Opinión: El Metaverso nos propone alcanzar el estatus de ‘dioses’

Cuando comencé en la venta de vehículos, la mayoría de los que trabajábamos en agencias estábamos aprendiendo a navegar en computadoras usando el sistema DOS. Llevábamos pagers, teníamos cuentas en la tienda 1 Hour-Photo, y estábamos ansiosos junto a una máquina de fax esperando que llegara un contrato firmado. Poco después, el Internet inició una revolución en los negocios que literalmente cambió el mundo en el que vivíamos.

Tuve la oportunidad de escuchar al futurista Ian Khan (quien realizo el documental Bitcoin Dilema) y me di cuenta de que estamos frente a un cambio social histórico y radical similar que está a punto de comenzar. Algo que se ha estado gestando detrás de la escena. Algo con lo que muchos de nuestros niños han estado jugando durante muchos años ya. Algo que pensábamos como ciencia ficción ya está aquí para llevarnos a todos al mayor cambio en la historia de la humanidad.

Durante los últimos cincuenta años, grupos de ingenieros de todo el planeta han estado trabajando en la estandarización y expansión de la biometría, la inteligencia artificial, la superconductividad, la nanotecnología y la computación en la nube (Cloud).

El ciberespacio ya no es una fantasía sino una realidad. Los cuatro conceptos principales: algorítmos, Internet, inteligencia artificial y blockchain, están comenzando a funcionar en conjunto y nos llevan al Metarverso, que es la integración de todo el espectro de realidad aumentada ingresando a un mundo virtual.

Millones de niños han estado frente a una pantalla de televisión jugando en línea juntos y simultáneamente en todo el mundo durante años. Ese fue el comienzo.

El Metaverso trae nuevas tecnologías y ecosistemas virtuales donde las propias computadoras pueden mediar en diferentes ambientes para que usted pueda experimentarlo, no solo mirarlo, sino estar allí y sentir el ambiente de una ubicación totalmente virtual.

Piense en un comprador que realiza una prueba de manejo virtual de un carro con todos los sonidos y aromas, e incluso siente el frio del aire acondicionado cuando cierra las ventanas del automóvil desde 2,000 millas de distancia sentado en la sala de su casa.

La transición ha comenzado y la tecnología incluye realidad extendida, interacción persona-computadora, visión 3D por computadora, redes móviles, e inteligencia artificial. Pronto usted podrá “ir” a trabajar, “ver” a sus compañeros de trabajo en tiempo real, entrar “dentro” de un motor para observar el desgaste, “firmar” el pedido del cliente y “recibir” su sueldo sin dejar nunca su casa. Un “reino compartido” en el que todos formamos parte y sin ningún tipo de fronteras. Una nueva economía virtual será totalmente aceptable, una que incluirá una identidad de avatar para usted y que le promete más tiempo libre para disfrutar. Hoy ya tenemos acceso a todo el conocimiento del mundo en nuestro dispositivo móvil. En esta próxima fase dejaremos de ser un ser humano común.

Los avances en tecnología nunca se detendrán. Tenemos una mente curiosa y un sentido profundamente arraigado de tener que lograr más.

¿Pero realmente pedimos un Metaverso? Una existencia virtual podría separarnos aun más. Para realmente “vivir” bien debemos estudiar cómo es nuestro mundo (nuestro planeta). Cómo encajan las cosas, cómo se gobiernan y por qué causa, con qué fin suceden las cosas en la naturaleza. Si miramos a nuestro alrededor, pronto estaremos agradecidos y tal vez veamos que hay una mente divina que ha estado actuando durante milenios proporcionando todo lo que se necesita sin ninguna herramienta de alta tecnología.

El Metaverso nos propone alcanzar el poder de los dioses.