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Primer detenido de ICE que muere por COVID-19 tras ser hospitalizado, estaba en el Centro de Detención de Otay Mesa

Carlos Ernesto Escobar Mejía con dos de sus sobrinos hace unos 20 años.
(Cortesía de Rosa Escobar)

Carlos Ernesto Escobar Mejía había estado hospitalizado por poco más de una semana antes de morir.

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Hospitalizado y con un respirador por poco más de una semana, un detenido del Centro de Detención de Otay Mesa se convirtió el miércoles en el primero en custodia de inmigración en todo el país en morir por COVID-19.

Carlos Ernesto Escobar Mejía murió alrededor de las 2:15 a.m., según su hermana, Maribel Escobar. Su hermano, conocido por el apodo de Netio, habría cumplido 58 años a finales de este mes, dijo Escobar.

Ella recordaba a su hermano como muy amable, alguien que ayudaba a la gente, en particular haciendo todo lo posible para apoyar a su hermana Rosa, con quien vivía en el área de Los Ángeles.

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“Mi hermano era una persona única”, aseguró Maribel Escobar.

Era una buena persona y un buen hermano, manifestó Rosa Escobar. Se sentía como una segunda madre para él, especialmente después de que su madre muriera hace unos años.

“¿Por qué hay tanta injusticia en este mundo?” dijo Rosa en español, llorando en una entrevista en los días previos a la muerte de su hermano.

Rosa y su hermano, el menor de cinco hermanos, vinieron de El Salvador con su madre en 1980 durante la guerra civil del país para unirse a Maribel que ya estaba en Estados Unidos. Rosa señaló que había vivido con su hermano desde entonces.

Su hermano era el único de la familia que no había podido obtener una tarjeta de residencia. Ambas hermanas son ahora ciudadanas de Estados Unidos.

Carlos Ernesto Escobar Mejía con su hermana Rosa Escobar (izquierda) y su madre poco después de llegar a Estados Unidos.
(Courtesy Rosa Escobar)

Escobar Mejía había estado en el Centro de Detención de Otay Mesa desde enero. Esa instalación se ha convertido en el mayor punto crítico del virus en todo el país entre los centros de detención de inmigrantes.

Hasta el martes por la tarde, 202 personas en custodia allí habían dado positivo - 136 detenidos del Servicio de Inmigración y Aduanas y 66 reclusos del Servicio de Alguaciles de Estados Unidos - según los registros de la instalación obtenidos por The San Diego Union-Tribune.

Los detenidos se han quejado de que el centro no los protegía adecuadamente del nuevo coronavirus. Erik Mercado dijo que conoció a Escobar Mejía en una vivienda segregada - también conocida como confinamiento solitario - cuando Escobar Mejía fue traído por participar en una huelga de hambre por las condiciones de la instalación.

“Se trataba de su hermana”, dijo Mercado en una entrevista. “Quería llegar a casa y ayudarla”.

ICE y CoreCivic, la empresa privada responsable de la instalación, no respondieron inmediatamente a una solicitud de comentarios.

En una demanda presentada recientemente por la Unión Americana de Libertades Civiles, un juez federal ordenó a ICE que revisara los casos de los detenidos que son médicamente vulnerables al coronavirus y que pusiera en libertad a tantos como fuera posible. Escobar Mejía estaba en la lista de ICE, pero ya se encontraba en el hospital.

Un abogado que representa a ICE le dijo al juez el lunes que Escobar Mejía estaba en estado grave y sugirió rezar por él.

Antes de ser detenido, Escobar Mejia tenía diabetes y ya había tenido varias operaciones que lo dejaron sin su pie derecho por complicaciones de esa condición.

Cuando murió, llevaba poco más de una semana en el hospital y había estado con un respirador, revelaron sus hermanas. Recibió una transfusión de sangre el martes, pero su cuerpo ya estaba demasiado debilitado por el virus.

