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El inmigrante que podría transformar la Indycar

Tener un equipo humano que sea capaz de no cometer
Tener un equipo humano que sea capaz de no cometer el menor error en el ensamblado del carro, logística, personal, y presupuesto no tiene precio.
(Juncos Racing)
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El futuro de la categoría de autos de carreras Indycar está en las manos de un sudamericano.

Indycar es una serie de competición de carros que tiene sus inicios en la apertura del autódromo Indianapolis en 1909. Durante los últimos cien años estas carreras de autos se han convertido en las más rápidas y peligrosas del mundo. Los nombres de los pilotos y equipos exitosos ya son parte de la historia automovilística de Estados Unidos y del mundo.

El deporte motor es uno de los más difíciles para participar y diez veces más difícil para ganar. SI bien se puede “comprar” velocidad en la forma de materiales más livianos o motores más potentes, el poder formar un grupo humano que sea capaz de no cometer el menor error en el ensamblado del carro, logística, personal, y presupuesto no tiene precio.

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Durante los últimos diez años la categoría ha funcionado en gran parte por el aporte de los equipos que participan en este campeonato. Los principales equipos son Penske, Ganassi, Andretti, Rahal, y Coyne. Todos ellos ya tienen más de treinta temporadas en la serie y sus dueños, quienes todos están por sobre los 60 años, han podido capitalizar y diversificar sus equipos. Si bien esto demuestra cierta solidez, la serie no ha sido actualizada para atraer a los fans jóvenes de hoy.

Ricardo Juncos llegó a Estados Unidos con casi nada en el bolsillo. Después de unas temporadas como joven piloto en monoplazas F3 en Argentina, las cuales no le trajeron los resultados que él esperaba, tomó sus valijas con rumbo al país de las oportunidades.

Pero la pasión por los monoplazas no la abandonó. En poco tiempo ya formaba su propio equipo de carreras. Desde el 2009 Juncos Racing se ha convertido en uno de los más exitosos con múltiples campeonatos ganados en las series Pro-Mazda e IndyLights. Estos son las equivalentes a la Formula 3 europea. Ambas series son consideradas como los semilleros de talento para la Fórmula1 o Indycar.

Ricardo Juncos conversa con un piloto.
(Juncos Racing


)

Comencé a entrevistar a Ricardo en 2010. Inmediatamente uno se da cuenta que tiene la energía y la condición mental para obtener sus objetivos. Sus críticas, observaciones, y metodologías siempre buscan mejorar el resultado. Jamás olvidaré su explicación en cómo tratar sicológicamente a diferentes pilotos para que den lo mejor de sí mismos.

Entre los pilotos que han pasado por la escuela Juncos Racing destacan Gustavo Menezez (ganador de las 24 Hrs de LeMans); Tatiana Calderón (Fórmula 1); y Connor Daly, Rinus Veekay y Sting Ray Robb, quienes hoy participan y son el futuro de la categoría Indycar.

Juncos no tiene otro trabajo o fuente de ingresos. El cien por ciento de su tiempo se enfoca en cómo poder mejorar su equipo para llegar primero. Ahora su escudería compite en la categoría máxima IndyCar. Esta requiere los mejores mecánicos, las mejores herramientas, el mejor taller. Él lo sabe muy bien, su pasión y actitud no le permiten bajar los brazos.

En la Indycar el promedio de edad de los pilotos está por encima de los 30 años.
(Juncos Racing)

A través de los años también he podido hablar con gente de su equipo y la respuesta siempre ha sido la misma: Ricardo es un líder que no se rinde y da el ejemplo para todos. Claro que no es un ambiente fácil para un conjunto humano, porque hay que acostumbrarse a dar el 110 por ciento sabiendo que un triunfo en la categoría más competida del mundo es más difícil que llegar a la luna.

Internamente todo parece estar muy bien en Indycar, con una participación alta de autos y un incremento de ratings de televisión. La serie se declara la mejor del mundo. Y los pilotos mismos hablan de una competición de alta paridad y un ambiente mucho más relajado que en Europa o Asia.

Roger Penske, con sus 86 años, ha sido instrumental en mantener la serie y revitalizar el famoso óvalo en Indiana. Pero a veces hay que elevar el objetivo. Formula 1 posee una audiencia televisiva de 445 millones, NASCAR 3.8 millones, IndyCar esta satisfecha con 1.3 millones. Instagram muestra 22 millones de seguidores de Formula 1 y solo 480 mil para Indycar. El setenta por ciento de los pilotos de Formula 1 están por debajo de los treinta años de edad. En cambio, en IndyCar el cincuenta por ciento están por encima de esa edad y hay nueve que sobrepasan los cuarenta años. Como en todo deporte físico, la edad afecta el rendimiento máximo.

Ante el inminente cambio de reglamentaciones técnicas para la categoría, se debe comenzar a escuchar a este inmigrante que ha demostrado tener la fórmula para salir adelante en las situaciones más difíciles. Lo de ayer ya no funciona en ninguna empresa. Los jóvenes empresarios ven las cosas de una manera diferente. En esta serie de carreras de autos no puede ser diferente.

Juncos no es solo un ejemplo más de la determinación de todos aquellos que han hecho de Estados Unidos su nueva casa. Él es el nuevo arquetipo de cómo triunfar ante los más poderosos del mundo. Hay que cuestionar todo, comprobar las respuestas, aceptar comentarios de los diversos grupos de gente, trabajar con orgullo y profesionalismo, mantener la humildad, elevar la meta a las estrellas y jamás dejar de observar el objetivo final.

Ya todos en Indycar se dan cuenta que es solo cuestión de tiempo para que Juncos Racing esté en el podio. Todos vivimos nuestros propios campeonatos en la vida. Debemos observar y escuchar a aquellos que se destacan para crear nuestra formula y así en pocos años también subir al podio de nuestros sueños.

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