J. Jesus Lemus y ‘el deber de describir el México que nos tocó vivir’

Denunciar la corrupción en México, es lo mismo que buscar una sentencia de muerte. Sin embargo, la denuncia de la colusión entre crimen organizado y gobierno ha sido el motor principal en mi ejercicio periodístico. A causa de esas denuncias me ha tocado ir a prisión tres años y cinco días y vivir en el destierro desde hace ya ocho años, debido a las amenazas de muerte.

Sn embargo, el periodismo de denuncia no se puede aplazar. Es urgente. Se debe llevar hasta sus últimas consecuencias. Aun a costa de la integridad del propio periodista. Porque el periodismo no es del que lo ejerce, el periodismo es de toda la sociedad y contribuye de una manera fundamental para el fortalecimiento de la democracia.

Bajo esa tesis es que hasta el día de hoy, en un franco apego al ejercicio informativo, he publicado 10 libros que dan cuenta del México que nos ha tocado vivir: En “Los Malditos” hablo de las vicisitudes que puede vivir una persona inocente llevada ante la chueca justicia mexicana; en “Tierra Sin Dios” abordó el problema del surgimiento de los grupos de autodefensa y todos los vicios que ellos conlleva.

En mi libro “Cara de Diablo” refiero como la Iglesia también contribuye al sometimiento de un pueblo a través de otra violencia, la de la esclavitud de la conciencia; en “El Último Infierno”, ahondo sobre la falta de funcionalidad y los vicios del sistema carcelario mexicano; en mi libro “Michoacán en Guerra”, refiero cómo se da la relación de los grupos del crimen organizado con los gobiernos. Esta es una historia de desentraña la corrupción que hace que todos los gobiernos estatales sean Estados Fallidos.

En mi libro “Mireles el Rebelde” hago una revisión no autorizada a la vida del principal fundador de los grupos de autodefensa en México y de cómo un caudillo social se puede ver doblegado por la corrupción del Estado mexicano. En el libro “El Agua o la Vida”, hago una revisión profunda de la corrupción del gobierno mexicano entorno al suministro de agua, el que se apunta como la principal causa de las guerras que vienen en nuestro país.

Después vino mi libro “Mexico a Cielo Abierto”, en donde hago una radiografía del problema de la explotación minera que está ligado a grupos del crimen organizado y a la devastación del suelo mexicano, y a la muerte de periodistas y defensores del medio ambiente. En el libro “El Licenciado” –que estaré presentando durante la Feria del Libro de LA Times, en este abril, refiero como el poder público y su fuerza policía y de seguridad nacional, se puso a las órdenes del crimen organizado durante el gobierno del presidente Felipe Calderón.

En este libro de “El Licenciado”, revisó a profundidad las relaciones que en su momento mantuvo Genaro García Luna, el que era el Secretario de Seguridad Publica del gobierno Federal, con los principales grupos del narcotráfico en México, los que pagaron 20 millones de dólares al presidente Felipe Calderón, para que un miembro del crimen organizado estuviera al frente de la seguridad pública del país.

En el libro “El Licenciado”, voy desmenuzando cada una de las acciones de corrupción que se hicieron en el gobierno federal de Felipe Calderón (2006-2012) que permitieron no solo comprar a periodistas para que hablaran bien de la Guerra Contra el Narco, sino que también alentaron a la corrupción que se dio en todos los órdenes de gobierno, desde el federal hasta los municipales y estatales, que solo dejó una cauda de muerte y desaparecidos.

En este mismo texto refiero cómo fue que se dio la mal llamada Guerra Contra el Narco, la que consistió en el encarcelamiento de miles de personas inocentes, haciéndolas pasar como grandes delincuentes, mientras los verdaderos generadores de violencia seguían en las calles, cometiendo delitos, al amparo de la protección que les brindaron las fuerzas federales de seguridad, entre ellas la Policía Federal Preventiva, el Ejército y la Marina.

Más recientemente escribí el libro “Jaque a Peña Nieto”, en donde hago una revisión a todos los actos de corrupción cometidos por funcionarios de primer nivel de esa administración federales (2012-2018), cuyos efectos sociales un se siguen resintiendo en el país, principalmente los relacionados a la entrega de recursos naturales, como agua, gas, petróleo y minas.

Por eso mi anhelo de estar presente en esta feria del libro de LA Times, para poder acercar mi lectura y dar a conocer a los lectores de Estados Unidos, la visión periodística que se sigue conservando en México, en donde a pesar de ser uno de los países más peligrosos para el ejercicio periodístico, es también la región más fértil del mundo para poder hacer trabajos de investigación que ayuden a la sociedad a poder entender mejor el entorno social.