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El qué y porque desde Washington: La elección de medio término, ¿vaso medio lleno o medio vacío?

Una mujer emite su voto durante el periodo de votación anticipada de Texas, en Dallas.
Una mujer emite su voto durante el periodo de votación anticipada de Texas, en Dallas.
(ASSOCIATED PRESS)
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A veces, la diferencia entre una victoria y una derrota radica sólo desde la perspectiva en la que se le vea. No se trata de solamente números, la vida nos enseña que el contraste es lo que produce las expectativas y principalmente los resultados.

Todo esto es relevante hoy, porque el panorama aún incierto es lo que está emergiendo lentamente en Estados Unidos. Las elecciones de medio término en este país, sirven para hacer un balance cada dos años del sistema que fue diseñado para mantener fresco al poder legislativo, y su función de balance del poder presidencial.

En Estados Unidos el Congreso tiene un papel relevante en la conducción de la política doméstica, pero también de la política exterior. Los fundadores del país le dieron la potestad de intervenir, opinar y decidir en todos los asuntos importantes; aun cuando el presidente sigue teniendo el voto de calidad y el poder del veto. La legislatura federal es crucial para el manejo del gobierno nacional. Por eso las elecciones de término medio son tan importantes.

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Por eso también en estas elecciones del 2022, los políticos republicanos siguen aún aferrados a su promesa de obtener la mayoría en la Cámara de Representantes y del Senado. Pero esa ventana se está cerrando rápidamente y los demócratas apenas pueden creer en su buena fortuna y en el hecho de que el extremismo, no ellos, resultó ser en esta ocasión, el mayor perdedor.

Lo que debemos decir en este momento es que aun cuando los resultados siguen cambiando con las horas y la llegada de los resultados parciales se ve aún difuso, lo que si se disipó fue el espejismo de una marea roja republicana.

El presidente Joe Biden perdió asientos como históricamente ocurre con el presidente en el poder en cada elección de término medio, pero ciertamente el castigo por la inflación y la crisis económica se moderó cuando los votantes pusieron en la balanza la posibilidad de que con ese castigo se alimenta el extremismo que le dio Donald Trump al partido republicano.

Los republicanos están en posición de ganar escaños en los 435 que hay en total en la Cámara de Representantes y eso les da una mayoría porque seguramente quedarán por encima de los 218 votos que representan la mitad más uno. Pero claramente este es un margen mucho menor de lo que esperaban sus líderes.

Kevin McCarthy que sigue perfilándose como el próximo presidente de la cámara baja, lo que en Estados Unidos llaman “Speaker”, había advertido antes de la elección, que él, claramente veía que su partido recuperaría la Cámara baja porque el país se habría dado cuenta de que hay una necesidad urgente por una “nueva dirección política”.

Por eso el vaso se vio medio lleno.

Pero McCarthy como otros republicanos, se abstuvo de mencionar a Donald Trump.

La razón es que los políticos están quitando de en medio al expresidente, y en esta elección, la imagen de líder absoluto que el mismo Trump ha alimentado desde su derrota en el 2020 se diluyó en mucho. Su estatura política se disminuyó. La influencia que tuvo Trump inspirando a muchos republicanos de extrema derecha resultó en fracaso frente a los electores y eso se tradujo en pérdidas para muchos de sus candidatos.

Lo que hay que preguntarnos hoy es si eso elimina la posibilidad de que Trump regrese a la presidencia en el 2024.

Por eso el vaso se vio medio vacío.

Hoy hay que hablar también, acerca de cómo los resultados de esta elección disminuyeron la influencia de los extremistas, para acusar a los distritos y los estados de fraudes electorales masivos.

En el Senado, los demócratas necesitan aún ganar dos de los tres escaños que están divididos entre Nevada, Georgia y Arizona que aún no han sido resueltos, para sobrepasar la actual composición de 50 republicanos y 50 demócratas. La ley hace al vicepresidente del país, presidente al mismo tiempo del senado y le da un voto decisivo y de calidad en casos en que sea necesario romper un desempate. Por eso los demócratas habían tenido mayoría hasta hoy.

Los republicanos anticiparon que ganarían una mayoría muy pequeña que quitaría este empate de 50 a 50, pero la noche de la elección, la victoria del republicano JD Vance en Ohio ensombreció esa victoria, porque se dio casi al mismo tiempo en que se declaraba que en el estado de Pensilvania el demócrata, John Fetterman, sería el que detendría la ambición republicana.

De hecho, esa victoria resultó ser el resultado electoral más destacado de la noche.

El conteo final, depende de la definición de los 3 estados que aún están contando votos, y podría ponernos a esperar hasta que la decisión final surja de una elección de segunda vuelta en Georgia el 6 de diciembre. En Wisconsin el senador republicano, Ron Johnson, retuvo su puesto y lo hizo con un margen pequeñísimo que le debe servir de advertencia a los republicanos extremistas.

Los resultados provisionales de estas elecciones de medio término dieron muerte la noche de este martes, a varias ideas preconcebidas, que habían circulado con fuerza por todo el país:

· La primera fue la de una menor movilización de los demócratas en comparación con los republicanos.

· La segunda fue la de una fuga masiva de los llamados votantes “indecisos” o “independientes” hacia el Partido Republicano.

