Anuncio

California dice a las ciudades que desafían el cierre por COVID-19 que no obtendrán recursos económicos

Randy Romero, una de las pocas personas que usa una mascarilla
Randy Romero, una de las pocas personas que usa una mascarilla, dice el juramento de lealtad en una reunión del Ayuntamiento de Atwater en mayo. La ciudad se declaró a sí misma como una “ciudad santuario” desafiando las órdenes del estado de quedarse en casa.
(Genaro Molina / Los Angeles Times)

Mientras los casos de coronavirus aumentan en el Valle Central rural de California, una autodeclarada “ciudad santuario para los negocios” es desafiante, incluso cuando el estado amenaza con retirar la financiación. En ambos lados del debate, todos están de acuerdo: Es político.

Share

Fue un alarde escuchado en esta ciudad de 30.000 habitantes del Valle Central, cortesía del alcalde Paul Creighton.

Atwater no solo había aplanado la curva de COVID-19. “Hemos roto con la curva”, declaró.

Con solo 12 casos confirmados, el Concejo Municipal a mediados de mayo declaró a Atwater una “ciudad santuario” para los negocios, permitiendo que todos reabrieran desafiando las órdenes de cierre de California.

Cómo han cambiado los tiempos.

Los casos han superado los 800 en Atwater. El condado de Merced está en la lista de vigilancia de coronavirus del estado. Y los funcionarios federales han declarado que el Valle Central es uno de los puntos críticos más preocupantes del país para la propagación del virus.

Anuncio

Lo que no ha cambiado es el desafío de Atwater. Los líderes de la ciudad se niegan a rescindir la resolución de ser una ‘ciudad santuario’, a pesar de que el estado retiene los fondos federales de emergencia para el alivio del coronavirus debido a ello.

“Han tratado de ponernos un arma en la cabeza para doblegarnos”, dijo Creighton en una reunión reciente del Concejo Municipal. “Quieren que nuestros ciudadanos se sientan asustados y vulnerables. No lo hagan”.

A menos que Atwater rechace su resolución de ciudad santuario, el estado retendrá hasta $387.428 para los cuales la ciudad es elegible porque está violando las reglas estatales de salud pública, informó la Oficina de Servicios de Emergencia del Gobernador a los líderes de la ciudad a fines del mes pasado.

El estado ya retuvo la primera asignación de Atwater de $64.833, dijo Brian Ferguson, vocero de la agencia estatal de servicios de emergencia.

“Cualquier municipio que tome acciones que pongan en peligro la salud y el bienestar de sus ciudadanos, el estado lo examinará de cerca”, señaló Ferguson al Times.

La pelea se produce cuando los casos de COVID-19 se han disparado en el condado de Merced. El condado tenía 5.012 casos confirmados hasta el viernes, el 6 de junio, eran solo 343 casos. Atwater tenía 831 casos confirmados hasta el viernes y para el 6 de junio registraron 32 casos.

Atwater tiene más casos de coronavirus per cápita que las dos ciudades más grandes del condado de Merced (población de 83.000) y Los Baños (población de 40.000), según un análisis del Times. A pesar de albergar al 10.6% de la población del condado, la ciudad tiene aproximadamente el 16.6% de las infecciones conocidas en el condado.

El racismo contribuye a las disparidades de salud que pueden persistir independientemente de la riqueza o la educación

Jun. 28, 2020

Si bien el segundo aumento repentino del coronavirus en California este verano muestra signos de estabilización, el incremento de la propagación en el Valle Central es una fuente de profunda preocupación entre los médicos y los funcionarios de salud pública.

“Aunque Los Ángeles puede verse un poco mejor, hay un movimiento significativo del virus desde Bakersfield hasta el Valle Central y hasta Stockton”, expuso la Dra. Deborah Birx, coordinadora de respuesta al coronavirus de la Casa Blanca, en una grabación de una conferencia telefónica obtenida por el Centro para la Integridad Pública.

El gobernador Gavin Newsom ha identificado al Valle Central como una región con una gran necesidad de recursos para frenar la propagación del virus. Él está enviando “equipos de trabajo” de personal estatal, federal y local allí y pidió a los legisladores estatales que aprobaran $52 millones para mejorar los protocolos de pruebas, rastreo y aislamiento en ocho condados: San Joaquín, Stanislaus, Merced, Madera, Fresno, Kings, Tulare, y Kern.

La decisión de Newsom de apuntar al Valle Central coincide con su enfrentamiento financiero con Atwater y Coalinga, una ciudad de 16.000 habitantes en el condado de Fresno.

El 23 de julio, Mark Ghilarducci, director de la Oficina de Servicios de Emergencia del Gobernador, envió cartas a los administradores de la ciudad de Atwater y Coalinga, que aprobaron una resolución en mayo declarando que todos los negocios eran esenciales.

La participación de Coalinga en los fondos federales, escribió Ghilarducci, habría sido de hasta 212.358 dólares. El estado ya ha bloqueado la primera asignación de unos 36.000 dólares.

