Columna: La trayectoria ascendente de Fletcher da un giro sorprendente
La decisión del supervisor del condado de buscar tratamiento de salud mental es el último giro en una carrera política con altibajos
Nathan Fletcher se había convertido posiblemente en la estrella demócrata más brillante de San Diego y estaba en ascenso.
Esa trayectoria, que hace solo unos días parecía tan segura, de repente es cualquier cosa menos eso.
El supervisor del condado anunció el domingo por la noche que se iba de baja médica para buscar tratamiento de salud mental.
Decir que esto sacudió el mundo político del condado es decir poco. Varios aliados políticos de Fletcher han dicho que no lo vieron venir.
En su declaración, Fletcher no mencionó si algún acontecimiento reciente desencadenó este curso de acción, aunque señaló su servicio de combate en los Marines y una infancia sombría que afloró en una campaña hace una década. Dijo que su esposa, la líder de la Federación Laboral de California y exasambleísta Lorena González Fletcher, le empujó hacia el tratamiento.
Desde hace meses se ha venido insistiendo en este y en otros espacios, en que AMLO ha estado construyendo poco a poco un pleito, sin mucho sentido, con Estados Unidos.
“Con la recomendación de mi terapeuta y la insistencia de mi esposa, esta semana me internaré en un centro de tratamiento prolongado para el estrés postraumático, el trauma y el abuso del alcohol”, dijo en el comunicado.
La avalancha de partidarios que dijeron que estaba haciendo algo valiente al poner a su familia y su salud en primer lugar fue omnipresente, eclipsando algunos comentarios cáusticos de los críticos de Fletcher.
En cualquier caso, es otro bajón en una carrera política que ha visto promesas y decepciones, aunque esta es muy diferente.
También es el último de una serie de controversias y reveses en los últimos años que han vejado al Partido Demócrata local en medio de su continuo dominio en el condado.
Hasta el domingo, Fletcher no solo ocupaba uno de los cargos electos más poderosos de la región, sino que iba camino de ascender a un nivel superior con implicaciones a escala estatal.
La alcaldesa Karen Bass hizo bien en usar su autoridad para ayudar a poner fin al estancamiento laboral que cerró los campus del Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles la semana pasada.
Con maniobras políticas, una agresiva recaudación de fondos y un amplio abanico de apoyos, Fletcher se adelantó esencialmente al campo en las elecciones de 2024 para reemplazar a la senadora estatal Toni Atkins, la líder del Senado de San Diego que termina su mandato. Fletcher dejó claro el domingo que abandonaba esa carrera, no solo que suspendía su campaña.
Fletcher acababa de ganar una aplastante reelección en noviembre para otro mandato de cuatro años en la Junta de Supervisores.
La demografía y las tendencias políticas siguen favoreciendo en gran medida al Partido Demócrata local, que sin embargo ha tenido que lidiar con problemas que han dejado de lado a algunas otras potenciales estrellas en ascenso y han creado algunos problemas de imagen para la marca del partido, si no algo peor.
En 2019, el entonces miembro del consejo escolar de San Diego Unified, Kevin Beiser, fue acusado de agresión sexual en una demanda que posteriormente se resolvió. En mayo pasado, el presidente del Partido Demócrata del condado de San Diego, Will Rodríguez-Kennedy, se hizo a un lado en medio de acusaciones de agresión sexual, aunque después de una investigación, el fiscal del distrito se negó a presentar cargos.
Y el jefe de personal del regidor de la ciudad de San Diego, Stephen Whitburn, siguió haciendo cientos de miles de dólares en trabajos de consultoría política después de que su empresa hubiera sido suspendida por la Junta de Impuestos de Franquicia del estado. Jesús Cárdenas, que trabajaba a tiempo completo para la ciudad mientras realizaba labores de consultoría, cerró su empresa el mes pasado a instancias de Whitburn.