Unas semanas antes, el 15 de abril, tuvo una audiencia de fianza frente al juez Lee O’Connor, expuso Rosa, pero O’Connor no lo dejó salir.

Rosa dijo que fue porque el juez estaba esperando más información sobre un cargo de violencia doméstica que apareció en su expediente que había sido un caso de identidad equivocada. En ese caso criminal, el juez desestimó el cargo cuando se dio cuenta de que la policía había arrestado a la persona equivocada, relató Rosa. La ex abogada de Escobar, Joan Del Valle, confirmó en sus registros que había sido absuelto.

“Toda esta angustia por el juez”, señaló Rosa, “porque el 15 de abril, mi hermano todavía estaba bien”.

Maribel intentó enviar una carta a O’Connor la semana pasada para expresar su frustración por su decisión.

“Quiero que sepa que estaba en sus manos salvar su vida”, escribió Maribel.

La carta, que había sido dirigida al centro de detención, volvió a ella el miércoles. Ella va a tratar de enviarla de nuevo.

Una portavoz de la Oficina Ejecutiva de Revisión de Inmigración, que emplea a jueces de inmigración, no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios.

Rosa también está frustrada con el abogado que contrató para ayudar a su hermano una vez que estuvo en Otay Mesa.

Del Valle tiene su sede en Los Ángeles. Ella había representado a Escobar Mejía desde 2012, pero no podía viajar al sur de San Diego para seguir ayudándolo con su caso de forma gratuita, expuso Del Valle, por lo que aconsejó a Rosa que encontrara a alguien local para el caso.

Ese abogado no atendía sus llamadas, dijo Rosa, cuando estaba tratando de ayudar a su hermano a salir de la instalación como su patrocinador.

Cuando se enteró de que su hermano estaba hospitalizado, fue a través de Del Valle, a quien ICE llamó cuando su oficial no pudo ponerse en contacto con el nuevo abogado.

El abogado de San Diego no respondió a los intentos de Union-Tribune de contactarlo.

Su hermano no era perfecto, dijo Maribel. Cuando era más joven, se metió en problemas por la bebida, revel´ó. Debido a eso, no había podido conseguir su tarjeta verde.

Del Valle confirmó que Escobar Mejía tenía un par de condenas que databan de alrededor de tres décadas, incluyendo un DUI. Fue arrestado por posesión de una sustancia controlada en 2012, que luego fue eliminada, dijo.

El abogado dijo que cuando tomó su caso, le hizo prometerle que se mantuviera alejado de los problemas, y así lo hizo.

Se dio cuenta de que había estado saliendo con la “gente equivocada”, aseguró Del Valle. Ella cree que su familia lo motivó a vivir una vida positiva.

“Adoraba a su madre cuando estaba viva y a su hermana. Vivía para ellas”, aseguró Del Valle. “Eran el centro de su vida”.

Carlos Ernesto Escobar Mejía (segundo desde la derecha) con su madre (derecha) y dos de sus hermanos en Disneylandia.
(Courtesy Rosa Escobar)

Del Valle consiguió que lo liberaran de un centro de detención de inmigrantes cerca de Los Ángeles cuando tomó su caso en 2012. Debido a la jubilación de un juez y otros retrasos administrativos, se suponía que su juicio se celebraría en octubre de 2020, dijo.

Luego, en enero, Escobar Mejía fue arrestado por oficiales de inmigración mientras estaba en un auto con un amigo. Debido a la operación en su pie, no podía manejar, así que un amigo estaba conduciendo su auto. Los dos estaban en Chula Vista cuando fueron detenidos, según sus hermanas. No había más detalles sobre la detención.

Ambos terminaron en Otay Mesa, pero el conductor fue liberado bajo fianza, según las hermanas. Su hermano no lo fue.

“Si eso no hubiera pasado, mi hermano estaría aquí conmigo”, manifestó Rosa, con su voz llena de dolor.

No quiere que ninguna otra familia tenga que pasar por lo que su familia está sintiendo ahora.

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