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La Casa del Migrante se cierra a los recién llegados para protegerlos contra coronavirus

Los directores de los refugios en Baja California dicen que el gobierno no hace lo suficiente para proteger a la población migrante vulnerable

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El refugio para migrantes más antiguo de Tijuana está cerrando sus puertas a los recién llegados debido a la preocupación por los devastadores impactos que un brote de coronavirus podría tener en su ya vulnerable población.

“Realmente queremos mantener a la gente sana”, dijo el padre Pat Murphy, un sacerdote de Scalabrini que dirige la Casa del Migrante.

“Podemos aceptar a algunas personas que han vivido aquí anteriormente, que necesitan regresar debido a la caída de la economía, pero estamos constantemente reevaluando a medida que la situación evoluciona”, manifestó.

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La Casa del Migrante es un refugio y centro de servicios sociales, establecido en Tijuana en 1987, que sirve tanto a los migrantes que van hacia el norte como a los deportados de Estados Unidos.

El refugio está cerrando sus puertas a nuevos residentes, de la misma manera que EE.UU ha implementado una política que permite a los funcionarios fronterizos devolver inmediatamente a todos los solicitantes de asilo y otros extranjeros que intentan cruzar la frontera entre Estados Unidos y México de manera ilegal.

“Lo llamo la Deportación Exprés”, señaló Murphy, quien dijo que le preocupa que la gente traiga el virus a Tijuana desde San Diego. “La semana pasada, empezaron a enviar un gran número de personas de regreso”.

Los defensores humanitarios en Tijuana temen que otros directores de refugios sigan el ejemplo del refugio para migrantes más establecido de la ciudad, dejando a muchas personas sin ningún lugar a donde ir.

“Tenemos que proteger al grupo que está aquí”, subrayó Murphy.

Murphy también forma parte de una coalición de refugios para migrantes que ha instado al gobierno federal y local de Baja California a tomar mayores medidas para proteger a su población migrante del coronavirus.

El 18 de marzo, la Coalición para la Defensa de los Migrantes pidió a las autoridades que amplíen las pruebas, que abran el acceso al refugio federal de Tijuana, que está casi vacío, a las personas que regresan o son deportadas de Estados Unidos y que “analicen cuidadosamente la situación de las deportaciones y los retornos de EE.UU”.

“Instamos a las autoridades del gobierno federal a crear urgentemente estrategias específicas en caso de que los migrantes con síntomas aparezcan dentro de los refugios y que esto impacte en su capacidad”, escribió la coalición.

“De la misma manera, solicitamos medidas para proteger sus derechos y evitar la discriminación y xenofobia hacia esta población transeúnte, debemos responder con urgencia y empatía a la gente más vulnerable”, señala la carta, que fue firmada por el padre Murphy y otros.

Las autoridades de salud del estado de Baja California han confirmado 20 casos de coronavirus hasta el jueves. El secretario de Salud, Alonso Óscar Pérez Rico, precisó que el estado ha realizado pruebas de detección del virus a 226 personas.

Murphy subrayó que el gobierno debería utilizar recursos como el refugio federal que abrió en Tijuana en diciembre con capacidad para 3.000 personas.

“Todavía hay menos de 100 personas en ese refugio”, señaló Murphy. “Es hora de que el gobierno haga su trabajo y asuma su responsabilidad”.

La semana pasada, la Casa del Migrante redujo las horas en las que podían aceptar migrantes y limitó el número de ellos que aceptará a 80, la mitad de su capacidad normal.

Actualmente, el refugio tiene 50 personas alojadas allí, pero muchos otros vienen diariamente por comida. El refugio también pidió a sus cocineros voluntarios, que son personas mayores, que no vinieran.

“No queremos echar a nadie, pero no podemos dejar entrar a la gente cuando está enferma... Todo lo que hacemos ha sido amplificado y se ha hecho más difícil debido al virus”, dijo Murphy.

El director del refugio de migrantes de Ágape, Alberto Rivera Colón, manifestó que no planea cerrar su refugio a los recién llegados, pero que actualmente tiene a 35 migrantes aislados en una habitación especial porque están enfermos.

Expuso que el gobierno estatal no está examinando a los migrantes para detectar el coronavirus, incluso cuando padecen fiebre, tos, dolores corporales y de cabeza, síntomas asociados con el coronavirus.

“El gobierno dice que es demasiado caro hacerles pruebas”, apuntó Rivera.

Durante las sesiones informativas de prensa de la mañana, los funcionarios estatales han dicho que están reservando un número limitado de pruebas para las personas con síntomas graves.

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