Colombia insiste en la ONU en su voluntad de paz pese a los ataques del ELN
El vicepresidente colombiano, Óscar Naranjo, aseguró hoy en Naciones Unidas que el Gobierno mantiene su voluntad de lograr la paz con el ELN a pesar de los últimos ataques por parte de la guerrilla.
“Esperamos que ELN escuche el llamado de la sociedad civil y de los colombianos y cese los actos violentos contra nuestra infraestructura y nuestra nación, y así podamos avanzar en un diálogo que nos permita llegar a un acuerdo definitivo que ponga fin a este conflicto”, dijo Naranjo al Consejo de Seguridad de la ONU.
El vicepresidente colombiano intervino en una reunión sobre el proceso de paz, que se vio oscurecida a última hora por las últimas noticias que llegaban desde el país.
Momentos antes del inicio de la cita, el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, ordenó el regreso de Quito del equipo que negocia la paz con el ELN, después de que la guerrilla reanudara las acciones terroristas horas después de concluir un cese bilateral del fuego.
Naranjo lamentó estos ataques contra la infraestructura petrolera del país y que “inexplicablemente” la guerrilla haya optado por esa vía.
“El gobierno de Colombia ha mantenido su disposición para avanzar en un diálogo que permita mantener el cese al fuego con el ELN. Esa disposición estuvo siempre, está ahí. Tristemente, inexplicablemente, el ELN la ha despreciado”, dijo a los periodistas.
Naranjo, sin embargo, no cerró la puerta a que continúen las conversaciones, aunque no quiso anticipar la evaluación que hagan Santos y su equipo negociador.
Según dijo, “la voluntad de paz” del presidente es “indeclinable”, pero debe corresponderse del otro lado con “expresiones de voluntad y hechos concretos que permitan avanzar”.
El vicepresidente aseguró que el Gobierno “tiene la convicción de que desescalar el conflicto es parte esencial para garantizar que haya velocidad en el proceso de negociación y se llegue a un acuerdo”.
“Lo que se hace imposible es escalar el conflicto y pretender que de esa manera se produce un acuerdo”, añadió.
Tanto la ONU como los miembros del Consejo de Seguridad lamentaron durante la reunión de hoy los ataques del ELN y expresaron su deseo de que pueda lograrse la continuidad del alto el fuego.
El jefe de la misión de Naciones Unidas en Colombia, Jean Arnault, dijo que su equipo va a seguir de cerca la situación y mantener informado al Consejo de Seguridad.
Arnault explicó que la ONU confiaba en que las conversaciones de Quito lograran una renovación del alto el fuego y pidió algo de tiempo para que la organización haga recomendaciones sobre su posible papel de supervisión del cese de la violencia.
El embajador británico, Matthew Rycroft, que ha sido el principal responsable del expediente colombiano dentro del Consejo de Seguridad, se expresó en la misma línea.
“Confiaba en que hoy discutiésemos el anuncio de un renovado alto el fuego entre el Gobierno y el ELN. En su lugar, estoy preocupado y decepcionado por las noticias que acabamos de recibir, de que el ELN ha roto el alto el fuego y desperdiciado esta oportunidad para una paz sostenida”, dijo el diplomático.
Pese a la preocupación por las últimas dificultades con el ELN y con ciertos puntos de la implementación de la paz con las FARC, Naciones Unidas reiteró hoy su apoyo a la paz en Colombia y alabó el compromiso demostrado por el Gobierno.
“Ha habido algunos baches en el camino, pero se ha hecho mucho y quiero rendir tributo a las partes por ello y animarlas a continuar”, dijo Rycroft.
Naciones Unidas tiene desplegada actualmente en Colombia una segunda misión civil que se centra en verificar la reintegración de los excombatientes de las FARC y su seguridad.
La organización anunció hoy que su secretario general, António Guterres, realizará este fin de semana una visita oficial a Colombia para apoyar el proceso de paz.
Guterres tiene previsto reunirse con Santos y con otras autoridades del país; con líderes de las FARC; y con representantes de la Iglesia Católica y de organizaciones sociales.
Además, se desplazará al departamento de Meta, en el centro de Colombia, donde, entre otras actividades, visitará un área donde están siendo formados excombatientes de las FARC para su reintegración a la sociedad.