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Una oleada de coronavirus atraviesa la costa: Ventura, San Luis Obispo y Santa Bárbara son golpeadas con fuerza

Two people walk through a city's shopping district
El número de muertes por COVID-19 se ha duplicado en Ventura desde el 1 de noviembre. Arriba, pocos pasean por el centro de ese condado el mes pasado.
(Al Seib / Los Angeles Times)
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Tres condados al noroeste de Los Ángeles están experimentando aumentos alarmantes en los casos de coronavirus, lo que incrementa aún más el nivel de contagios en el sur de California, ya muy afectado, y genera nuevos temores sobre la posibilidad de sobrecargar los sistemas de salud locales.

Las condiciones en Ventura, Santa Bárbara y San Luis Obispo han empeorado considerablemente debido a una gran transmisión del virus posterior a las vacaciones, y el número promedio de casos nuevos diarios es más del doble de la tasa observada hace dos semanas, según datos compilados por el Times.

Los contagios en Ventura han aumentado tan rápidamente que un médico se preguntó públicamente si el área podría enfrentar su propio “momento de Nueva York”.

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“Estoy cansado de tener que hablar con miembros de familia para decirles que su pariente falleció a causa de esta enfermedad”, expuso la semana pasada el Dr. Mark Lepore, médico de la unidad de cuidados intensivos (UCI) del Centro Médico de Ventura. “Estoy exhausto de escuchar sobre familiares que llegan al hospital demasiado tarde porque les preocupa que, cuando los lleven, no salgan con vida”.

Si bien Los Ángeles, San Bernardino y Riverside se han visto afectados por la pandemia, los datos compilados por el Times muestran que Ventura tuvo la tercera tasa de casos más alta de todos los condados de California durante la última semana, con 1.033 nuevos contagios por cada 100.000 residentes.

“Estoy decepcionado de que a nuestros residentes no les haya ido mejor”, comentó el lunes el Dr. Robert Levin, oficial de salud pública de ese condado. “Creo que muchos de ellos hicieron un trabajo maravilloso, y hay una gran cantidad de personas sacrificadas en Ventura que se dan cuenta de que todo lo que hagan para limitar su comportamiento ahora, en términos de interacción humana, dará sus frutos en el futuro”.

Pero hubo excepciones, incluido, en particular, el actor Kirk Cameron, quien protagonizó el programa “Growing Pains”. Organizó una manifestación el mes pasado en Thousand Oaks donde cientos de personas sin cubrebocas cantaron villancicos para protestar contra las disposiciones de California de quedarse en casa.

Otro factor podría ser la proximidad de Ventura con Los Ángeles, donde el brote de coronavirus ha alcanzado niveles desgarradores. Muchas personas que viven en uno de los dos condados trabajan en el otro, indicó, y viajar entre ellos presenta una amplia oportunidad de exposición.

“No creo que tengamos datos importantes que respalden eso”, aclaró más tarde. “Pienso que es lógico”.

Los aumentos significativos de los casos nuevos son una preocupación, dicen los funcionarios, no solo porque demuestran que la enfermedad se está propagando ampliamente, sino porque presagian incrementos futuros en las hospitalizaciones y, finalmente, las muertes que seguirán.

“Sabremos en la próxima semana qué tan serias son las cosas para los hospitales”, comentó Levin.

Tanto San Luis Obispo, como Santa Bárbara, han reportado 886 casos nuevos por cada 100.000 residentes durante los últimos siete días, empatados en la décima tasa más alta entre los 58 condados de California.

“Cuando observamos los datos de COVID diarios, lo que vemos son aumentos fuera de lo normal”, señaló el Dr. Van Do-Reynoso, director de salud pública de Santa Bárbara, durante una sesión informativa el viernes. “Y cuando digo esto, literalmente me refiero a fuera de lo normal. Esta semana, nuestros números ascendieron tanto que tuvimos que ajustar los ejes y las escalas de los gráficos y mapas”.

Pero el recuento de casos solo registra una parte de la historia. La cifra acumulada de muertes por COVID-19 se ha duplicado en Ventura desde el 1 de noviembre, incrementando de 166 a 334. Ha aumentado en aproximadamente un 50% en Santa Bárbara, de 128 a 197, y más del triple en San Luis Obispo de 32 a 111.

Las hospitalizaciones por este virus ya se han disparado en toda la costa central. Desde el 1 de diciembre, se han cuadruplicado en Ventura, pasando de aproximadamente 100 a 400; y en Santa Bárbara, de alrededor de 50 a 200; y se quintuplicó en San Luis Obispo, de 10 a 50.

