Anuncio

OPINIÓN: ¿Regresarán a México los migrantes?

Los mexicanos representan el 38% de los trabajadores agrícolas de Estados Unidos. Este es uno de los sectores que se verá menos impactado por la crisis del coronavirus porque son considerados esenciales.
Los mexicanos representan el 38% de los trabajadores agrícolas de Estados Unidos. Este es uno de los sectores que se verá menos impactado por la crisis del coronavirus porque son considerados esenciales.
(Gary Coronado/Gary Coronado/Los Angeles Times)
Share

Una de las muchas preguntas que el tema del coronavirus ha dejado sin respuesta es si la pandemia provocará que los mexicanos que se encuentran en Estados Unidos regresarán masivamente a su país de origen.

La pregunta se la hicieron recientemente varios gobernadores de entidades de salida de los migrantes como Jalisco, Guanajuato o Michoacán, quienes se manifestaron para enviar un mensaje a los migrantes según el cual era preferible que no fueran a México.

Aparentemente, lo hacen porque los perciben como una población más expuesta al coronavirus por el solo hecho de vivir en Estados Unidos y por tanto como un riesgo para los habitantes de la entidad que gobiernan.

Anuncio

Sólo les faltó decir: “sigan mandando remesas, pero por favor no vengan”. De algo hubiera servido que les preguntaran a los migrantes, de quienes tantos beneficios reciben, qué les hace falta en Estados Unidos para enfrentar la crisis sanitaria o económica, ya que muchos de ellos no tienen acceso a servicios de salud y no serán sujeto de ayuda del gobierno estadounidense, o bien que desarrollarán programas junto con los consulados y sus ventanillas de salud para informar a esta población.

La respuesta no es ni inmediata, ni sencilla. Depende de muchos factores, pero esencialmente de si los migrantes tienen trabajo o no. Desde hace mucho tiempo se sabe que uno de los principales factores que regula el número de migrantes mexicanos en Estados Unidos es la estructuración del mercado laboral que da o no trabajo específico a estos migrantes.

La fórmula es relativamente sencilla, si hay trabajo el migrante permanecerá en Estados Unidos y si no lo hay, en el mediano o largo plazo se planteará como una alternativa regresar a México. Claro, esta última alternativa depende a su vez de otras cuestiones, muchos de ellos ya tienen familia en EE.UU, sus hijos o pareja ya son ciudadanos estadounidenses. Ellos saben por sus familiares, que más allá del discurso, en México la situación no está fácil y tampoco sobran los empleos.

La disponibilidad de un empleo y el impacto de la crisis sanitaria para un migrante mexicano, varía según el sector de la economía. Algunos serán más impactados que otros.

La agricultura. Los mexicanos en Estados Unidos (inmigrantes y de origen mexicano) representan el 38% de los trabajadores agrícolas. Este es uno de los sectores que se verá menos impactado, porque es considerado esencial y es el origen de la cadena alimenticia que no puede ser interrumpida.

Es tan “esencial” que incluso los migrantes indocumentados tienen ahora una constancia de su empleador diciendo que son esenciales y que pueden acudir a sus empleos. Vaya paradoja, indocumentados, perseguidos, pero esenciales para la economía. El virus enfrenta a la sociedad estadounidense a sus propias contradicciones e hipocresías. Ellos no regresarían.

La construcción. El 25% de los trabajadores de la construcción son de origen mexicano. A diferencia de la agricultura, este sector será de los más impactados por la inminente recesión económica que llegará a Estados Unidos. Muchos de estos empleados van a vivir situaciones muy difíciles y sí, se plantearán como opción, regresar a México.

Servicios. El 14% de los trabajadores en este sector son de origen mexicano. Entre ellos hay subsectores que serán impactados muy negativamente y cuya recuperación no será inmediata. Ahí están los meseros, cocineros o en general empleados de restaurantes o de pequeños comercios que en algunos estados como California, Texas o Arizona representan una mayoría. Dependerá de lo que tarde la recuperación de este sector, pero estamos hablando de meses sin salario y esta es una situación que para los migrantes será difícil de sostener.

A pesar de que en varios momentos de la historia reciente el gobierno mexicano en turno ha anunciado un retorno masivo, como cuando se intensifican las detenciones o durante la crisis económica del 2009, y que incluso se declara pomposamente que “estamos listos para recibirlos”, los migrantes son muy resistentes a las crisis y la economía estadounidense los necesita para su recuperación.

Sin embargo, esta crisis tiene características propias. Una de ellas es que deja sin empleo, de manera abrupta a sectores amplios de la población. Los migrantes de esos sectores, sí se plantearán como alternativa el retorno. Lo más sorprendente es que los gobernadores que antes les decían “eres bienvenido” ahora les digan “mejor no vengas”.

La ensalada es fatal. Campaña presidencial estadounidense en 2020 que atacará a los migrantes, particularmente a los que entran por la frontera sur de Estados Unidos, recesión económica y pérdida de empleos en ambos países, poco o nulo acceso a servicios de salud. Por si fuera poco, los consulados que representan un apoyo para los migrantes, recibirán cada vez menos presupuesto, primero porque lo reciben en pesos, pero lo gastan en dólares y segundo porque la crisis en México llevará al gobierno a tomar recursos de donde sea. Tradicionalmente una de las alcancías favoritas son los consulados.

En síntesis, sí es probable que haya migrantes que decidan regresar a México, los más vulnerables, los indocumentados, los que tienen en Estados Unidos menos de cinco años y que trabajan en servicios o en el sector de la construcción. No es masivo, no son todos, pero sí pueden ser cientos de miles y en México ahora, de manera explícita, no serán bienvenidos.

*Jorge Santibáñez es presidente de Mexa Institute

Anuncio