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Capitol Journal ¿Es una buena idea la propuesta del gobernador Brown de crear una universidad comunitaria pública en línea? Algunos educadores creen que no

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El plan del gobernador Jerry Brown para crear una universidad comunitaria estatal que ofrezca únicamente cursos en línea parece encaminarse hacia una contienda legislativa desagradable.

Pocas cosas importantes son fáciles de lograr en la enredosa política de hoy en día. Esto incluye un famoso tema en agenda para Brown en su nuevo plan de presupuesto estatal, de $190 mil millones: la universidad en línea que parece tan lógica, tan necesaria y tan fácil, al menos en teoría.

Brown quiere brindar una forma asequible y de fácil acceso para que los adultos que trabajan mejoren sus habilidades laborales y su futuro financiero conectándose a internet desde casa, tal vez incluso con un teléfono inteligente.

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El concepto es generalmente aplaudido. Pero la forma en cual el gobernador quiere llevar adelante el sistema en línea preocupa a algunos, especialmente al sindicato de maestros, que teme la pérdida de empleos, aunque esa cuestión no es la enfatizada por el grupo.

El sindicato y otros escépticos tienen un buen punto al cuestionar si la enseñanza en línea es la mejor manera de educar.

Un programa en línea dado a conocer por Brown en la Universidad Estatal de San José (San José State) fue eliminado abruptamente en 2013, después de que la mitad de los estudiantes no aprobaran los exámenes finales.

“Lo que hace que la educación cobre vida para los alumnos es la interacción con los instructores y con otros estudiantes”, señaló Joshua Pechthalt, presidente de la Federación de Maestros de California, que representa a docentes de colegios comunitarios. “Lo online no es un buen enfoque. Los alumnos más perjudicados se encuentran en el extremo inferior del espectro económico. Tienden a abandonar los cursos en línea a un ritmo mayor. La idea de que es beneficioso para ellos va en contra de nuestra experiencia”.

Esa teoría es descartada por el rector del California Community College, Eloy Ortiz Oakley, un fuerte defensor de la propuesta de Brown, cuya oficina dirigiría la entidad en línea. “Hoy en día, los niños de las redes sociales crecen de maneras muy diferentes de las que tú o yo crecimos”, argumentó. “Los estudiantes se reúnen y se conocen entre sí a través de las redes sociales. Puede que nosotros no prefiramos las cosas de esa manera, pero así crecen”.

El principal beneficio de los cursos en línea es la conveniencia. El deseo de Brown es ayudar a aproximadamente 2.5 millones de californianos de entre 25 y 34 años que tienen un diploma de preparatoria pero que desean más educación. La mitad de ellos son latinos. Alrededor del 80% trabajan para solventarse a sí mismos y tal vez a algunos hijos, y no pueden darse el lujo de tomarse tiempo libre para asistir a clases.

“No estamos apuntando al estudiante universitario tradicional”, remarcó Oakley. “Nos enfocamos en personas en programas para aprendices, aquellos que intentan pasar de ser asistentes médicos a ser supervisores... Ellos no tienen tiempo para conocer a instructores y alumnos en el campus”.

Por lo tanto, aunque la enseñanza en línea probablemente no sea la mejor forma de educar, podría ser la única manera para muchos adultos que trabajan.

Pechthalt no necesariamente está de acuerdo con ello. California tiene 114 colegios comunitarios, señaló el líder sindical. Hay uno cerca en todas partes, excepto en zonas aisladas. “Es un error pensar que la gente no puede ir a una universidad”, argumentó. “Para aquellos que no pueden, las universidades ya ofrecen oportunidades en línea. Crear una universidad independiente que sólo ofrezca cursos en línea parece contraproducente. No me opongo a la educación online, pero las escuelas ya la ofrecen”.

Ésa es la principal preocupación sobre la propuesta de Brown. En lugar de invertir dinero adicional en el fortalecimiento de los programas actuales en línea operados por universidades individuales, el gobernador desea crear una universidad estatal exclusivamente online e independiente.

Ante ello, existe el temor de que aleje a los estudiantes de los campus locales. Ésa no es sólo una inquietud del líder sindical, preocupado por los empleos. Muchos directores universitarios la comparten en silencio y temen perder los ingresos de los alumnos. Sin embargo, todavía no alzaron su voz porque son cautelosos de enredarse con el gobernador y el rector, de acuerdo con una fuente de los colegios comunitarios que habló en condición de anonimato por la misma razón.

Brown destinó $120 millones para crear una universidad en línea que comenzaría a ofrecer cursos en el otoño de 2019. “Son $120 millones que podrían destinarse a los colegios comunitarios para cursos de, por ejemplo, tecnología comercial o capacitación técnica”, lamentó la fuente.

Sin embargo, hay un acuerdo general de que los colegios comunitarios han sido lentos en el desarrollo de los cursos en línea. Y Brown merece crédito por intervenir e intentar hacerlo por su cuenta. “El desafío que tenemos hoy, en esta economía, es que hay mucha gente, muchos de ellos hombres blancos de más de 50 años, que durante muchos años tuvieron acceso a empleos bien remunerados sólo con un diploma de preparatoria”, explicó Oakley, el rector. “Esos empleos ya no existen. Esas personas están atrapadas y muy frustradas. Hemos cambiado las reglas del juego. No pueden dejarlo todo y volver a la escuela. California se está quedando rezagada en la educación relativa a lo que exige la economía cambiante. Tenemos que crear algo diferente para ayudar a estas personas”, aseguró.

Más de 100,000 californianos están matriculados en cursos en línea en instituciones privadas, pero sus costos son mucho más altos que las ofertas de las universidades públicas, según la oficina del gobernador.

Brown tiene la intención de presionar a la Legislatura con fuerza para lograr este tema.

Un alto asistente llamó al asambleísta Miguel Santiago (D-Los Ángeles) el día antes de la presentación del presupuesto, para decirle qué esperaba el gobernador. Brown había destinado $46 millones para un proyecto de ley firmado por el legislador, que condonaría las cuotas de los cursos para todos los estudiantes de primer año de tiempo completo. Y también esperaba el apoyo del legislador para la propuesta en línea, agregó el asistente.

“Vamos a hablar con nuestros amigos”, afirmó Pechthalt, “y vamos a presionar para eliminarlo. Veremos la influencia que tenemos”.

Ellos tienen mucha, pero el gobernador tiene más.

Brown debería llegar a un acuerdo con las universidades individuales; preferiblemente permitiéndoles dirigir sus propios programas en lugar de crear una nueva burocracia estatal.

Traducción: Diana Cervantes

Si quiere leer este artículo en inglés, haga clic aquí:

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