El número de personas con COVID-19 en las UCI de Ventura se ha duplicado desde el 1 de diciembre, de 40 a 80, aproximadamente; y casi se cuadruplicó en Santa Bárbara, de cerca de 15 a casi 60. Solo había un paciente con coronavirus en uno de estos espacios en San Luis Obispo en esta fecha; pero ese número aumentó a 15 para el día de Año Nuevo y se estableció en ocho el domingo.

Si bien esas cifras pueden parecer escasas en comparación con los incrementos observados en áreas más densamente pobladas, resuenan profundamente en una región como la Costa Central, donde hay menos camas de UCI.

Por ejemplo, San Luis Obispo tiene solo 38 camas habilitadas con personal de atención disponible, para una población de aproximadamente 281.000, 25 de las cuales aún estaban desocupadas el lunes, lo que significa que un aumento repentino en la demanda hospitalaria podría dejar al condado abrumado rápidamente.

Ventura y Santa Bárbara informaron que efectivamente no había camas disponibles para adultos hasta el lunes. En un momento de la semana pasada, este primer condado, hogar de unos 848.000 residentes, tenía solo cinco espacios desocupados en las UCI.

El efecto en cascada del coronavirus ya ha tenido graves consecuencias para los sistemas de salud en todo California.

“Creo que todos estamos inquietos”, comentó el Dr. Todd Flosi, director médico del Centro Médico de Ventura y del Hospital Santa Paula. “Seguimos preocupados de que las gráficas no se estén nivelando y porque durante las próximas tres o cuatro semanas veremos un aumento continuo de pacientes que se presentan a todas nuestras salas de emergencia y UCI”.

En preparación para un aumento potencial, Flosi indicó que los dos nosocomios han trabajado para asegurar sus recursos y reforzar su número de personal para manejar la afluencia. Ya instalaron “carpas para desastres” en sus estacionamientos y cambiaron sus procesos de admisión para clasificar a la mayoría de los pacientes afuera, señaló, y ahora están usando pasillos traseros en la sala de emergencias para limitar la exposición de otras personas al COVID-19.

También se están realizando preparativos en los hospitales de la Costa Central de Dignity Health, incluido el French Hospital Medical Center en San Luis Obispo y el Arroyo Grande Community Hospital, el Marian Regional Medical Center, St. John’s Pleasant Valley Hospital y el St. John’s Regional Medical Center en Ventura.

“Nuestras cifras de UCI casi se han duplicado en las últimas semanas”, comentó el lunes el Dr. Scott Robertson, director médico de Dignity Health Central Coast, en un correo electrónico. “Hemos activado nuestros planes de emergencia y estamos utilizando espacios de cama adicionales que se prepararon para tales situaciones”.

Robertson explicó que el incremento ya es mayor de lo que cualquiera de los cinco hospitales Dignity ha visto hasta la fecha, y señaló que adquirieron equipo de protección personal adicional, crearon áreas para acomodar a más pacientes y construyeron zonas de detección separadas para personas con COVID-19 en la sala de emergencias a principios de marzo pasado. Últimamente, han visto tanto aumento en los tiempos de espera y el volumen de hospitalización que decidieron pausar las cirugías electivas, informó, una medida que ya se hizo en Los Ángeles y otros condados del sur.

Pero ni Robertson ni Flosi reportaron el mismo tipo de problemas con escasez de camas, refuerzos de ambulancias o sistemas de suministro de oxígeno defectuosos que han afectado a los condados más golpeados por la pandemia, como Los Ángeles y San Bernardino.

La comunicación constante también ha jugado un papel en la preparación de la región, destacó Arthur Domínguez, director de enfermería del Centro Médico Regional Sierra Vista de San Luis Obispo.

El recuento de pacientes de este nosocomio es aproximadamente entre un 5% y un 10% más alto de lo normal, señaló. Como la mayoría de los hospitales, ha estado en modo constante de “planificación, ejecución y reevaluación” desde el inicio de la pandemia, y ya ha capacitado a su personal para ayudar en otros departamentos si es necesario.

Aunque los centros de salud de la Costa Central no han tenido que tomar algunos de los pasos dramáticos que se han vuelto necesarios en Los Ángeles, están, según todos los informes, listos para hacerlo.

“Cuando lo comparas con las noticias que hemos estado escuchando sobre Los Ángeles las últimas tres o cuatro semanas, todavía no nos encontramos en la misma situación”, afirmó Flosi. “Pero nos estamos preparando como si pudiéramos terminar así”.

Para leer esta nota en inglés haga clic aquí

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