Libros: Prosopopeya de los proscritos

La vida en el encierro se intensifica, se retuerce y rebela. El castigo y la cárcel, ya lo dijo Foucault, no aportan nada humano a la humanidad. El suplicio se prolonga y muta a formas más sofisticadas y atroces. Ya no existen los brutales castigos corporales en la plaza pública a la que asistían los ciudadanos para deleitarse con los niveles excelsos de crueldad a la que pueden llegar los seres humanos. La exhibición del castigo tenía la función de cohibir el crimen, también servía para que las personas adquirieran barreras de sensibilidad. Sin embargo, los suplicios sangrientos solo lograron que la sociedad se insensibilizara ante el sufrimiento del otro y, salvo algunas excepciones, durante muchos años funcionó como una válvula de escape a la miseria.

En la cárcel, las funciones básicas de la vida ordinaria se convierten en una lucha diaria sin cuartel. Mixar López no se tienta las entrañas para plantear situaciones y desarrollar personajes oscuros. Con una prosa revoltosa y no exenta de guiños literarios, el autor nos lleva cual Beatriz por un recorrido al infierno del encierro.

Los personajes desbordan crueldad, misticismo, sabiduría y una aparente resignación. Pero como dijo la escritora irlandesa Edna O’Brien, “Nadie sabe lo que oculta el corazón de cada uno de nosotros cuando todo nos lo quitan”.

Los encarcelados aprenden a inventar una realidad alterna, una realidad dentro del encierro y fuera de la comunidad supuestamente incólume, pulcra y obediente.

Mixar López se vale del glamur de las películas y del desarrollo de la cultura popular para reflexionar en torno a la sociedad encerrada, enchiquerada en espacios asfixiantes como bestias a punto de ingresar al matadero. La falta de intimidad y el confinamiento provocan una identidad difusa que debe encontrar asideros en un castigo dentro del castigo mismo.

La sabiduría de algunos reos, adquirida a punta de madrazos, se confirma con citas de grandes pensadores que quizá encerrados en sí mismos compartieron de manera abstracta sentimientos similares.

Mixar no teme abordar temas incómodos. El abandono por parte de las familias, por un lado; la permanencia de la madre, símbolo monolítico de la abnegación, por el otro. El sueño de fuga que se puede convertir en pesadilla aunque sea exitoso. El escape perpetuo como postura ante la vida y la muerte. La constante metamorfosis que sufren los encerrados, los apestados; el estado aparentemente natural del verdugo y la víctima puede, en cualquier momento, subvertirse ad infinitum. La pérdida irrevocable de identidad y la adopción de una pertinente, caprichosa y ante todo difusa.

A través de un lenguaje cinematográfico, a Mixar López no se le escapa ningún tema canero. Las emociones y fobias exacerbadas por la condición del encierro; los legados de crimen y sangre; los corridos no solo como narraciones populares sino como manifestaciones de lucha y ostentación de una verdad; los paraísos e infiernos artificiales; la muerte y el sexo como sublimación de la vida; el desdoblamiento para cobrar venganzas.

Con un fino humor, Mixar López abarca lo sobrenatural y lo mundano, lo carnal y espiritual, el misterio y la cultura popular. Prosopopeya es un libro singular, ameno, gozoso y desgarrador que transmite una claustrofobia contenida a punto de estallar; con toques de humor y misterio.

* Bibiana Camacho es escritora, editora, bailarina y encuadernadora. Ha participado en varias antologías. Sus libros son los volúmenes de cuentos Tu ropa en mi armario (Jus, 2010), La sonámbula (Almadía, 2013) y Jaulas vacías (Almadía, 2019); la novela que recibió la mención de honor en el Premio Primera Novela Juan Rulfo Tras las huellas de mi olvido (Almadía, 2010) y la novela Lobo (Almadía, 2017). Es autora junto con Javier Elizondo del libro juvenil Más allá del árbol del gesto, Planeta, 2020.