· La tercera fue el dominio absoluto del tema de la inflación y la disminución del enojo y compromiso de la izquierda por el aborto.

Hay que recordar que, desde la decisión de la Corte Suprema de abolir este derecho constitucional a finales de junio, existía la noción de que las mujeres castigarían a los políticos republicanos por haberles quitado un derecho que dominó como ley en Estados Unidos durante casi 50 años. Hoy, nos tenemos que preguntar, si entre los 44 millones de votos que se emitieron por todo EEUU en los días anteriores a la votación del 8 de noviembre, hubo millones de mujeres castigando a los extremistas de la derecha.

Hay que preguntarnos también ¿qué efecto tendrán todos estos resultados en la conducta y los fallos futuros de una de las cortes supremas más conservadoras en la historia moderna del país?

En realidad, estas elecciones intermedias son la continuación de las cinco elecciones parciales celebradas desde agosto. Cada una de ellas, vio a los demócratas obtener resultados que al final fueron mucho mejor de lo que ellos esperaban. Esa movilización les permitió mantener posiciones que ya desde la mitad del año se veían amenazadas.

La gran pregunta es si los resultados que seguirán definiéndose harán que Estados Unidos durante los próximos dos años entre a una nueva era de inmovilidad y de caos. O si los republicanos y los demócratas tendrán que moverse al centro ideológico medio, en donde tradicionalmente está el pueblo estadounidense.

El mensaje está clarísimo. La gente quiere que los dos partidos vuelvan a trabajar juntos

Es ciertamente un momento crucial en la política estadounidense.

También a nivel federal hay tres preguntas que hoy requieren respuesta:

· ¿Cómo tendrá que actuar Joe Biden para el resto de su mandato?

· Si los demócratas pierden el Senado, ¿qué ocurrirá?

La tercera, según los diferentes escenarios que se siguen componiendo y descomponiendo a esta hora—

· ¿Quién tendrá el poder en Estados Unidos durante los próximos dos años, el congreso o el presidente?

En esta elección estuvieron en juego 36 gubernaturas o gobernaciones estatales.

Los gobernadores estatales, son en extremo influyentes en Estados Unidos porque en un sistema federalista, el país pone en manos de los estados muchas de las leyes que en la práctica diaria afectan la vida de los estadounidenses.

Por eso, frecuentemente hay que hacer aclaraciones de que algunas leyes y prácticas constitucionales aun siendo potestad de todos los estados, sólo en algunos se ponen en operación. El ejemplo más fehaciente y reciente es el de los abortos. La Corte Suprema puso en manos de los gobiernos estatales determinar en qué territorios el aborto continúa siendo legal. Así en los estados “liberales” de California, Michigan y Vermont en esta elección de término medio, los votantes decidieron elevar el acceso al aborto a garantía estatal.

El estado de Kentucky, considerado uno de los más conservadores, sometió esa misma consulta a sus votantes y los habitantes de Kentucky dijeron no.

El gran susto

Usted debe saber que el partido demócrata y sobre todo el presidente Joe Biden, se ahorraron un enorme susto, al retener el control del estado de Nueva York, donde los republicanos creían que podían derrotar a la gobernadora Kathy Hochul.

Los demócratas también arrebataron dos gobernaciones a los republicanos en los estados de Maryland y Massachusetts. En el primero en donde ha habido 60 gobernadores de raza blanca habrá por primera vez un gobernador de raza negra. Wes Moore, es hoy una de las personalidades del momento porque se convirtió también en el tercer afroamericano en encabezar un gobierno estatal, después de Deval Patrick que fue gobernador de Massachusetts y de Doug Wilder que fue gobernador de Virginia.

En Massachusetts por cierto también, Maura Healey será la primera lesbiana en ser gobernadora de un estado.

Trump

A medida que avanzaba la noche de la elección y ansioso por evitar cualquier crítica a los resultados republicanos, Donald Trump dijo que su partido estaba teniendo una “gran noche” de elecciones, y acusó a los demócratas y a los medios de información de regar “noticias falsas” para hacer todo lo posible por minimizar los éxitos de sus protegidos.

Trump había apostado a que esta elección le daría una contundente victoria a sus seguidores y acólitos políticos, y que eso serviría de plataforma de lanzamiento para que él bajo esos auspicios buscara la presidencia en el 2024.

En ese mismo espíritu Trump prometió “un anuncio muy grande e importante” el 15 de noviembre. Hoy ante los resultados de esta elección, usted se tiene que preguntar si ese anuncio, seguramente de su candidatura presidencial para el 2024, tendrá la misma relevancia que muchos presumían antes de que conociéramos los pobres resultados que en la elección obtuvieron sus seguidores.

Donald Trump tiene ahora a un competidor muy importante en Ron de Santis el gobernador de Florida

Los resultados de la elección separaron a la Florida por ser el único estado en donde sí hubo una ola republicana, que incluso cambió al Condado de Dade, que históricamente había sido azul demócrata y que la elección convirtió en territorio republicano rojo brillante.

A partir de hoy y por todo lo anterior, el gobernador de Santis será seguramente visto por Donald Trump como su más importante rival por la nominación republicana. No solamente por ser el líder conservador más importante del país, con el poder y la autoridad de un estado conservador en las manos, sino porque tiene solamente 44 años de edad.

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