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México envía fuerzas federales a su frontera sur mientras la caravana de migrantes se dirige al norte

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México envió fuerzas federales a su frontera sur para intentar detener una caravana de inmigrantes hondureños que se dirige a Estados Unidos, luego de que el presidente Trump hizo un llamado a varias naciones latinoamericanas a detener la caravana constituida principalmente por inmigrantes hondureños que tratan de llegar a Estados Unidos.

La policía federal de México publicó imágenes de dos aviones que llegaron a Tapachula, en la frontera con Guatemala, procedentes de la Ciudad de México. Los informes de noticias mostraron a cientos de agentes que desembarcaron de los aviones, algunos con equipos antimotines.

En una serie de declaraciones, el gobierno dejó en claro que no dejará transitar por territorio mexicano a ninguna de las 2,000 personas que no cuenten con los documentos legales.

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Cualquier persona que ingrese al país “de manera irregular” será detenida y, si corresponde, será devuelta a su país de origen, dijo en un comunicado el gobierno de México. Sin embargo, los inmigrantes que huyen de la violencia u otras amenazas pueden solicitar el estatus de refugiado en México, pero para ello, tienen que hacerlo en la frontera y esperar 45 días en un centro de detención.

La última vez que una caravana similar de inmigrantes destacó en los titulares internacionales fue en abril, cuando las autoridades mexicanas le dieron a los inmigrantes visas de corto plazo que les permitieron transitar por México y llegar a la frontera de Estados Unidos.

Esa acción enfureció a Trump, quien movilizó tropas de la Guardia Nacional en la frontera y dijo que los participantes de la caravana representaban una amenaza para la soberanía de Estados Unidos.

Esta vez, los funcionarios mexicanos están ansiosos de complacer a Trump, quien ha amenazado con retirar fondos de los países que no hagan un mayor esfuerzo por frenar la inmigración ilegal.

“Están respondiendo claramente a los arrebatos de Trump”, dijo el analista político Carlos Bravo Regidor sobre las autoridades mexicanas. “Creo que durante mucho tiempo, México ha dejado que las decisiones sobre su frontera sur sean tomadas en Estados Unidos.

El malestar contra los inmigrantes también es común en México, dijo Bravo. Algunos mexicanos se resienten con los inmigrantes centroamericanos, que a veces están dispuestos a trabajar por salarios más bajos que los mexicanos.

La caravana, que incluye a personas que huyen de la violencia y la represión política, así como a migrantes en busca de trabajo, partió el sábado de la ciudad hondureña de San Pedro Sula, dos días después de que el vicepresidente Mike Pence se comunicara con los presidentes de Honduras, El Salvador y Guatemala para instar a sus ciudadanos a que no emigren a Estados Unidos de manera ilegal.

El 15 de octubre, los migrantes pasaron por la frontera con Guatemala, y al día siguiente, Trump amenazó a esos países con retener toda ayuda si la caravana no es detenida.

“Es difícil creer que con miles de personas en el sur de la frontera, caminando hacia nuestro país en forma de grandes caravanas, los demócratas no aprobarán una legislación que permita leyes para la protección de nuestro país”, escribió el miércoles.

Pero la caravana sigue adelante. El 17 de octubre, todavía estaba a cientos de millas de la frontera con México.

Funcionarios de Estados Unidos anunciaron que el secretario de Estado Michael R. Pompeo visitará la Ciudad de México el viernes 19 de octubre para reunirse con el presidente Enrique Peña Nieto. La caravana estará en la agenda, dijo a la prensa un alto funcionario del Departamento de Estado.

“Estoy seguro de que habrá conversaciones con México sobre cómo trabajamos juntos en este tema”, dijo el funcionario. “Ciertamente, estamos buscando resultados concretos y soluciones para ambos países”.

Bajo la administración de Peña Nieto, México ha aumentado considerablemente los controles migratorios. Pero el presidente entrante, Andrés Manuel López Obrador, quien tomará el 1 de diciembre, podría estar menos dispuesto a cooperar.

El miércoles 17, López Obrador dijo que las deportaciones por sí solas no resuelven el problema de la inmigración. En una conferencia, afirmó que planea aumentar la cantidad de visas otorgadas a inmigrantes centroamericanos.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí.

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