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Dos pacientes con VIH están en remisión de la enfermedad. ¿Cuántos más seguirán?

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Y un día, fueron dos.

Un hombre de Londres infectado con VIH entró en remisión a largo plazo después de recibir un trasplante especial de células madre que no sólo trató su cáncer, sino que también puso el virus en remisión. Su recuperación, descrita esta semana en la revista Nature, marca la segunda vez que un paciente elimina el VIH de su cuerpo con la ayuda de un trasplante de células madre.

Los médicos no ven el riesgoso procedimiento como una forma de tratar a los millones de personas que son VIH positivas y están en riesgo de desarrollar SIDA. Pero podría ayudar a los investigadores a diseñar un tratamiento igualmente eficaz, que altere el ADN de un paciente con precisión milimétrica.

La cura aparente del “paciente de Londres”, quien no ha sido identificado, le sigue a varios esfuerzos infructuosos para replicar la experiencia de Timothy Brown en 2008, el “paciente de Berlín” que se sometió a un tratamiento para la leucemia y obtuvo una resistencia sólida al VIH durante el proceso. La cuestión generó nuevas esperanzas de que una enfermedad que ahora es controlable mediante medicamentos costosos que deben tomarse todos los días, pronto podría curarse con una sola infusión de células inmunes diseñadas por ingeniería genética.

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En los albores de una época en la que la ingeniería genética y la inmunoterapia prometen convertirse en herramientas comunes en la medicina, la información obtenida de estos dos pacientes podría llevar a una cura para un mal que se ha cobrado 35 millones de vidas y aún mata a 940.000 personas por año.

“Esto es realmente emocionante e importante”, afirmó Jonah Sacha, un inmunólogo de la Universidad de Salud y Ciencia de Oregon, que estudia el VIH y no participó en la nueva investigación. “Realmente da mucha esperanza al campo de la cura del VIH”, continuó Sacha. “Pero también subraya la magnitud de la tarea por delante. Es enorme”.

En todo el mundo, casi 37 millones de personas están infectadas con el virus de inmunodeficiencia humana. Unos 21 millones están tomando medicamentos antirretrovirales diariamente para suprimir su infección. Pero rutinariamente aparecen cepas resistentes a los medicamentos. Eso ha causado preocupación por la viabilidad a largo plazo de los antirretrovirales actuales, y sumó urgencia a la búsqueda de una manera de eliminar el VIH para siempre, en una sola toma.

El paciente de Londres había manejado durante mucho tiempo su VIH con drogas antirretrovirales. Su mayor problema de salud ocurrió en 2012, cuando le diagnosticaron un linfoma de Hodgkin avanzado.

Después de que la quimioterapia fracasara y el paciente no pudiera reunir las células madre necesarias para proporcionar su propio trasplante, los médicos acudieron a un registro internacional para hallar un donante de células madre adecuado. Además de buscar una relación cercana con el paciente, rastrearon a alguien que hubiera heredado una versión particular de un gen especial, tanto de su madre como de su padre.

El gen en cuestión se conoce como CCR5, y los científicos sospechan que desempeña un papel clave en escoltar al VIH en las células. Aquellos que tienen dos copias de una versión del gen conocido como CCR5 Delta32 parecen ser resistentes a la infección por VIH.

Se requirió un esfuerzo considerable, pero los investigadores pudieron encontrar un donante que cumpliera con los requisitos. Siguiendo los protocolos de tratamiento habituales para los cánceres de la sangre, los médicos eliminaron y suprimieron gran parte del sistema inmunológico original del paciente y luego transfirieron una colección de células madre extraídas de la médula ósea del donante.

Dieciséis meses después del trasplante, el sistema inmunitario del paciente había incorporado completamente el nuevo par de genes CCR5 y estaba lo suficientemente estable como para ver qué ocurría si dejaba de tomar sus antirretrovirales.

La respuesta: nada. Incluso después de 18 meses, el paciente de Londres parecía haber suprimido completamente el virus del VIH, según el informe de Nature.

Si bien sólo el tiempo dirá si su remisión es permanente, el paciente de Londres parece curado del linfoma de Hodgkin y de su infección por el VIH.

Los autores del estudio dejaron en claro que no esperan que los trasplantes de células madre se conviertan en un tratamiento estándar para el VIH. Como se realiza actualmente en gran parte para el tratamiento de los cánceres de sangre, los trasplantes son costosos, complejos y extremadamente peligrosos.

En cambio, el paciente de Berlín y el paciente de Londres brindan lecciones importantes sobre la maquinaria genética que puede actuar como un interruptor de control para el VIH. Si esto se adapta a la inmunoterapia y otros tratamientos que ya están en uso general, podría allanar el camino hacia una cura.

La eliminación exitosa del VIH en ambos hombres ofrece apoyo a la sospecha de los investigadores de que tener dos copias de CCR5 Delta32 esencialmente elimina el gen y evita que la forma más común de VIH ingrese a las células de una persona para replicarse.

“Es bastante claro que el receptor CCR5 es una parte absolutamente crítica de lo que el VIH necesita para entrar a las células”, explicó el Dr. Otto Yang, especialista en enfermedades infecciosas e investigador del VIH en UCLA. Convertir ese conocimiento en una cura llevará muchos, muchos más pasos, agregó.

Por empezar, el virus VIH-1 se adapta rápidamente a nuevos entornos y ha demostrado ser experto en desarrollar soluciones alternativas para sobrevivir. En un esfuerzo por replicar el éxito del paciente de Berlín, se trató a una persona con un remanente muy debilitado de la infección por VIH, y se descubrió que incluso entonces, el virus podía replicarse utilizando un segundo programa genético para ingresar a las células y multiplicarse. Esa persona, apodado “el paciente de Essen”, finalmente murió.

También está la incertidumbre persistente sobre el papel que el propio sistema inmunológico de un paciente podría desempeñar para vencer el VIH.

Los pacientes con cánceres de sangre letales generalmente sufren la destrucción casi total de su propio sistema inmunológico para dar paso a las células madre de los donantes. Pero incluso con una buena compatibilidad, los órganos propios de un receptor pueden ser atacados por las células recién trasplantadas, un fenómeno llamado enfermedad de injerto contra huésped.

Los investigadores pueden tratar de evitar ese resultado utilizando técnicas pioneras de inmunoterapia antitumoral CAR-T: podrían recolectar células inmunitarias de un paciente con VIH, eliminar el gen CCR5 que el VIH necesita para prosperar, formar un ejército de células alteradas y reintroducirlas al paciente.

Tal enfoque podría reducir el riesgo de enfermedad de injerto contra huésped, dijo Yang. Más importante aún, plantea la cuestión de si es ideal, o incluso necesario, deshabilitar por completo el sistema inmunológico de un paciente. Tal vez con la ayuda de un agente de estimulación inmunológica, las células rediseñadas podrían trabajar con el sistema inmunitario original para eliminar la infección por VIH, explicó.

La terapia con genes podría ser otro camino a seguir, señaló el Dr. Jeffrey C. Laurence, oncólogo e investigador del VIH en el Weill Cornell Medicine’s Center for Blood Disorders, en Nueva York. Este enfoque aún experimental implicaría tomar la maquinaria necesaria para producir células con la mutación doble deseable y transportarlas a un paciente con la ayuda de un virus.

Hacer que las curas del VIH sean accesibles para todos requerirá la eliminación de aún más obstáculos, agregó Laurence. Aun así, los avances en la edición de genes, la ingeniería genética y las terapias inmunológicas han hecho que la cura parezca posible, destacó Sacha. “Sabemos que podemos hacerlo”, afirmó.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí

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