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No son propietarios, no tienen hijos: por qué los “millennials” son adictos a las plantas

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Hace diez meses, Tommy Engström renunció a su trabajo en ventas publicitarias, empacó su apartamento en Chicago y condujo hasta Los Ángeles. Alquiló un departamento en Culver City, tan desolado que hacía eco. “Era yo, una maleta de ropa y un colchón de aire”, cuenta.

Cuando tropezó con el vivero Rolling Greens, adquirió una planta de bajo mantenimiento, llamada Ficus elastica. Eso lo llevó a un helecho armiño que encontró en Grow, en Venice, a una higuera hoja de violín de Home Depot, varias plantas aéreas conocidas como tillandsia y otras 20 especies.

“Me sentí atraído por las plantas”, relata Engström, quien tiene 30 años y trabaja en una agencia de marketing. “Todos se burlaban de mí porque dormía en un colchón de aire y compraba plantas. Pero tener seres vivos para cuidar me tranquilizó”.

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Engström no está solo. Aunque las plantas de interior nunca pasaron de moda como decoración hogareña de bajo presupuesto, las ventas de flores, semillas y plantas en macetas aumentaron desde 2016, según el Departamento de Comercio de EE.UU. El reciente incremento coincide con el hecho de que algunos miembros de la Generación del Milenio, definidos por el Departamento del Censo nacional como “jóvenes nacidos entre 1982 y 2000”, retrasan la compra de una vivienda.

“Muchos millennials viven en apartamentos y no tienen jardines”, explica Annette Gutiérrez, copropietaria de la tienda de jardinería Potted, de Atwater Village. “No entran y compran macetas de $300, a menos que sean actores. Eligen muchas suculentas, plantas colgantes y aéreas”.

Gutiérrez almacena alrededor de 100 tillandsia por semana y dice que la mayoría son adquiridas por gente joven. Incluso tuvo que cambiar la política de la tarjeta de crédito de la tienda porque los clientes millennials rara vez tienen dinero en efectivo. “Solíamos tener una tarifa de transacción para compras inferiores a los $10”, explica. “Pero muchos clientes gastaban $4, y decidimos cambiarlo”.

En Los Ángeles, donde el valor promedio de la vivienda alcanzó recientemente un máximo histórico de $590,000, el costo de vida hace que ser propietario quede fuera del alcance de muchos millennials . Sin las obligaciones de los niños y las hipotecas, esta generación encuentra consuelo en sus Sansevierias y Monsteras deliciosas, y cultiva un sentido de propiedad con las plantas.

Desde Pasadena hasta Long Beach, los viveros independientes Folia Collective, Peacock & Co. y Sanso abrieron sus puertas recientemente y se afianzaron en el mercado al apuntar a la Generación del Milenio, incluso cuando muchas de tiendas similares lucharon por mantenerse a flote durante la sequía de California, en 2014.

Sin embargo, como barómetro del entusiasmo de los milenarios por las plantas solo basta con mirar Instagram, donde las selfies con filodendron pueblan cuentas como Boys With Plants y los hashtags #plantmama y #plantdad conectan a los fanáticos (#plantlovers).

Justina Blakeney, diseñadora e influencer con más de 980,000 seguidores en su cuenta de Instagram, Jungalow, cree que la fascinación por las plantas también es una respuesta a la vida urbana. “No puedo precisar cuántas personas me dicen que tienen una nueva obsesión con las plantas”, afirma Blakeney, de 39 años. “Cada vez que tomo un Lyft y les digo lo que hago, los conductores me piden consejos sobre sus ficus”.

Para Blakeney, las plantas se tratan de “darle vida al hogar”. “La gente busca estar cerca de la naturaleza. Puedes volver a casa y estar rodeado de vegetación. Es un respiro estar rodeado de esa manera”, asegura.

La bloguera de alimentos y bienestar Lee Tilghman, de 28 años, quien vive en su apartamento en Koreatown desde que se mudó aquí desde Nueva York, hace tres años, concuerda. “Vivo en el centro de la ciudad, y es ruidoso y agitado”, relata. “Es bueno tener algo del exterior, en el interior. Solía luchar contra la ansiedad y descubrí que tener plantas calma mi ansiedad y naturalmente ilumina mi espacio”.

