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Los demócratas antes “arrogantes” ahora recalibran sus expectativas en el Congreso en medio de los reveses electorales

Nancy Pelosi habla con la congresista Zoe Lofgren en el Capitolio en enero.
(Chip Somodevilla / Getty Images)
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La congresista Zoe Lofgren pasó su verano haciendo una lectura obsesiva- línea por línea- de la ley de 55 años que gobierna la política de inmigración de Estados Unidos en anticipación de las victorias electorales demócratas generalizadas que le darían a su partido la capacidad de promulgar una reforma migratoria masiva el próximo año.

Pero frente a las pérdidas demócratas inesperadas, Lofgren (demócrata de San José) y otros demócratas están ahora en el proceso de recalibrar sus expectativas en una amplia variedad de temas, como la inmigración, atención médica y el cambio climático.

“Creí a los encuestadores cuando dijeron que los republicanos tenían solo un 25% de posibilidades de quedarse en el Senado y que los demócratas obtendrían escaños en la Cámara”, dijo Lofgren. Ahora “No sé si vamos a tener la oportunidad de hacer eso con márgenes muy estrechos”.

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Si bien los demócratas del Congreso se sienten optimistas porque el presidente electo Joe Biden derrotó al presidente Trump, están luchando con la realidad de que los republicanos serán más poderosos en Washington el próximo año de lo que esperaban.

Los republicanos mantendrán el control del Senado si ganan solo uno de los dos escaños de Georgia en las dos elecciones de segunda vuelta el 5 de enero. Pero incluso si los demócratas ganan ambos, habrá una división 50-50 en la que los demócratas no podrían permitirse perder un solo voto de su lado y la vicepresidenta Kamala Harris tendría que romper todos los empates.

En la Cámara de Representantes, los republicanos obtuvieron escaños, lo que hizo más difícil el trabajo de la presidenta Nancy Pelosi de acorralar a su históricamente reducida mayoría demócrata.

Conscientes de que la sombra de Biden no logró llevar a varios demócratas a la línea de meta en los distritos más estrechos, los moderados del partido que representan a los distritos conservadores podrían estar nerviosos por apoyar las políticas liberales.

Y a pesar de su pérdida, Trump demostró que podía llevar a los republicanos a las urnas el día de las elecciones, lo que significa que continuará ejerciendo una influencia.

“Nuestra conferencia es muy leal al presidente Trump”, dijo el congresista Jim Banks (republicano por Indiana), presidente entrante del conservador Comité de Estudio Republicano. “Me imagino que seguirá desempeñando un papel dentro o fuera de la Casa Blanca. Aún más importante que eso, la agenda de Trump es una agenda ganadora con un amplio atractivo populista. Eso es algo de lo que los republicanos, creo, tomarán prestado durante mucho tiempo para ayudarnos a ganar la mayoría [en la Cámara] en 2022”.

En términos de legislación, eso significa que los demócratas están reduciendo sus planes y su retórica.

“La gente hablaba antes de una manera realmente arrogante de que los demócratas iban a tomar la trifecta [Casa Blanca, Senado y Cámara], y nunca tendríamos que hablar con los republicanos sobre nada. Íbamos a embestirles toda esta política”, dijo el congresista Scott Peters (D-San Diego), un moderado.

Es probable que las políticas liberales ambiciosas como Medicare para todos y el ‘Green New Deal’ se queden en un segundo plano, aunque la congresista Alexandria Ocasio-Cortez (D-N.Y.) y otros progresistas han señalado que continuarán abogando por su movimiento.

Pelosi (D-San Francisco) había dicho antes de las elecciones que los demócratas expandirían la Ley del Cuidado de Salud a Bajo Precio mediante un procedimiento especial en el Senado que requería solo 50 votos, pero no está claro ahora que tendrá ni siquiera eso.

En primer lugar para el nuevo Congreso estará un proyecto de ley de estímulo COVID-19, a menos que el Congreso sea capaz de romper el estancamiento actual y revertir el curso de las negociaciones fallidas para promulgarlo este año. Otras medidas bipartidistas en discusión son la infraestructura, incluidas carreteras, proyectos de agua e internet de banda ancha, así como poner fin a la criminalización de la marihuana a nivel federal.

