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En pos de la eficiencia y de obtener ganancias, Snap Inc. despedirá a más de 120 ingenieros

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El creador de la aplicación de mensajería de video Snapchat recortará más de 120 puestos de ingeniería para controlar los costos mientras busca que su negocio madure.

Snap Inc. sostiene que los recortes no están relacionados con sus finanzas y que tiene la intención de cubrir algunas de las posiciones abiertas. La compañía planea contratar empleados más experimentados para revisar un equipo al que le ha costado superar los problemas con los dispositivos Android y que se enfrentó a críticas generalizadas por el reciente rediseño de la aplicación.

Muchos de los ingenieros despedidos habían sido contratados recién salidos de la universidad, durante una fase de rápida expansión de la empresa.

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Los recortes podrían ayudar a Snap a acercarse a la rentabilidad después de un año en el cual registró pérdidas brutas por $720 millones -sin intereses, impuestos y cargos, como los gastos de compensación de acciones-. El cofundador y presidente ejecutivo de Snap, Evan Spiegel, comunicó a los empleados en una carta hace varios meses que quería alcanzar el punto de equilibrio en 2018, según un informe publicado este jueves en The Information.

Snap se negó a efectuar comentarios.

Los recortes son otra señal de la maduración de Snap, un año después de su adquisición pública. El mes pasado, la empresa arrendó más de la mitad de su espacio de oficinas en Venice y agrupó a los empleados en un parque corporativo más tradicional, en Santa Mónica, que le ahorrará dinero a largo plazo.

Mediante el reemplazo de los ingenieros nóveles con un número menor de especialistas experimentados, la compañía cree que podrá obtener más, cuando todavía está lejos de la rentabilidad. “Casi por definición, la empresa está creciendo”, afirmó Brian Wieser, analista de Pivotal Research Group. “Es una firma de etapa inicial, por lo cual evolucionará en la forma en que prioriza los recursos y los gestiona”.

En un correo electrónico enviado a los empleados, el jefe de ingeniería de Snap, Jerry Hunter, afirmó que ese equipo sería reestructurado en la que equivale a la tercera y más grande ronda de despidos en la compañía, desde que esta salió al mercado. “Queremos liberar velocidad y productividad en nuestra organización, manteniendo la vara técnica alta”, aseveró Hunter en el mensaje, que fue obtenido por The Times. “Ello exigió que pensáramos detenidamente sobre la forma de la organización y dónde encaja cada miembro de nuestro equipo. Así, hemos tomado la decisión excepcionalmente difícil de despedir de la compañía a poco más de 120 miembros de nuestro equipo”.

Los despidos ascienden a más del 10% del grupo de ingeniería.

Siguiendo un camino antes recorrido por muchas firmas de tecnología, Snap presentó el año pasado un proceso de evaluación de desempeño que le permitió clasificar a los empleados. Los más de 120 relevados obtuvieron el puntaje más bajo en las revisiones. A todos ellos se les proporcionará indemnización por despido, agregó Hunter en su correo electrónico.

Los ceses se producen después de meses de críticas generalizadas acerca del rediseño de Snapchat. La revisión, que separa el contenido personal de los usuarios compartido con amigos del contenido público producido por editoriales y celebridades, fue objeto de una petición en Change.org y burla de estrellas como Kylie Jenner.

Snap defendió el rediseño, alegando que todos se acostumbrarán a él con el tiempo. Para los analistas de Wall Street, la nueva imagen era necesaria para atraer más usuarios. La versión anterior era criticada y considerada demasiado difícil de navegar para los mayores de 20 años.

Las primeras rondas de cesantías se concretaron en el departamento de hardware de la compañía, responsable de los artilugios como los Spectacles, las gafas de sol con cámara de video que el año pasado no cumplieron las expectativas de ventas. La empresa se quedó con tanto inventario sin vender que debió registrar $40 millones en pérdidas asociadas con las gafas. A pesar de ello, Snap está invirtiendo en desarrollar dos versiones más de Spectacles.

La reducción de personal también sigue a una serie de recientes salidas ejecutivas de alto perfil, incluido Tom Conrad, vicepresidente de producto, quien anunció planes para abandonar la compañía antes de marzo.

Otros que han abandonado las filas son Tim Sehn, jefe de ingeniería; Chris Handman, abogado general; Chloe Drimal, ejecutiva a cargo del desarrollo de contenido; Robyn Thomas, vicepresidente de recursos legales y humanos; Martin Lev, vicepresidente de seguridad y Jad Boutros, vicepresidente y director de seguridad.

Snap ha tenido problemas para encontrar su equilibrio desde su salida al mercado, el año pasado. El precio de sus acciones recibió una paliza después de que los inversionistas se preocuparan por su lento crecimiento, los altos costos operativos y su incumplimiento de los objetivos de ingresos.

La compañía comenzó a cotizar en bolsa en marzo de 2017 y el precio de sus acciones cayó por debajo de sus máximos iniciales, aunque tuvo una recuperación significativa este febrero, después de superar las expectativas de ganancias de los analistas en el cuarto trimestre.

Según los informes, la moral es baja en la empresa, que al parecer ha omitido las bonificaciones a los empleados después de no alcanzar los objetivos internos.

La firma también planea retirar gran parte de su personal de su hogar espiritual en Venice, y puso en alquiler 163,000 pies cuadrados de espacio de oficinas, el mes pasado, para trasladar a cientos de empleados a un parque empresarial en Santa Mónica.

El cambio fue en parte impulsado por lo impracticable de extender a los trabajadores en un mosaico de propiedades en Venice. La decisión también reducirá la fricción con los residentes y dueños de negocios de esa zona, a quienes no les gustaba la seguridad y el servicio de transporte de Snap en el pintoresco vecindario playero.

Para atraer nuevos talentos, la compañía ofrece un nuevo cronograma de adquisición de acciones ponderadas a futuro. El nuevo sistema, que fue informado por primera vez por Bloomberg, permitirá conceder una cuarta parte de las opciones sobre acciones de los empleados cada año. A los trabajadores actuales se les permite el 10% de sus acciones con su primer año, el 20% el segundo año, el 30% el tercero y el 40% el cuarto.

En privado, la empresa afirma que los despidos no tienen que ver con la reducción de costos. Pero la presión crecerá para obtener ganancias.

A pesar de un mejor desempeño en el cuarto trimestre, las pérdidas de la firma se incrementaron en 2017. La compañía pagó $5.22 en costos por cada dólar generado en ingresos; una gran parte de ello se debió a una compensación de acciones.

Un año antes, cuando Snap todavía era una empresa privada, pagaba $2,28 por cada dólar de ingresos generados, según sus reportes financieros.

Wieser, analista de Pivotal Research Group, estima que Snap necesitará $2,500 millones en capital durante los próximos cuatro años para cubrir sus costos e inversiones sin dejar de tener una cómoda cantidad de efectivo disponible.

En lugar de un aumento en las ganancias, la compañía podría recaudar más acciones o reducir costos para obtener el capital necesario. Eso podría significar más despidos en una empresa con más de 3,000 empleados en todo el mundo. “Snap aumentó su personal a un ritmo vertiginoso el año pasado; probablemente demasiado rápido para su propio bien”, consideró James Cakmak, analista de Monness, Crespi, Hardt & Co. “El tamaño correcto, lamentablemente, es una de las principales formas de garantizar la muy necesaria agilidad en ese espacio demasiado poblado”.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí

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