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El condado de L.A. renuncia a contener el coronavirus, y pide a los médicos que omitan las pruebas para algunos pacientes

L.A. County-USC Medical Center
Los Angeles County-USC Medical Center, en Boyle Heights.
(Brian van der Brug / Los Angeles Times )
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Los funcionarios de salud del condado de Los Ángeles aconsejaron a los médicos que dejen de hacer pruebas a los pacientes en pos de contener el brote de coronavirus, y les ordenaron que las realicen sólo si un resultado positivo pudiera cambiar la forma en que estos serían tratados.

La orientación, enviada por el Departamento de Salud Pública del condado de Los Ángeles a los médicos el pasado jueves, fue impulsada por la gran cantidad de pacientes y la escasez de pruebas, pero podría dificultar saber con precisión cuántas personas en el condado de Los Ángeles contrajeron el virus.

Corrección:

11:21 a.m. mar. 21, 2020The initial version of this story misidentified the source of the letter. It was from the Los Angeles County Department of Public Health, not the Department of Health Services.

El departamento “está cambiando la estrategia, de la contención de casos a ralentizar la transmisión de la enfermedad y evitar el exceso de morbilidad y mortalidad”, según la carta. Los médicos deben evaluar a los pacientes sintomáticos sólo cuando “un resultado de diagnóstico cambiaría el manejo clínico o informará la respuesta de salud pública”.

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La guía establece por escrito lo que siempre ha sido una realidad. La escasez de pruebas en todo el país significa que muchos pacientes sospechosos de tener COVID-19 no han obtenido un diagnóstico confirmado por un laboratorio.

Además de este faltante, las agencias de salud pública en todo el territorio carecen del personal para rastrear la fuente de nuevos casos, lo cual reduce drásticamente las posibilidades de aislar a quienes han estado expuestos y, por lo tanto, contener el brote.

Durante años, los funcionarios de salud estatales y locales habían advertido que los recortes abruptos a las subvenciones federales para la preparación en caso de una pandemia significarían que no habría suficiente equipo y personal disponible para responder efectivamente en la crucial etapa inicial. Esos temores se hicieron realidad ahora, remarcaron las autoridades.

Un proveedor de atención sanitaria de primera línea que habló con la condición de anonimato porque no estaba autorizado para discutir con los medios de comunicación afirmó que los médicos del Condado interpretan, según la carta del jueves y otros consejos provenientes de altos funcionarios de salud pública del condado de Los Ángeles, que sólo deben evaluar a los pacientes que serán hospitalizados o muestran alguna cuestión particular sobre la forma en que contrajeron el virus.

Los especialistas no planean evaluar a quienes tienen los síntomas pero que, por lo demás, son lo suficientemente saludables como para ser enviados a su casa a proseguir con la cuarentena, lo cual significa que esas personas jamás aparecerán en los recuentos oficiales de enfermos.

El Departamento de Servicios de Salud de Los Ángeles, que administra el segundo sistema de salud municipal más grande del país, “está movilizando todos sus recursos para combatir la ola de casos de COVID-19 que se esperan en las próximas semanas”, manifestó la Dra. Christina Ghaly, directora de la entidad. “Estamos ampliando la capacidad hospitalaria y tomando medidas extraordinarias para aumentar los suministros”.

El documento también señala que, con la creciente disponibilidad de pruebas en laboratorios privados, el Departamento de Salud Pública “se centrará en los exámenes destinados a detectar y prevenir brotes en hospitales y entornos de vida en conjunto”, como hogares de ancianos.

Funcionarios de Salud Pública no respondieron de inmediato a una solicitud de comentarios, el jueves.

Para leer esta nota en inglés haga clic aquí

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