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Pastor muere de COVID-19 semanas después de que la iglesia de Fontana reabriera para servicios interiores

A man and woman hold hands and pray among plastic-covered chairs in a church.
El pastor Danny Carroll, quien aparece aquí en mayo, reabrió la iglesia comunitaria Water of Life, en Fontana, para servicios en interiores hace cinco semanas. Un pastor asociado de la iglesia, Bob Bryant, murió recientemente de COVID-19.
(Gina Ferazzi / Los Angeles Times)
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Un pastor asociado de una megaiglesia en San Bernardino murió de COVID-19, aproximadamente un mes después de que el establecimiento reabriera los servicios en interiores.

Bob Bryant, de la Iglesia Comunitaria Water of Life en Fontana, dio positivo al coronavirus en noviembre, y pronto desarrolló una neumonía agresiva en ambos pulmones, según una publicación en el sitio de Facebook de la iglesia. Luego padeció un infarto. Finalmente, lo colocaron en un ventilador y murió el lunes. Tenía 58 años.

Bryant era pastor en el departamento de benevolencia de la iglesia, que brinda ayuda financiera a las personas necesitadas, informó Susan DePaola, asistente ejecutiva del pastor principal.

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Bryant se enfermó mientras estaba de vacaciones y no regresó a la iglesia una vez que mostró síntomas a fines de noviembre. DePaola comentó que no estaba segura de cuándo fue la última vez que Bryant estuvo en el templo.

La orden de salud estatal no permite que las iglesias lleven a cabo servicios en interiores en los condados en el nivel más restrictivo (púrpura) en su marco de reapertura, esta categoría incluye a San Bernardino. Solo se permiten servicios al aire libre.

San Bernardino ha estado entre las regiones más afectadas del estado; en la última semana, informó una de las tasas más altas de contagios por coronavirus entre los 58 condados de California. El número de personas hospitalizadas con COVID-19 se ha cuadriplicado en el último mes, de 217 el 26 de octubre, a 883 el martes.

Siguiendo la orden original de quedarse en casa, impuesta en marzo, el estado permitió que los centros de culto religioso reabrieran a fines de mayo, con una capacidad interior limitada. Pero después de un aumento en los casos a fines de la primavera y principios del verano, los funcionarios cerraron las operaciones de las iglesias en interiores a mediados de julio, en las zonas más abatidas. Sin embargo, Water of Life Community Church desafió esa orden y reabrió hace cinco semanas.

DePaola explicó que las autoridades del Condado sabían que la iglesia estaba celebrando servicios en el interior. “Saben que nos estamos reuniendo adentro”, indicó. “No tratamos de romper las reglas. Saben lo que estamos haciendo”.

Un portavoz del Condado no tuvo información inmediata sobre si se ha tenido alguna interacción con la iglesia recientemente.

El pastor principal de la iglesia, Dan Carroll, en una nota del Times en mayo, dijo que organizó un foro entre líderes de cientos de iglesias que estaban decididas a reabrir, desafiando las disposiciones sanitarias de California en ese momento.

En su sitio web, la iglesia dice que su asistencia de fin de semana es de aproximadamente 7.000 personas. No estaba claro cuánto ha cambiado esta cifra desde que la iglesia reabrió para los servicios en interiores el 31 de octubre, lo que anunció en su página de Facebook.

“Este fin de semana, 31 de octubre / 1 de noviembre, estamos transfiriendo nuestros servicios de la iglesia de nuevo al interior y regresando a nuestros tiempos tradicionales. Se seguirá el distanciamiento social y se requerirán cubrebocas”, informó la publicación. “Aún tendremos asientos disponibles afuera, siempre que el clima lo permita, para aquellos que no se sientan cómodos con sentarse adentro”.

Bryant, conocido como Pastor Bob, había estado en la iglesia desde que conoció al pastor principal hace unos 18 años, cuando era un conductor de camión que entregaba muebles, indicó DePaola. Fue contratado como pastor de jóvenes y luego se convirtió en pastor asociado en el departamento de benevolencia.

Bryant pudo ayudar a “miles de personas, de manera económica y espiritualmente, orando por ellas”, agregó DePaola.

“Bob contaba con una presencia realmente enorme: tenía el corazón más grande que cualquiera que puedas conocer. Si estabas en una sala llena de cientos de personas, él tenía la capacidad de hacerte sentir como si fueras la más especial de la sala”, comentó. “Él era un animador y enaltecedor que siempre tenía una sonrisa”.

A Bryant le sobreviven su esposa, Lori, sus hijos Missy, Jacob, Jordan y Josh, y varios nietos.

Una ceremonia conmemorativa está programada para el lunes en la iglesia. Se transmitirá en vivo y estará abierta para la asistencia en persona.

“Tenga en cuenta que, si se une a nosotros, se practicará el distanciamiento social y se requerirán cubrebocas en todo momento”, informó el sitio web de la iglesia. DePaola señaló que los servicios serían tanto en interiores, como en exteriores.

Los funerales solo se permiten al aire libre en el condado de San Bernardino, de acuerdo con la orden de salud estatal.

Para leer esta nota en inglés haga clic aquí

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