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Hablando sobre escuelas con el nuevo superintendente del LAUSD

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Austin Beutner, quien oficialmente asume este martes como el nuevo superintendente del Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles (LAUSD), encara un trabajo muy difícil en un momento particularmente complejo. La junta escolar está dividida y no lo respaldó por unanimidad. El segundo distrito escolar más grande del país tiene problemas muy arraigados, como la disminución de la matrícula, el retraso en los logros académicos y el aumento de los costos de las pensiones y la atención de la salud, que reducen su presupuesto.

El exbanquero de inversión, de 58 años, y exeditor del L.A. Times, tiene años de experiencia en el mundo de las finanzas, pero ninguna como educador. A principios de esta semana, se reunió con el equipo de educación de este periódico para analizar los desafíos que enfrenta el distrito, que cuenta con cerca de 60,000 empleados y 500,000 alumnos en escuelas públicas tradicionales. Beutner no habló sobre sus planes -expresó en repetidas ocasiones “estén atentos”- pero discutió en términos generales su forma de pensar al abordar las difíciles decisiones del futuro.

“Este no es un ejercicio de la noche a la mañana”, consideró, sobre su nuevo trabajo. “No será fácil”.

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Acerca de cómo equilibrar la potencial crisis presupuestaria del LAUSD con la exigencia de los maestros de un mayor salario

“Postularía a priori que la educación debe ser más valorada, no solo en nuestra comunidad sino en todo el país; ya sea un maestro o alguien que maneja un autobús y lleva a esos niños a la escuela. Todos ellos están muy poco valorados. Ahora, tenemos que equilibrar eso con nuestras opciones… Creo que nuestra fuerza de trabajo necesita un trato justo. Necesitan tener una carrera, necesitan ser entrenados, necesitan sentirse bien con la labor que hacen y ser valorados por eso, pero tenemos que poner esas opciones y esos conjuntos de valores sobre la mesa, junto con otras cosas que el distrito también debe atender”.

Sobre la necesidad de más inversión en educación pública

“Según el estado de California, $15,000 son suficientes para educar a un niño... No estoy seguro de que haya un escenario en el cual $15,000 funcionen a largo plazo. Por lo tanto, dentro de nuestro horizonte de planificación... tendremos que tener una conversación con la comunidad, sobre por qué se necesitan inversiones adicionales. También vamos a tener que conversar con nuestra comunidad para decir: ‘¿Deberíamos tomar algunas decisiones diferentes, o qué valores son más importantes para nosotros con los recursos que tenemos?’”.

Acerca de la influencia del crecimiento de las charter en la disminución de la matrícula

“No soy un ideólogo; no me enfoco en las charter como la solución, no las apunto como el problema”.

“Hay una disminución en la inscripción. Hay una disminución en la tasa de natalidad. Eso no tiene nada que ver con las escuelas charter... Algunas personas ganan la lotería y trasladan a sus hijos a San Marino, o se mudan a Jackson, Wyoming... No pueden solventarse en Los Ángeles, y se mudan a Lancaster. Por lo tanto, parte de la disminución en la inscripción se debe a otros factores”.

“Sobre los estudiantes o las familias que toman la decisión de asistir a una charter, considero que eso no es el evento principal. No es irrelevante; entiendo el problema, entiendo cómo los diferentes bandos lo han convertido en un problema mayor. Me gustaría bajarle el tono porque creo que tenemos cuestiones más importantes o más grandes en las que debemos, como comunidad, trabajar juntos”.

“¿Deberíamos ser capaces de reconocer la realidad de un distrito de 500,000 alumnos y hacerlo funcionar? Creo que sí. Por ahí es donde empiezo. No comienzo con 10 años de historia de lo que una vez fue. Creo que los cambios modestos que estén en el horizonte no cambiarán esa realidad”.

Sobre la necesidad de mejora académica en el LAUSD

“Esta es una organización que necesita cambiar... Podemos celebrar las cosas que están sucediendo, y se han logrado algunos adelantos. Más niños se gradúan de la escuela preparatoria en el LAUSD de lo que lo han hecho en un largo, largo tiempo, o quizás más que nunca antes. Eso es bueno. También debemos ser conscientes y transparentes, y decir que el desafío aún persiste. ¿Cuántos de los que se gradúan no son competentes en matemáticas, o en inglés?”.

Sobre su patrimonio personal

“Nunca he divulgado mi patrimonio neto, ni tengo la intención de hacerlo”.

“Tengo un conjunto de experiencias de vida que aporto a este trabajo... Mi papá vino a este país como inmigrante; comenzó sin nada, huyendo de los nazis. Mi mamá enseñaba en la escuela pública. Trabajé como lavaplatos en un restaurante. Conduje un camión de reparto después de la escuela todos los días durante la preparatoria. Mi camino no es tan diferente al de muchos en nuestra comunidad”.

“Por lo tanto, si he tenido más o menos suerte en mi vida, eso no es realmente relevante para el trabajo que debo hacer. ¿Puedo ser empático? ¿Comprendo el camino de las familias en la comunidad? Creo que sí. ¿Estoy dispuesto a hacer el trabajo duro? Sí, lo estoy. Mi patrimonio neto no es relevante, y punto”.

Sobre cómo piensa que debe medirse su desempeño laboral

“Verán planes en meses, no semanas; meses, no años... Al pensar en el año por delante, si nuestros planes se entienden bien -podríamos tener desacuerdos con las partes interesadas, podríamos intentar sumar a ciertas partes de la comunidad- pero si progresamos para asegurarnos de que esos planes se entiendan y comenzamos a implementar partes de esos planes, yo consideraría que eso es un progreso... Mi horizonte de planificación es 2021, no 2018-2019”.

Sobre la parte más difícil de su entrevista de trabajo

“La mayor preocupación que tuve y tengo hoy es si compartimos la misma verdad sobre el estado del distrito; cuáles son los desafíos que enfrentamos, cuáles son las oportunidades que queremos abordar. Esto podría verse como interno/externo, educador/no educador, yo lo veo un poco diferente: esta es una organización que necesita cambiar. No cambiar por cambiar, sino para cumplir la promesa de inspirar y educar a los niños. Entonces, si hubiera un espacio de intercambio más crítico, o de debate más comprometido, sería para pensar: ‘¿Cuál es su teoría del cambio? ¿Cuántos cambios deben ocurrir?’”.

“¿Estamos observando la misma verdad? ¿Estamos empezando en el mismo punto? ¿Definimos la misión de lo que tratamos de conseguir de manera similar?... Diría que ese sigue siendo el desafío”.

Si quiere leer este artículo en inglés, haga clic aquí:

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