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Por qué hay tantos hospitales con bajo suministro de oxígeno

A man wears an oxygen mask connected to a tube while in bed.
Juan Legaspi-Lozano, de 90 años, un paciente en la unidad especial para COVID-19 en Providence Holy Cross Medical Center, el 29 de diciembre.
(Francine Orr/Los Angeles Times)
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¿Puede California abordar la escasez del vital oxígeno en algunos hospitales abrumados por casos de coronavirus?

La demanda de este suministro crítico se ha disparado, ya que los pacientes con COVID-19 en estado grave suelen necesitar altos niveles de oxígeno para mantenerse con vida, lo cual les ayuda a superar un momento de gran riesgo en el que sus pulmones se inflaman y la oxigenación de la sangre desciende peligrosamente.

Los problemas del 27 de diciembre pasado con los sistemas de oxígeno de los hospitales hicieron que cinco sanatorios del condado de Los Ángeles declararan un estado de “desastre interno”, una medida que permite que una instalación cierre su sala de emergencias a todo tráfico de ambulancias.

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Esa es una situación poco común; tradicionalmente, cuando las salas de emergencias se llenan, solo ciertos tipos de tráfico de ambulancias son desviados a otros lugares.

Reparar en su totalidad los deteriorados sistemas de distribución de oxígeno en los hospitales envejecidos en todo el sur de California puede ser una tarea complicada.

La semana pasada, el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de EE.UU concluyó la evaluación de 11 sanatorios antiguos del sur de California, centrada en gran medida en los sistemas de distribución de oxígeno que han tenido problemas importantes y son esenciales para los pacientes con COVID-19 en estado crítico.

Se descubrió que algunos de los sistemas evaluados estaban muy congelados “solo por el aumento constante de la demanda”, explicó Mike Petersen, portavoz del Cuerpo de Ingenieros del Ejército.

Otros estaban particularmente deteriorados, comentó Petersen, y la acumulación de escarcha y hielo era significativa. “Estamos haciendo todo lo posible para que sigan funcionando”.

El oxígeno comprimido es muy frío y puede congelar la condensación que se acumula alrededor de las tuberías.

La congelación puede empeorar si cantidades cada vez mayores de oxígeno comprimido fluyen a través del sistema. Las tuberías congeladas podrían causar que el sistema de oxígeno en un hospital deje de funcionar por completo.

Pero no es fácil quitar la escarcha o el hielo acumulado alrededor de las tuberías. No sería prudente, por ejemplo, usar un soplete para derretir el hielo de una tubería que contiene cantidades comprimidas de oxígeno purificado, ya que éste es altamente inflamable.

También se pidió al Cuerpo de Ingenieros del Ejército que evaluara cómo abordar la posible necesidad de mayor espacio para camas en los hospitales.

Los equipos ya comenzaron a enviar los informes de sus evaluaciones a la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés) -que solicitó al Ejército realizar la investigación- y esperan nuevas instrucciones.

El pedido al Cuerpo de Ingenieros del Ejército se concretó el 31 de diciembre pasado, y el grupo comenzó a evaluar los hospitales un día después. Actualmente está redactando y presentando informes a FEMA.

Inicialmente se solicitó la evaluación de seis hospitales; que desde entonces se amplió a un total de 11.

Ellos son:

  • Beverly Hospital, Montebello
  • Mission Community Hospital, Panorama City
  • San Antonio Regional Hospital, Upland
  • Lakewood Regional Medical Center, Lakewood
  • Adventist White Memorial Medical Center, Boyle Heights
  • Good Samaritan Hospital , Westlake
  • Emanate Health Queen of the Valley Hospital, West Covina
  • PIH Health Downey Hospital, Downey
  • Providence Saint Joseph Medical Center, Burbank
  • Providence Holy Cross Medical Center, Mission Hills
  • Providence Little Company of Mary Medical Center, Torrance

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí.

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