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Su oficina está reabriendo. ¿Tiene que volver? Estas son sus opciones

Illustration of a woman working from her home office
¿No sería esto mejor que las luces fluorescentes y los cubículos de su oficina?
(Alana Hunter / For The Times)
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Su jefe quiere que vuelva a la oficina. Pero usted está preocupado.

Tal vez los casos de coronavirus están aumentando en su área, quizá no sepa si su lugar de trabajo planea imponer precauciones de seguridad o podría ser que su jefe ha mencionado la pandemia global de una manera que le hace pensar que no la está tomando con especial seriedad.

Corrección:

9:20 a.m. jul. 1, 2020This article previously referred to the NLRB incorrectly as the National Labor Review Board. It is the National Labor Relations Board.

A medida que las oficinas se vuelven a abrir, los empleados están tratando de encontrar el equilibrio entre mantener su trabajo y no enfermarse a sí mismos o a sus seres queridos.

“Los empleados tienen miedo”, dijo Irene Tung, investigadora principal y analista de políticas del National Employment Law Project (NELP, por sus siglas en inglés). Una encuesta de trabajadores encontró que muchos “van a trabajar a pesar de que creen que están arriesgando seriamente su propia salud o la de un miembro de la familia”.

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En California, actualmente, las oficinas donde el teletrabajo no está disponible ya pueden abrir. Los sitios de trabajo basados en oficinas en el condado de Los Ángeles están autorizados a reabrir con medidas de seguridad. Muchas oficinas están desarrollando planes para traer de vuelta a los trabajadores por etapas, aunque algunas operarán de forma remota permanentemente o no esperan que nadie regrese hasta por lo menos el 2021.

Conozca sus derechos

No hay ninguna ley federal que diga que su empleador tiene que implementar ciertos procedimientos o restricciones para reabrir, dijo Tung, y hay una serie de leyes variadas a nivel estatal y local. Las directrices emitidas por los CDC son sólo eso, no reglas vinculantes.

“Los trabajadores tienen muy pocos recursos si sus empleadores los llaman de regreso al trabajo. No existe un derecho amplio a rechazar el trabajo peligroso en este país”, expusoTung. “No hay derecho a decir: ‘No voy a realizar estas tareas laborales porque no se me ha proporcionado la protección adecuada’”.

Y en la mayoría de los estados, si se enferma o lesiona en el trabajo, probablemente sólo pueda buscar remedio a través de las leyes de compensación laboral, no demandando directamente a su empleador, según la directora del programa de Seguridad y Salud Laboral del National Employment Law Project, Debbie Berkowitz.

“Sólo en casos muy raros un trabajador que se lesiona o muere en el trabajo puede demandar a un empleador”, manifestó Berkowitz a través de un correo electrónico, añadiendo que el empleado tiene que demostrar la probabilidad de causar daño, lo que sería difícil cuando hay una enfermedad altamente contagiosa.

Si tiene una condición de salud cubierta por la Ley de Estadounidenses con Discapacidades, se le puede conceder la capacidad de trabajar desde su hogar como una adaptación razonable del lugar de trabajo, pero no es una garantía.

Así que legalmente, es probable que tenga que regresar a trabajar. Pero aún tiene opciones.

Pida detalles, y llegue con ideas

Para empezar, hable con su jefe y averigüe cuál es el plan. Sea diplomático y use “afirmaciones positivas” para enmarcar su consulta, recomienda Lynn Taylor, experta en el lugar de trabajo con sede en Newport Beach y autora del libro “Tame Your Terrible Office Tyrant: How to Manage Childish Boss Behavior and Thrive in Your Job”. En otras palabras, comience con una nota positiva (algo como, “Por supuesto, estoy feliz de tener un trabajo al que regresar, sólo tengo curiosidad...”) y termine con una nota positiva también (“Estoy seguro de que estamos procediendo con la salud y la seguridad de todos en mente, y sé que todos navegaremos este nuevo desafío como un equipo”).

Entre esas afirmaciones, pregunte por los detalles, indicó Susan Inouye, una entrenadora ejecutiva con sede en Los Ángeles.

