pensemos más en Colombia que en cada sector, partido político o territorio; segundo, volverle a dar el carácter social al Estado; tercero, que el régimen no persiga más ni extermine más, y cuarto, que hagamos una gran lucha contra la corrupción. Esas son nuestras propuestas”, afirmó el jefe guerrillero.

Se esperan las palabras del jefe de la delegación oficial Otty Patiño y del presidente Petro.

En las horas previas a que entrara en vigencia la cesación de acciones ofensivas, dos frentes del ELN manifestaron su determinación de acogerse al mismo y aseguraron que cumplirán la orden que dio en un vídeo el lunes el máximo comandante de esa organización, Eliécer Herlinto Chamorro Acosta, alias Antonio García.

El líder del ELN advirtió, no obstante, que mantendrá las acciones defensivas en caso de ser atacados.

En cuanto a la percepción de la ciudadanía sobre el cese al fuego, una encuesta de opinión realizada por la firma Invamer S.A.S hace un mes reveló que 53% de los entrevistados está de acuerdo con que el gobierno continúe con estos diálogos. La cifra ha bajado desde agosto del año pasado, cuando el mandatario tomó posesión de su cargo. Entonces era de 69%.

En julio, antes del cese al fuego, la guerrilla cometió actos de violencia como el asesinato de tres policías en la frontera con Venezuela, el secuestro de una sargento del Ejército y sus dos hijos y la instalación de varios explosivos en el departamento de Norte de Santander.

Varios expertos en el conflicto colombiano han manifestado que el ELN mantiene frentes de guerra abiertos con grupos delictivos como el Clan del Golfo y las disidencias de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

De acuerdo con cifras oficiales el ELN contaría actualmente con alrededor de 5.000 integrantes repartidos en departamentos del Pacífico y la frontera con Venezuela.

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