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Niños no vacunados enfrentan el peor brote de varicela en 20 años

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WASHINGTON POST

La varicela se ha apoderado de una escuela en Carolina del Norte donde muchas familias reclaman la exención religiosa de las vacunas.

Los casos de varicela se han multiplicado en la escuela de Asheville Waldorf, que atiende a niños desde la guardería hasta el sexto grado en Asheville. Alrededor de una docena de infecciones aumentaron a 28 a principios de noviembre. Para el viernes 16, había 36, informó el Asheville Citizen-Times.

El brote está clasificado como el peor del estado desde que la vacuna contra la varicela estuvo disponible hace más de 20 años. Desde entonces, el curso de dos dosis ha logrado limitar la enfermedad altamente contagiosa que alguna vez afectó al 90% de los estadounidenses.

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La escuela es un símbolo del pequeño pero fuerte movimiento contra los medios más efectivos para prevenir la propagación de enfermedades infecciosas, como una isla en el vasto océano del consenso médico. El porcentaje de niños menores de 2 años que no han recibido ninguna vacuna se ha cuadruplicado desde 2001, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.

Al igual que el brote de sarampión de Disneylandia en 2015, el estallido demuestra las consecuencias reales de un debate sombrío alimentado por la ciencia basura y fomentado por el mismo tipo de robots y trolls de Twitter que difundieron información errónea durante la elección presidencial de 2016. Y muestra cómo una visión aparentemente marginal puede ganar terreno en un lugar como Asheville, una ciudad destino de vacacionistas durante todo el año, situada entre las montañas Blue Ridge y Great Smoky.

“La escuela cumple con los requisitos de vacunación establecidos por la junta estatal de educación, pero también reconoce que la decisión de los padres de inmunizar a sus hijos ocurre antes de ingresar a la escuela”, explicó la escuela en una declaración a Blue Ridge Public Radio.

Jennifer Mullendore, directora médica del condado de Buncombe, N.C., fue inequívoca. “Queremos ser claros: la vacunación es la mejor protección contra la varicela”, dijo.

“Cuando vemos un gran número de niños y adultos no inmunizados, sabemos que una enfermedad como la varicela se puede propagar fácilmente por toda la comunidad, a nuestros patios de recreo, supermercados y equipos deportivos”, aseveró Mullendore en un comunicado de prensa.

Pero no todos los padres parecieron captar la gravedad del brote. Tampoco todos ven la razón detrás de las vacunas, que algunos creen que, al contrario de la evidencia científica, causan problemas de salud más graves de los que deben curar. La afirmación de un riesgo de autismo, aunque ha sido desacreditado, ha seguido siendo un grito de guerra del movimiento anti-vacuna.

“¿Cuál es el problema con la varicela?”, una residente de Asheville, Amy Gordon, le preguntó al Citizen-Times.

La varicela es grave, advierte el CDC, “incluso es potencialmente mortal, especialmente en bebés, adolescentes, adultos, mujeres embarazadas y personas con sistemas inmunitarios debilitados”.

El virus solía aparecer en aproximadamente 4 millones de casos al año en Estados Unidos, causando más de 10,000 hospitalizaciones y entre 100 y 150 muertes. Los niños eran especialmente susceptibles, ya que las escuelas parecían incubar la erupción similar a una ampolla, que aparece primero en el estómago, la espalda y la cara y puede extenderse por toda la superficie del cuerpo creando hasta 500 ampollas con picazón.

Eso fue antes de que se autorizara un programa de vacunación de dos dosis en EE.UU. en 1995.

La vacuna, que según los CDC es aproximadamente 90% efectiva, no ha eliminado el virus Varicella zoster que causa la varicela. Pero desde que el régimen llegó a estar disponible comercialmente, ha reducido el número de casos, así como su gravedad. Un estudio prospectivo de 14 años publicado en Pediatrics en 2013 encontró que la incidencia de infección era de nueve a 10 veces menor que en la era anterior a la vacuna.

Aún así, los méritos claramente documentados de la vacuna siguen siendo poco convincentes para algunos. Asheville Waldorf tiene una de las tasas más altas de exención de vacunación por motivos religiosos en el estado, según los datos mantenidos por el Departamento de Salud y Servicios Humanos del estado.

La escuela privada tiene la tasa de exención más alta por motivos religiosos que todas las otras dos escuelas de Carolina del Norte. Durante el año escolar 2017-18, 19 de los 28 estudiantes de kindergarten estuvieron exentos de al menos una vacuna requerida por el estado. De los 152 estudiantes de la escuela, 110 no habían recibido la vacuna contra la varicela, informó el periódico.

Carolina del Norte requiere que todos los estudiantes en el estado reciban ciertas vacunas. Entre las requeridas para niños en edad preescolar hay dos dosis para la varicela, dos para el sarampión y dos para las paperas. Los estudiantes de séptimo grado deben someterse nuevamente a la inmunización.

Pero el estado también permite exenciones basadas en el consejo de un médico, así como por motivos religiosos.

“Si las creencias religiosas de buena fe de un adulto o el padre tutor son contrarias a los requisitos de inmunización contenidos en esta parte, el adulto o el niño estarán exentos de los requisitos”, según indica la ley estatal.

Los esfuerzos recientes para endurecer las reglas han fracasado. En 2015, los legisladores estatales retiraron un proyecto de ley que casi habría eliminado la exención religiosa después de que sus esfuerzos fueron enfrentados por una estridente protesta. Los manifestantes criticaron la Asamblea General del estado en Raleigh, advirtiendo sobre “Terrorismo médico”.

Mientras tanto, el director médico del condado ha estado exhortando a los residentes a inmunizar a sus hijos. “¿Qué sucede cuando carecemos de inmunidad comunitaria? El sarampión es lo que sucede”, dijo Mullendore este otoño a los comisionados del condado, que tuvieron la tasa más alta de exenciones religiosas en 2017.

La fricción entre los expertos médicos y los residentes bajo su cuidado no es exclusiva del Condado de Buncombe, donde los padres del 5.7% de los estudiantes de kindergarten reclamaron una exención religiosa, o incluso de Carolina del Norte, donde la tasa era del 1.2%.

De acuerdo con la Conferencia Nacional de Legislaturas Estatales, cuarenta y siete estados permiten exenciones religiosas a los requisitos de vacunas. Los datos de los CDC muestran que el porcentaje promedio de los niños de kindergarten que no recibieron una o más vacunas requeridas fue el más alto en Oregon.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí.

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