“Para ser elegible para la financiación, asumiendo que cumple con los otros criterios prescritos, la ciudad tendría que rescindir esta resolución”, escribió Ghilarducci a ambas ciudades.

El estado dice que las ciudades están violando las reglas que gobiernan la distribución de $1.8 mil millones asignados a California a través de la ley federal CARES. Las comunidades más grandes de California recibieron dinero directamente del gobierno federal, un total de $5.8 mil millones para condados y ciudades con poblaciones de más de 500.000, mientras que el presupuesto estatal incluye un plan detallado para ayudar a las áreas menos pobladas.

Ni Atwater ni Coalinga cambiarán.

La administradora de la ciudad de Coalinga, Marissa Trejo, dijo que, después de recibir la carta, invitó a los funcionarios estatales a participar en una reunión especial del Concejo Municipal a través de Zoom para discutir la rescisión de la resolución. Ellos declinaron. El Ayuntamiento votó a favor de confirmarlo.

En correos electrónicos que compartió con el Times, Trejo les dijo a los funcionarios de la Oficina de Servicios de Emergencia que Coalinga estaba “sujeta a un nivel más alto” que otras ciudades para recibir los fondos. Es posible que otras ciudades no tengan resoluciones, escribió, pero “no están haciendo cumplir” las órdenes de salud estatales.

Mientras nos apresuramos en una sociedad “sin dinero” para frenar el coronavirus, sepan que hay consecuencias

Jul. 1, 2020

“Para ser honesta”, escribió, “no tengo conocimiento de ningún negocio en Coalinga que opere en contra de las reglas existentes. No hay lugares en Coalinga donde se pueda cenar. Ninguno de nuestros restaurantes ofrece comidas al aire libre. No he visto un solo salón de belleza, peluquería o salón de manicura abierto”.

En Atwater, la etiqueta políticamente fuerte de “ciudad santuario” ganó el apoyo de funcionarios de todo Estados Unidos y rápidamente llevó a Creighton al programa “Fox & Friends”, que calificó las órdenes de cierre del estado como “draconianas”. Pero también provocó enojo entre algunos residentes que lo señalaron con grandilocuencia política.

A pesar de su desafío, la ciudad publicó la semana pasada en su página de Facebook fotos de empleados municipales cubriéndose la cara y vistiendo camisetas que decían “Mask Up Atwater” (Utiliza mascarilla Atwater).

En una ruidosa reunión del Ayuntamiento la semana pasada, los miembros de Freedom Angels Foundation, mejor conocida por su activismo contra las vacunas, se manifestaron frente al Ayuntamiento en apoyo de la resolución de la ciudad santuario. En un video de Facebook, los cofundadores del grupo dijeron que Creighton se acercó a ellos y les pidió que se presentaran y “vistieran de rojo en señal de solidaridad”.

En la reunión, los funcionarios, incluido el administrador de la ciudad, dos miembros del concejo y el jefe de policía, que no se cubrían la cara públicamente en el momento en que se aprobó la resolución, a veces usaban mascarillas. Creighton se quitó la suya mientras estaba en el estrado.

La residente Mary McWatters dijo que estaba desconcertada de que la ciudad económicamente necesitada estuviera dispuesta a perder fondos de emergencia.

“Señor Creighton, cree que sus electores y Donald Trump están de su lado”, manifestó. “Bueno, Donald Trump no va a rescatar a esta ciudad”.

El residente Theron Sanders Sr., que llevaba un pañuelo con lentejuelas de estrellas alrededor del cuello, dijo que se pone la mascarilla en público para mantener los negocios familiares en cumplimiento con las reglas de seguridad y, por lo tanto, abiertos. Quería que se mantuviera la resolución de la ciudad santuario.

“Necesitamos que nuestra economía pueda seguir creciendo”, enfatizó. “Necesitamos poder permanecer abiertos. Creo que esto está totalmente diseñado no solo para derribar nuestra economía sino también para destruir a nuestro presidente”.

Los cierres golpearon a Atwater justo cuando comenzaba a recuperarse de la Gran Recesión. El año pasado, el auditor estatal clasificó a Atwater como la segunda ciudad con mayores dificultades financieras del estado, detrás de Compton.

Creighton dijo que desde entonces la ciudad ha equilibrado su presupuesto y de todos modos no contaba con ayuda estatal o federal.

Newsom, le dijo al Times, está “simplemente intimidando” a esa ciudad. Creighton señaló que solo estaba tratando de ayudar a las pequeñas empresas devastadas por las órdenes de cierre, que permitieron que las cadenas minoristas como Walmart y Target permanecieran abiertas, con un cumplimiento variado de las reglas de seguridad.

Entre las instalaciones en el condado de Merced con un brote activo de COVID-19 está el Walmart Supercenter en Atwater, según el condado.

“Lo único que hicimos con la ciudad santuario fue permitir que se abrieran negocios”, destacó Creighton. “Todavía nos distanciamos socialmente, aún usamos mascarillas, seguimos practicando buena higiene... Parece que nos están molestando arbitrariamente”.

Para leer esta nota en inglés haga clic aquí

Anuncio