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California sigue muy retrasada en las pruebas y el seguimiento del coronavirus, el problema es serio

Coronavirus testing
Los números oficiales de California para las pruebas de coronavirus indican que la tasa del estado está por detrás de la de Nueva York y otras áreas del país.
(Gina Ferazzi/Los Angeles Times)
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En la carrera por expandir las pruebas para el nuevo coronavirus y rastrear los resultados, California se ha quedado atrás de Nueva York y otros estados críticos, mientras que diversos grupos públicos y privados llevan adelante programas de prueba sin coordinación.

Un paisaje fragmentado, similar a una orquesta que toca sin director, surgió entre los funcionarios públicos a nivel de la ciudad, el condado y el estado, que luchan por encontrar opciones y prioridades de pruebas. Al mismo tiempo, varias universidades y un número cada vez mayor de laboratorios privados con fines de lucro han desarrollado sus propias estrategias de análisis.

El resultado da una imagen confusa e incompleta del virus en California.

Los expertos en salud pública advierten que un programa de pruebas robusto y coordinado es crucial para que el estado sepa no sólo quién está infectado sino qué tan rápido y dónde se propaga el virus, de modo de desplegar efectivamente recursos limitados, como equipos de protección, respiradores y personal médico.

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“Estamos combinando varios enfoques”, indicó Susan Butler-Wu, profesora asociada de patología clínica en la Escuela de Medicina Keck, de USC, y directora de un laboratorio de microbiología clínica en Los Ángeles. “Todo el asunto está muy desorganizado. Creo totalmente que el sistema está quebrado”.

Ciertamente, dijo Butler-Wu, California no está sola en ese sentido, ya que el hecho de que los funcionarios federales de salud no establezcan una estrategia coordinada de pruebas a nivel nacional da lugar a una mezcla similar de opciones de pruebas en todo el país. Sin embargo, el impacto ha sido particularmente contundente aquí, donde el gran tamaño del estado y la considerable cantidad de sitios de prueba exacerbaron el problema.

En California, hay al menos 22 laboratorios estatales, siete hospitales y dos equipos privados que realizan los análisis. No está claro cómo se efectúa el seguimiento de las pruebas en esos sitios, en parte porque el gobernador Gavin Newsom no brindó detalles.

Newsom afirmó el lunes que parte del problema ha sido la incapacidad del estado para recopilar con precisión todos los resultados de las pruebas. Sin embargo, desvió las preguntas sobre la capacidad de evaluación general de California y si esta podría haberse aumentado más rápidamente.

Para el domingo por la tarde, se habían realizado aproximadamente 26.400 pruebas en el estado, que tiene alrededor de 40 millones de habitantes, según el recuento oficial. El total fue un aumento de sólo 200 pruebas del día anterior.

Por el contrario, Nueva York, que tiene la mitad de residentes y está lidiando con el mayor número de casos de COVID-19 en el país, había realizado más de 78.000 exámenes hasta el lunes, según el COVID Tracking Project, un grupo independiente.

Según el tamaño de la población, los números de pruebas oficiales de California no se encuentran en la parte inferior de las clasificaciones estatales, pero están por debajo del promedio nacional de casi 90 pruebas realizadas por cada 100.000 residentes, según un análisis de Los Angeles Times sobre las cifras de análisis rastreadas por el grupo. California también va a la zaga de otros estados con grandes brotes del virus, incluidos Louisiana y Washington.

Estados Unidos en su conjunto tardó en aumentar las pruebas para detectar el virus después de que a principios de febrero se descubrió que la opción diseñada por los Centros Nacionales para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) era defectuosa. Los reguladores federales evitaron que otros laboratorios diseñaran y usaran sus propios análisis hasta el 29 de febrero, cuando flexibilizaron sus reglas tardíamente.

Desde entonces, docenas de compañías, así como laboratorios públicos y privados, han diseñado exámenes.

Pero los laboratorios han tenido problemas para procesar el repentino aumento de la demanda.

A la luz de esos retrasos, así como la escasez de materiales necesarios para realizar las pruebas, los funcionarios de salud del Condado y los hospitales de todo el estado se apegaron en gran medida a las pautas de los CDC, que las reservan para aquellos que muestran síntomas del virus y tienen el mayor riesgo de contraerlo.

Las universidades y otras redes de atención médica, como UCLA, UC Davis y Kaiser Permanente, desarrollaron sus propios exámenes, aunque el número que se realiza en pacientes sigue siendo relativamente pequeño.

Y las autoridades locales en todo el estado fueron instadas a impulsar sus propias posibilidades. El condado de Los Ángeles anunció el lunes que obtuvo 20.000 pruebas con una capacidad de procesamiento de 5.000 por día. Los kits serán gratuitos, y los trabajadores de la salud y los socorristas tendrán prioridad.