“Pídales que sean claros sobre las reglas que van a establecer para mantener a todos a salvo. Pregunte si el equipo puede establecer un tiempo de Zoom para discutir las reglas para que todos [incluyendo] los altos directivos puedan escuchar los comentarios e ideas de las personas, y puedan sentirse seguros”, dijo Inouye.

Cuando se acerque a su jefe, tenga soluciones ya en mente. Ofrézcase a tomar la iniciativa en el desarrollo del plan de transición si aún no lo hay. Puede sugerir cosas como controles de temperatura, limitar el número de personas en los ascensores y salas de reuniones, rotar los horarios de la oficina para que no todos estén allí al mismo tiempo, y hacer obligatorio el uso de máscaras para los empleados, clientes y consumidores. La guía de la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional sobre el regreso al trabajo y la guía de recursos de NELP para trabajadores ofrecen ideas más detalladas. El Departamento de Relaciones Industriales de California tiene pautas específicas para cada estado.

“En lugar de quejarse, cuestionarse y no estar seguro de lo que su jefe va a hacer, pregunte y proponga”, indicó Inouye. “Diga: ‘Me preguntaba en qué está pensando porque tengo algunas ideas’”.

Den presión como grupo

Si todavía no se siente bien por volver, hable con sus compañeros de trabajo. Den presión como grupo. Acudir a su jefe y decirle, “Tenemos preocupaciones”, es mucho más poderoso que decir, “Tengo preocupaciones”. También le ofrece más protección legal contra las represalias.

“Unirse con otros empleados en realidad le da más protección bajo la ley federal si está participando en actividades concertadas protegidas con sus compañeros de trabajo para mejorar sus condiciones de trabajo”, dijo Tung. “Entonces, teóricamente está protegido también por la Ley Nacional de Relaciones Laborales; más de lo que estaría si sólo estuviera actuando por su cuenta”.

Tenga en cuenta el uso de la palabra “teóricamente”. Bajo la administración de Trump, se han recortado los fondos y el personal tanto para la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional (OSHA, por sus siglas en inglés) como para la Junta Nacional de Relaciones Laborales. Eso deja a muchas protecciones de los denunciantes de la OSHA “extremadamente débiles y sin aplicación alguna”, señaló Tung.

Dar presión como grupo también protege a los empleados más vulnerables de ser señalados para ser castigados o despedidos. Los empleados negros tienen el doble de probabilidades de ser objeto de represalias por plantear preocupaciones sobre la salud y la seguridad relacionadas con el coronavirus que los empleados blancos, según un reciente estudio de NELP dirigido por Tung, un hallazgo que describió como particularmente perturbador dado que la comunidad negra ha sido afectada desproporcionadamente por el coronavirus.

Si han dado presión como grupo y su jefe aún no ha cedido, esa es la rara ocasión en que deberían considerar pasar por encima de su jefe y preguntarle al jefe de él qué hacer. Si no hay nadie por encima de ellos, o si esa persona no se involucra, usted tiene que tomar una decisión sobre si vale la pena para su salud volver al trabajo.

Cómo pedir trabajar desde casa para siempre

La mayoría de las personas que trabajan desde casa en este momento lo han estado haciendo por un tiempo. Aunque algunos están desesperados por volver a la rutina de la oficina, varios de nosotros nos damos cuenta de que preferimos el trabajo a distancia.

Antes del coronavirus, el trabajar de forma remota a tiempo completo era difícil de vender con muchos gerentes. Ahora, si desea pedir laborar desde casa para siempre, presumiblemente puede apuntar a tres meses de productividad y resultados estelares. Lleve la evidencia de eso a su jefe.

Taylor, la autora y experta en el lugar de trabajo, dijo que esta es una discusión para tener por teléfono o videollamada, no por correo electrónico o mensaje de texto. Hágale saber a su jefe que le gustaría “discutir su acuerdo de trabajo”, pero por lo demás mantenga el tema vago hasta que hable con ellos directamente. Intente anticipar cuáles serán sus objeciones y cómo responderá.

Prepárese con compromisos en mente también. Tal vez podría proponer trabajar desde casa durante otros tres meses, en cuyo momento ambos revisarán el acuerdo. Quizá estaría contento con laborar desde su hogar dos o tres días a la semana e ir a la oficina los otros días.

Haga que sea fácil para su jefe decir que sí. Lo peor que pueden decir es que no.

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