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Una auditoría federal encontró problemas en los porcentajes de las tasas de graduación de California

Todos los años, el Departamento de Educación de California y muchos de sus distritos escolares se jactan de obtener tasas de graduación récord. Sin embargo, una auditoría federal planteó preguntas sobre la precisión de esos números locales y estatales.

El informe de la Oficina del Inspector General del Departamento de Educación de los EE.UU., publicado este miércoles, analizó muestras de datos de tasas de graduación de la clase 2013-2014 y encontró que no había control de calidad en los reportes preparados por los propios distritos escolares.

El “sistema de control interno” de California no aseguro que las tasas de graduación que se reportaron fueran precisas y completas”, destacó el informe.

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Los funcionarios de educación del estado tampoco calcularon las tasas de graduación “de acuerdo con los requisitos federales”, informaron los auditores.

Entre los graduados, los funcionarios de California contaron incorrectamente a quienes “se transfirieron a programas que no concluyen en la obtención de un diploma de escuela preparatoria regular”. Dejarlos afuera, indicaron los auditores, reduciría la tasa de graduación del estado en aproximadamente dos puntos porcentuales.

“No me parece que lo que se haya encontrado sea resultado de una mala conducta”, indicó el maestro de educación de UCLA John Rogers. “En un sistema donde hay mucho en juego asociado a cualquier información, siempre habrá presión para moldear esos datos... Cada actor intentará presentar su índice de graduación de la manera más favorable posible”.

Las tasas de graduación son un indicador crucial no sólo del progreso escolar, sino de la equidad, expusó Tyrone Howard, profesor de educación de UCLA y director del Black Male Institute de la escuela. “Si los números no son tan confiables como dicen”, preguntó, “¿hay menos estudiantes afroamericanos y latinos que se gradúan en comparación con lo informado?”.

Pero los funcionarios estatales manifestaron que los auditores federales no entendieron las reglas de California. “Algunas de estas áreas de desacuerdo surgen de las diferencias en las leyes federales y estatales, y de una mala comprensión sobre cómo California recopila y procesa los datos”, aseveró en un comunicado el vocero del Departamento de Educación estatal, Bill Ainsworth. “California considera que un diploma de educación preparatoria para adultos es un diploma estándar de preparatoria. Las pautas federales no permiten los diplomas alternativos”.

El gobierno federal auditó a California porque el estado poseía la brecha más grande entre el número total de graduados reportados por el estado y las cifras informadas por los distritos escolares. Los auditores observaron de cerca cómo se calcularon las tasas de graduación para las muestras de estudiantes en el Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles (LAUSD), la Oficina de Educación del Condado de Los Ángeles y una escuela charter en Baldwin Park.

Así, descubrieron que el estado “no tenía personal de control para supervisar o monitorear” los datos de graduación y que los funcionarios estatales no se habían asegurado que la información local fuera precisa o que todos los alumnos habían cumplido con los requisitos de graduación.

Aunque el estado exige que los administradores locales verifiquen dos veces la precisión de los números, la escuela autónoma, el distrito y la oficina del condado de L.A. utilizaron a las mismas personas para hacer ambos controles, que los auditores describieron como un “rol conflictivo”. También señalaron que los distritos “no tenían un proceso formal” para constatar la precisión y que los funcionarios estatales no verificaron si tenían equipos de administración de datos.

Los funcionarios del distrito escolar unificado no disputan los métodos o conclusiones del informe.

“Definitivamente estamos listos para implementar cualquier recomendación que nos brinde el estado”, indicó Oscar Lafarga, director ejecutivo de la Oficina de Datos y Rendición de Cuentas del distrito, quien mencionó además que el distrito está trabajando para mejorar el recuento de graduados.

Los funcionarios estatales, descubrieron los auditores, no siempre se dieron cuenta de las inexactitudes, entre ellas algunos estudiantes que fueron clasificados como graduados sin haber completado los requisitos de graduación.

En el LAUSD, de una clase de 27,122 alumnos, los auditores observaron minuciosamente a una muestra de 45 estudiantes y encontraron que cinco de ellos habían sido contados incorrectamente como graduados.

Los funcionarios de California sostienen que los auditores extrapolaron muy ampliamente las muestras que estudiaron. También dijeron que la ley federal no requiere dos niveles de certificación y que les gusta otorgar autoridad a los distritos escolares locales para manejar sus propios sistemas educativos. De todas maneras, también resaltaron que trabajarían duramente para asegurarse de que quienes reportan las graduaciones comprendan las regulaciones.

Ryan Smith, director ejecutivo de Education Trust-West, una organización sin fines de lucro con sede en Oakland que aboga por la equidad educativa, cree que la respuesta del estado a la auditoría es problemática.

“Si vamos a trabajar por los estudiantes, tenemos que asegurarnos de que la calidad de los datos sea buena”, aseveró. “Parece irónico que el estado celebre los aumentos de las tasas de graduación, e inmediatamente después diga: ‘No es nuestra responsabilidad monitorear la calidad de la información’”.

Traducción: Diana Cervantes

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