Mientras tanto, la selección de uno de los principales donantes políticos del alcalde Todd Gloria para reurbanizar una propiedad de la ciudad en el distrito de Midway suscitó dudas sobre el proyecto, al igual que el cabildeo a favor de la propuesta por parte de una importante dirigente sindical cuyo marido trabajaba para el promotor.
Es posible que esa controversia no haya mermado mucho las futuras perspectivas políticas de Gloria, aunque, al igual que los cargos electos de todo el estado, se ha visto empantanado por el rampante problema de las personas sin hogar en la ciudad, a pesar del aumento de los esfuerzos y el gasto para abordar el problema. La Junta de Supervisores del condado también ha sido criticada por el problema de las personas sin hogar, pero no hasta el punto en que lo han sido Gloria y el Ayuntamiento.
Fletcher, por su parte, ha llevado al condado a ampliar los servicios de salud mental y los refugios para personas con problemas de abuso de sustancias y de salud conductual.
Fletcher también ha impulsado una transformación política, normativa y estructural en el condado. Cuando fue elegido en 2018, se convirtió en el único demócrata en la junta de cinco miembros controlada por los republicanos durante más de dos décadas. Después de que se les unieran Nora Vargas y Terra Lawson-Remer dos años más tarde, la mayoría demócrata de 3-2 eligió a Fletcher presidente en años consecutivos.
Esto supuso un cambio con respecto a la rotación del mazo durante décadas, lo que, combinado con la agresividad política de Fletcher y su conocimiento de los medios de comunicación, le confirió una especie de aura de alcalde que no tenían los presidentes anteriores.
Fletcher fue elegido por primera vez para el cargo en unas elecciones a la Asamblea de 2008 como republicano. Empezó a hacerse un nombre con la legislación relativa a los veteranos, la atención sanitaria y cuestiones fiscales complejas, y tenía fama de trabajar con gente de todas las tendencias. Ganó considerable atención al ser el autor de la Ley de Chelsea, que reforzaba las penas y restricciones para los depredadores sexuales violentos.
Sus siguientes movimientos no fueron tan bien. Fletcher se presentó a la alcaldía en 2012 y, tras no conseguir el respaldo del Partido Republicano local, se hizo independiente. Acabó tercero en las primarias. Se presentó a las elecciones especiales a la alcaldía de 2013, esta vez como demócrata, pero volvió a quedar tercero.
Fletcher buscó entonces, literalmente, la cima de una montaña. Escaló el Aconcagua en Argentina, la montaña más alta fuera de Asia. Además de luchar contra los elementos, dijo que fue un momento de introspección.
“Mientras escalaba, reflexioné sobre la reciente exhibición pública de mis debilidades y el análisis de cada cosa que podría haber hecho de forma diferente en la vida”, escribió en un ensayo publicado por la Voz de San Diego en 2014.
Habló de procesar la “ira, la tristeza y finalmente la culpa” de perder a dos primos muy cercanos que también se habían alistado en el ejército. Jeremy y Ben Wise murieron en combate.
Fletcher habló además de cómo ocultó la parte oscura de su educación hasta después de que fuera revelada por el San Diego Reader. Dijo que el “padre” al que se refería habitualmente era su padrastro.
“Mi padre biológico era una persona horrible”, escribió. “Años de mi vida cuando era joven fueron turbulentos, caóticos y muy violentos. Fue un infierno. Nunca hablé de ello porque no quería quejarme ni que me vieran como una víctima, ni tampoco quería revivirlo. Lo había superado”.
Pero esa historia se convirtió en parte de lo que fue una segunda campaña a la alcaldía llena de magulladuras.
Tras esa derrota, Fletcher ha dicho que no estaba seguro de qué tipo de futuro tendría en la política, si es que tenía alguno. Con el tiempo, recuperó el pie y tuvo el viento político a su favor.
Los políticos se han recuperado del tipo de problemas personales a los que se enfrenta Fletcher. Pero aún está por ver si es capaz de volver a subir esa colina.
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