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OPINIÓN: Los asesinatos de los periodistas Luby y Margarito

Renee Maldonado muestra una foto de su tía, la periodista Lourdes Maldonado
Renee Maldonado muestra una foto de su tía, la periodista Lourdes Maldonado, quien fue asesinada a tiros el domingo 23 de enero, en una funeraria durante su velorio en Tijuana, México, el martes 25 de enero de 2022. (AP Foto/Marco Ugarte)
(Marco Ugarte / Associated Press)
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En menos de una semana dos periodistas que tenían en común su forma modesta de vivir, su energía y disposición al trabajo fueron asesinados afuera de sus casas con disparos a la cabeza.

Una, Lourdes Maldonado López con 67 años de vida y 45 de trayectoria profesional estaba adherida al mecanismo de protección a periodistas y se supone que debía ser cuidada por elementos de la policía municipal.

En el momento de su muerte estaba sola, completamente sola, ni siquiera pudo apagar el motor de su auto que se quedó prendido 40 minutos. Luby había expresado en su último programa en “Sintoniza sin Fronteras” que “no puedo decir que a él lo estaban cazando, porque no lo sé, no puedo decir nada más”, dijo al referirse al asesinato de Margarito Martínez Esquivel justo el 17 de enero a sus 49 años de vida.

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Ella argumentó que el homicidio de Margarito fue planeado y tan es así dijo Maldonado, “que lo esperaron y en el momento que se agachó le disparan en la cabeza”.

Yo conocí a Lourdes cuando las dos éramos reporteras en la Ciudad de México, ella laboraba en la agencia de noticias Informex y yo en el Universal Gráfico. Luego nos volvimos a encontrar. Ella en 24 horas y yo en Imevisión, Canal 13.

Después las dos emprendimos camino a Tijuana. Era el año 1989 yo comencé en Canal 12 de Televisa y luego ella ingresó un año después.

Lourdes era acelerada, trabajadora, siempre con ganas de investigar, buena amiga, solidaria, ese tipo de personas a las que a etiquetamos como intensas, y siempre decía lo que pensaba. “Manita he vivido dificultades económicas, pero ahí la llevo” a veces me comentaba pero siempre buscaba un medio donde tener su plataforma para expresarse.

Que no nos tocó vivir junto a ella, la muerte de su adorada mascota una gatita que adoraba Petruska, su operación de la columna vertebral, después de un periodo de mucho dolor y luego sus actividades en silla de ruedas.

Su gran dolor por el truene con el que fue el gran amor de su vida y que le impidió reiniciar su vida amorosa con otra persona, pero siempre su gran profesionalismo, su actitud valiente, decidida y su búsqueda constante de información.

Luby nunca pensó, estoy segura, que alguien pudiera atentar contra su vida. El viernes en la vigilia en honor a Margarito Martínez Esquivel, ella tomó la palabra para pedir justicia para su compañero y casi 48 horas después ella moría casi de la misma forma, en su carro, de un disparo en la cabeza.

Su cuerpo se quedó en ese carro rojo que se compró allá por el año 2005, y que en la parte de atrás traía un plástico en lugar de un vidrio porque alguien lo rompió con una pistola de diábolos.

Hoy el gremio periodístico de Tijuana está de luto, nos han matado a dos compañeros en menos de una semana y los rostros de Margarito Martínez Esquivel de 49 años y Lourdes Maldonado López de 68 años se quedan como parte de una demanda y exigencia de justicia que no podemos abandonar.

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