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‘El virus está fuera de control’: 1 de cada 5 pruebas de coronavirus son positivas en el condado de L.A.

Snaking lines of car taillights six lanes wide at dusk, with the downtown L.A. skyline in the background
Los autos se alinean para las pruebas de coronavirus en el Estadio de los Dodgers el 4 de enero.
(Carolyn Cole / Los Angeles Times)
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Aproximadamente 1 de cada 5 pruebas de coronavirus que se realizan a diario en Los Ángeles resultan positivas, una tasa asombrosa que, según las autoridades, ilustra el continuo descontrol de la pandemia en la región y presagia graves consecuencias para un sistema de salud ya desbordado.

Alrededor del 1 de noviembre, aproximadamente el punto de partida de la actual ola de coronavirus, solo 1 de cada 25 pruebas realizadas confirmó un contagio.

Los funcionarios advierten que la aritmética es tan sombría como simple. Cuando una proporción tan alta de personas dan positivo en la prueba y se realizan decenas de miles de pruebas al día, el recuento de casos termina siendo asombrosamente alto.

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Y cuando la transmisión comunitaria es tan prolífica, los funcionarios advierten que las actividades que parecían sencillas hace meses, ahora conllevan un mayor riesgo de infección.

“Cuando tantas personas resultan contagiadas, la necesidad de tomar precauciones aumenta significativamente”, señaló el miércoles la directora de Salud Pública de Los Ángeles, Bárbara Ferrer.

Aunque es comprensible que los angelinos “se sientan agotados y llevados al límite por el ritmo diario de las advertencias sobre la gravedad de la situación del COVID-19 aquí en el condado, como por las constantes súplicas de hacer cosas simples como usar cubrebocas y quedarse en casa en la medida de lo posible”, señaló Ferrer, “la magnitud de la crisis es una llamada de atención para el pequeño número de personas que no están captando el mensaje, o que están eligiendo ignorarlo”.

“Hoy, mañana, y durante las próximas semanas, les pedimos su compromiso diario y su firme perseverancia para prevenir una mayor propagación del COVID-19 y ayudarnos a cambiar esta terrible situación”, manifestó durante una sesión informativa. “Hemos perdido demasiadas vidas por el coronavirus en Los Ángeles y, lamentablemente, seguiremos perdiendo más hasta que podamos hacer que todos trabajen juntos para romper la cadena de transmisión”.

Aunque las tasas de casos de coronavirus se han estabilizado un poco en el condado, luego de semanas de fuertes aumentos, Los Ángeles todavía está viendo aproximadamente de 13.000 a 15.000 casos diarios, una cifra demasiado alta para brindar una sensación real de alivio en los hospitales abrumados.

California registró casi 38.000 nuevos casos de COVID-19 el miércoles, continuando una tendencia durante la última semana en la que el total diario en todo el estado se ha estabilizado en alrededor de 39.000. Eso es modestamente menos que el pico durante mediados de diciembre, cuando la entidad reportaba hasta 45.000 contagios nuevos diarios.

Pero los expertos temen que los conteos puedan comenzar a aumentar nuevamente al final de la semana, ya que las personas que estuvieron expuestas al virus durante Navidad o Año Nuevo comienzan a enfermarse y a hacerse la prueba del virus.

Aunque muchos de los infectados con el coronavirus pueden experimentar solo síntomas menores, o ninguno en absoluto, los servidores públicos han advertido durante mucho tiempo que la carga diaria de casos es solo el comienzo de un desastroso efecto dominó.

Una cierta proporción de los que dan positivo —los funcionarios estatales han estimado que alrededor del 12%— enfermarán lo suficiente como para requerir hospitalización en las semanas posteriores a su exposición. Algunos de ellos empeorarán hasta el punto de necesitar ser colocados en cuidados intensivos. No todos sobrevivirán.

Este efecto en cascada significa que un gran número de casos en la parte frontal conducirá invariablemente a más sufrimiento y dolor en el futuro.

“Las personas que de otra manera llevaban una vida saludable y productiva ahora están falleciendo debido a un encuentro casual con el virus COVID-19”, informó Ferrer. “Esto solo termina cuando cada uno de nosotros toma las decisiones correctas para protegernos mutuamente”.

Las condiciones en el sistema de salud de Los Ángeles ya son sombrías.

Los hospitales informan de una escasez significativa de personal porque muchos empleados están enfermos o en cuarentena. Las autoridades advirtieron que se están quedando sin ambulancias disponibles, con salas de emergencia tan llenas que los vehículos de transporte deben esperar horas para dejar a los pacientes —lo que obliga a quienes llaman al 911 a esperar aún más para que lleguen los paramédicos y los técnicos de emergencia.

Incluso los suministros de oxígeno que son tan importantes para salvar vidas se han reducido muchísimo por la abrumadora demanda, junto con los problemas de la infraestructura hospitalaria envejecida.