Con un puñado de elecciones en la Cámara sin decidir, los demócratas podrían enfrentarse a una mayoría en la Cámara tan pequeña como 222 -solo unos pocos más de los 218 votos necesarios para aprobar una legislación. Como resultado, los líderes demócratas están considerando cambios para facilitar la gestión de una mayoría más pequeña.

Los demócratas esperan restablecer las llamadas asignaciones o beneficios especiales incluidos en proyectos de ley de gastos más grandes que benefician a un destinatario específico, como un distrito o una institución del Congreso.

Si bien se ha abusado de la práctica en el pasado, también se le ha atribuido el mérito de facilitar la aprobación de importantes leyes al ofrecer incentivos específicos para ganar el apoyo de legisladores clave. Los demócratas también están considerando cambiar las reglas en torno a una táctica de procedimiento que la minoría puede usar para ralentizar la legislación en la Cámara al forzar un tipo de votación de enmienda a la legislación.

En el Senado, los demócratas tendrán la oportunidad de avanzar en su agenda solo si ganan los dos escaños de Georgia. De lo contrario, el líder de la mayoría, Mitch McConnell (R-Ky.), podrá bloquear sus esfuerzos.

Recordando que McConnell una vez prometió hacer todo lo posible para convertir a Obama en presidente de un solo mandato, el senador Richard J. Durbin (D-Ill.) cuestionó si McConnell haría lo mismo con Biden, diciendo que no sería “propicio para un trabajo productivo en el Senado” si lo hace.

Los demócratas inevitablemente se apoyarán en gran medida en la administración Biden para usar la autoridad ejecutiva para realizar cambios de política que no pueden aprobar en el Congreso, como volver a unirse al Acuerdo de París para abordar el cambio climático.

Cualquier cambio significativo en la política legislativa dependería en gran medida de la buena fe de los dos partidos y de las relaciones con el Senado que Biden promocionó en la campaña. Si bien se ha hablado mucho sobre el potencial de acuerdos entre Biden y McConnell, quienes trabajaron codo a codo en el Senado y acordaron algunos acuerdos durante la administración de Obama, aún ninguno de los dos se ha pronunciado desde que se decidieron las elecciones para Biden.

A algunos demócratas moderados les gusta la idea de verse obligados a trabajar esencialmente con los republicanos, especialmente con Biden en la Casa Blanca.

“¿La premisa operativa de que los republicanos nunca trabajarán con nosotros, punto? Necesitamos probar eso. Es posible que descubramos que eso es cierto”, dijo Peters. “Mitch McConnell ya no puede culpar a Trump por no darle margen de maniobra. El Senado estará expuesto” a presiones tanto del Congreso como de la Casa Blanca.

Otros ponen su esperanza en la idea de que si Trump está fuera de su cargo, los republicanos del Senado pueden estar más dispuestos a encontrar áreas de acuerdo.

Si el Congreso y la Casa Blanca deciden hacer una campaña sobre la política de inmigración, por ejemplo, eso equivaldría a “una cantidad increíble de presión que creo que llevará a que los jóvenes indocumentados obtengan el estatus legal que obtendrían bajo Dream Act”, dijo el congresista Ted Lieu (D-Torrance).

Algunos republicanos, como el senador Lindsey Graham de Carolina del Sur, citan la inmigración como un área política en la que ellos también esperan un compromiso bipartidista. Si bien se ha intentado varias veces sin éxito en el pasado, las recientes decisiones judiciales que invalidan los cambios de la administración Trump a las protecciones legales de los Dreamers podrían obligar a los legisladores a decidir si otorgan un estatus legal permanente a los jóvenes que llegaron al país cuando eran niños.

La ambiciosa reescritura de la política de inmigración de Lofgren parece poco probable en 2021, pero no se arrepiente de la lectura a fondo de este verano.

“Empiezas a soñar en grande”, dijo. “Y luego tienes que confrontar las realidades mientras hablas con otras personas que tienen ideas diferentes. Después, con suerte, terminará con algo que sirva al país mejor que la ley actual”.

Para leer esta nota en inglés haga clic aquí

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