El alcalde de Los Ángeles, Eric Garcetti, anunció el lunes un programa de pruebas más pequeño para la ciudad que se centrará también en los socorristas, pero igualmente evaluará a algunos residentes considerados de alto riesgo de infectarse. El concejal de Los Ángeles, David Ryu, admitió que los funcionarios de la ciudad están en conversaciones con una compañía surcoreana que podría poner a disposición decenas de miles de kits.

“No hay suficientes suministros para satisfacer la demanda”, indicó Butler-Wu. “Básicamente, es cada sistema u hospital en sí mismo, y eso no es lo deseable para una pandemia... Se necesita un sistema coordinado que se implemente en todo el estado y todo el condado”.

Este enfoque poco sistemático, remarcó el epidemiólogo de Harvard Michael Mina, es un problema clave con las pruebas en California y en todo el país.”Tenemos un sistema de salud descentralizado y no hay forma de modificar la escala por parte del gobierno”, dijo Mina. “Todo está privatizado, todo está individualizado en nuestro país y se ha convertido en nuestro talón de Aquiles en este momento”.

El lunes, cuando se le preguntó por qué menos personas son evaluadas en California en comparación con Nueva York, Newsom insistió en que los números del estado no incluyen todas las pruebas que se realizan.”Tenemos varios protocolos diferentes que no forman parte de la cifra de 26.400 que han recibido esta mañana”, le dijo Newsom a los periodistas.

El gobernador adelantó que el estado publicará cifras más precisas el miércoles, que incluyen datos de más instalaciones que ahora realizan pruebas. El nuevo número, anticipó,”aumentará sustancialmente” los totales actuales.

A medida que el estado se mueve para aumentar los exámenes, agregó el gobernador, se centrará en parte en la vigilancia comunitaria para comprender mejor el alcance de la crisis. “Lo crucial para nosotros es saber cuál es la propagación”, reconoció Newsom el sábado. “Queremos saber si estamos doblando la curva, si nuestras órdenes de quedarse en casa son efectivas. Ese es fundamentalmente el punto de prueba en términos de la muestra más amplia”.

Mina se hizo eco de la importancia de este enfoque: “Estamos andando a ciegas a través de este túnel en este momento, y no sabemos dónde estamos en la curva epidémica”.

Newsom confirmó que el estado realizó las llamadas pruebas de vigilancia comunitaria en los condados de Santa Clara, Los Ángeles y Orange. El gobernador señaló que ello ha sido “muy útil” y espera expandirlo por todo el estado, pero no precisó qué resultados habían obtenido.

Entre las instantáneas fragmentadas que California está reuniendo se encuentran los programas de pruebas ahora en cuatro condados, a través de una asociación estatal con una subsidiaria del imperio tecnológico de Google. La primera semana, el proyecto evaluó a 1.200 personas, priorizando a los trabajadores de la salud e inicialmente incluyendo a algunos individuos sin síntomas de virus. El estado expandió el proyecto durante el fin de semana a los condados de Riverside y Sacramento.

La realización de pruebas en muestras aleatorias, expuso Newsom, no suplantará a los exámenes tradicionales para quienes muestren signos de infección o trabajen en empleos con un alto riesgo de exposición al virus.

Sin embargo, con recursos tan limitados, las dos necesidades compiten entre sí. Si bien el gobernador está encargado de proteger la salud más amplia de todo el estado, los médicos intentan atender a los pacientes y protegerse a sí mismos. Con la falta de pruebas actual, las dos responsabilidades colisionan. Esto ocurre especialmente en hospitales en el Área de la Bahía y Los Ángeles, que tienen el mayor número de personas infectadas.

En L.A. County-USC Medical Center, por ejemplo, el lento ritmo de las pruebas está exacerbando la escasez de equipos de seguridad que el personal médico usa para protegerse. Cuando no está claro que alguien que presenta problemas respiratorios tiene COVID-19, el personal debe comportarse como si así fuera, lo cual implica que los médicos, enfermeras, personal de apoyo y de limpieza podrían estar desperdiciando valiosos equipos de protección mientras esperan los resultados de los análisis.

Hasta el viernes, el tiempo de espera de los resultados era de entre cinco y siete días, detalló una vocera del Departamento de Servicios de Salud del Condado. En un esfuerzo por encontrar una solución, el Condado compró equipos para realizar pruebas en el hogar, pero todavía le faltan algunas semanas para poder implementarlo, afirmó la funcionaria.

Harriet Ryan, reportera de planta de The Times, contribuyó con este artículo.

Para leer esta nota en inglés haga clic aquí

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