Por qué la conversación de Donald Trump con Taiwán puede desatar un conflicto diplomático con China

¿Cómo va a responder China?

Eso es lo que se preguntan muchos después de que se supiera que el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, mantuvo una conversación telefónica directa con la presidenta de Taiwán, rompiendo con la política estadounidense establecida en 1979, cuando se rompieron las relaciones formales entre los dos países.

El equipo de transición de Trump dijo que Tsai Ing-wen llamó al magnate para felicitarle por su victoria en las elecciones en EE.UU. de noviembre.

Según explicaron, ambos líderes hicieron hincapié en los “estrechos lazos económicos, políticos y de seguridad” entre Estados Unidos y Taiwán.

Los analistas creen que esta conversación telefónica molestará a China, que considera a Taiwán como una provincia separatista.

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La cadena estadounidense CNN asegura que tras conocerse los detalles de la llamada, funcionarios chinos se pusieron en contacto con la Casa Blanca, aunque no ha habido todavía ninguna reacción oficial de Pekín.

El gobierno chinotiene cientos de misiles apuntando hacia la isla de Taiwán y amenazó con tomarla por la fuerza si es necesario.

“Una China”

El equipo de Trump también explicó que el presidente electo “felicitó” a Tsai por convertirse en la presidenta de Taiwán en las elecciones de enero.

La política, de 59 años y primera líder mujer de la isla, consiguió con el Partido Democrático Progresista (DPP, por sus siglas en inglés) una victoria aplastante.

El DPP se inclinó tradicionalmente hacia la independencia de China.

Washington cortó las relaciones diplomáticas formales con Taiwán en 1979, expresando su apoyo a la política de “Una China” de Pekín.

La administración de la presidenta Tsai no acepta esta política, que establece que Taiwán es parte de China.

Mientras tanto, Ned Price, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, dijo que la conversación de Trump no señala ningún cambio en la política estadounidense hacia Taiwán.

“Seguimos firmemente comprometidos con nuestra política de ‘Una China’”, dijo el viernes.