“Si la transmisión dentro de Los Ángeles aumentó durante las vacaciones, como sospechamos que probablemente lo hizo, entonces experimentaremos un incremento en las hospitalizaciones”, comentó la Dra. Christina Ghaly, directora de servicios de salud del condado.

Las camas con personal en las unidades de cuidados intensivos (UCI) en Los Ángeles operan más allá de su capacidad, lo que obliga a los pacientes en estado crítico a ser tratados en áreas que normalmente no están diseñadas para ello, como las salas de recuperación.

Hasta el miércoles, 1.635 personas con coronavirus estaban en cuidados intensivos en todo el condado —siete pacientes más que el día anterior y aproximadamente un 23% más que hace dos semanas, según datos estatales.

El martes, el total de hospitalizaciones por COVID-19 alcanzó un récord: 8.098. El número se redujo ligeramente el miércoles, a 8.074, pero las cifras aumentaron casi un 20% en dos semanas.

En los últimos días, el incremento diario neto de hospitalizaciones por COVID-19 en California ha sido de aproximadamente 200, por debajo de las 500 a 600 que el estado había estado agregando recientemente.

Aunque la tasa se ha estabilizado un poco, los funcionarios dijeron esta semana que más de un tercio de todas las camas de nosocomios para adultos disponibles en Los Ángeles, y aproximadamente tres cuartas partes de todos los espacios de las UCI con personal, todavía están ocupados por pacientes con coronavirus.

“Los hospitales continúan inundados de pacientes con COVID”, informó Ghaly. “Si bien los números se mantienen un poco, lo hacen a un ritmo que está muy por encima de nuestro punto de comodidad para todos los nosocomios —especialmente cuando nos enfrentamos a otro aumento potencial en las próximas dos semanas”.

Los funcionarios les han pedido a los centros de salud de todo el estado que elaboren planes para “estándares de atención de crisis”, que se implementarían cuando las instalaciones de atención estén tan abrumadas que vieran la necesidad de comenzar a priorizar los recursos en función de la probabilidad de que los pacientes sobrevivan.

Cuatro hospitales han notificado al Departamento de Salud Pública de California “que se estaban acercando o que ya ingresaban a un período de atención de crisis”, según un comunicado proporcionado el jueves.

“Estos nosocomios recibieron apoyo y asistencia técnica inmediatamente, mejorando las condiciones para un mejor cuidado a los pacientes”, señala el comunicado. “Ningún condado ha informado que esté racionando la atención o los suministros que salvan vidas”.

La dependencia estatal se negó a nombrar los hospitales, diciendo que hacerlo podría desalentar “estas notificaciones críticas” o “que las personas de la comunidad busquen servicios que les salven la vida”.

Sin embargo, el Times ha confirmado de forma independiente que el Methodist Hospital of Southern California, en Arcadia, notificó al departamento el 29 de diciembre que implementaría las pautas de atención de crisis.

Ese hospital tomó recientemente el sombrío paso de convocar a un equipo de clasificación para tomar decisiones sobre la posible asignación de recursos limitados, pero los funcionarios dijeron el miércoles que aún no habían tenido que racionar ninguna atención.

El miércoles se informaron 560 muertes adicionales por COVID-19 entre los californianos, justo por debajo del récord de un solo día de 575 que se registró en la víspera de Año Nuevo, según un recuento del Times de las jurisdicciones de salud locales.

Un promedio de 381 residentes han muerto en todo el estado durante los últimos siete días, un récord.

Los Ángeles reportó 260 defunciones el miércoles —casi la mitad de los decesos del estado, a pesar de que la región incluye solo una cuarta parte de la población de California.

El número de muertes en el condado, durante el miércoles, fue el tercero más alto registrado en un solo día.

Los Ángeles ahora tiene un promedio de 183 fallecimientos diarios reportados durante la última semana, cerca de su máximo histórico.

El creciente número de muertes está abrumando a las funerarias y haciendo que los funcionarios estatales envíen camiones refrigerados a California para contener los cadáveres.

La Guardia Nacional ha sido llamada a Los Ángeles para ayudar con el almacenamiento temporal de cuerpos en la oficina del médico forense y aliviar la presión sobre las morgues de los hospitales, así como las privadas que se han quedado sin espacio.

Dadas las condiciones actuales, y el prospecto de días aún más oscuros por delante, los funcionarios explicaron que la única forma de hacer retroceder la pandemia es que todos redoblen sus esfuerzos para reducir la transmisión potencial y tomen todas las precauciones necesarias para mantenerse a sí mismos, a sus seres queridos, amigos, vecinos y compañeros de trabajo protegidos del contagio.

“Si bien es justo decir que el virus está desatado, quiero recordarle a la gente que realmente depende de nosotros como comunidad si queremos o no volver a controlarlo”, señaló Ghaly. “Las reuniones durante el Día Acción de Gracias han ejercido mucha presión sobre los hospitales, pero no podemos permitir que eso nos detenga y que nos haga derrotistas. Tenemos el poder de controlar este virus si decidimos hacerlo y realmente depende de nosotros”.

Para leer esta nota en inglés haga clic aquí

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