Los millennials se sienten atraídos por las plantas porque “no saben lo que traerá el futuro”, afirma Tilghman. “Siempre estamos en movimiento. Puedes incorporarlas a tu casa sin preocuparte por lo que ocurrirá después”.

Por todo ello, no es sorprendente que alguien -actrices, comediantes y adictas a la plantas confesas, como Brooke Trantor, de 28 años, y Erin McDonnell, de 26- convirtieran la tendencia en una narración, el show cómico de YouTube “Botanical Baes”.

“Es difícil ser milenario y artista en esta ciudad”, expresa Trantor, quien alquila un departamento en Hollywood. “Es genial volver a casa con mis plantas y ver su crecimiento. Eso es tangible. Me recuerda que la vida es mucho más que la experiencia del día a día. En este departamento, con estas plantas, me siento anclada. Este es mi santuario”.

McDonnell, quien alquila en Hollywood, creció en South Pasadena y fue a la universidad en Carolina del Sur. “Brooke y yo nos conectamos con nuestras plantas”, asegura. “Tenemos amigos que pueden comprar casas y tener jardines. Yo no puedo tener una mascota. No podemos cambiar mi jardín. Es una buena salida creativa, de manera más pequeña. Podemos ocuparnos de algo, nutrirlo y verlo crecer de una forma que es accesible para nosotros”.

Las comediantes insisten en que no se burlan de los padres de plantas de la actualidad. “Aprendí en Second City que no tienes derecho a burlarte de otras personas hasta que no te burles de ti mismo”, agrega Trantor. “Me miré en el espejo y pensé ‘Hablamos con nuestras plantas. Somos ridículas’. Y partimos de esa idea”.

Como representante de ventas de seguros de salud, Anthony Gulino, de 33 años, a menudo trabaja desde su departamento de Los Feliz. Para él, crear un ambiente de trabajo saludable no se trata de ergonomía sino del entorno.

“No hay una superficie horizontal vacía que no tenga una planta”, relata. “Me divierto viéndolas cambiar, cultivándolas y cuidándolas. Me gusta ver un nuevo crecimiento y verlas hacer cosas impredecibles”.

Las plantas hacen que su departamento sea tan atractivo. “He buscado propiedades para comprar una casa o mejorarla”, cuenta. “La luz del sol para mis plantas está entre mis prioridades”.

Engström agrega: “Es una pasión divertida. ¿Estoy obsesionado con las plantas? Podría ser mucho peor”.

A continuación, algunos de nuestros sitios preferidos para comprar plantas en L.A.

Acorn

1611 Colorado Blvd., Eagle Rock, (323) 474-6297

Artemisia Nursery

5068 Valley Blvd., El Sereno, (323) 795-5515

The Cactus Store

1505.5 Echo Park Ave., Echo Park, (213) 947-3009

Folia Collective

380 S Lake Ave #105, Pasadena, (626) 787-4957

Grow Venice

1650 Abbot Kinney Blvd, Venice, (310) 729-2713

Mickey Hargitay Plants

1255 N. Sycamore Ave. West Hollywood, (323) 467-8044

The Los Angeles Flower Market

754 Wall St., downtown Los Angeles, (213) 627-3696

The Plant Provacateur

3318 W. Sunset Blvd., Silver Lake, (323) 774-4836

Ponderosa Cactus

128 N. Ave 64, Highland Park, (818) 583-7756

Potted

3158 Los Feliz Blvd., Los Angeles, (323) 665-3801

Rolling Greens

9528 Jefferson Blvd, Culver City, (310) 559-8656 y 7505 Beverly Blvd, Los Angeles, (323) 934-4500

Rose Bowl Flea Market

El segundo domingo de cada mes, Rose Bowl, Pasadena

Sals Cactus Mart

3571 Howe Road, Fillmore, (805) 368-5433

Sanso Plant Shop

2915 Knox Avenue. #103, Frogtown, (323) 922-6065

Sunset Nursery

4368 Sunset Blvd., Silver Lake, (323) 661-1642

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí

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