El este del país combate una aparente cuarta ola de COVID-19; ¿llegará a California?

Lo que parece ser una cuarta ola de la pandemia de COVID-19 afectó a Michigan, la región de Nueva York y Nueva Inglaterra, y los expertos no están seguros de si seguirá contenida.

“Estados Unidos entró en una cuarta ola de transmisión y no hay duda de esto. Queda por ver si siguen siendo pequeños brotes regionales o si esto se generaliza a nivel nacional”, expuso el viernes el Dr. George Rutherford, epidemiólogo de UC San Francisco, en una reunión en el campus.

A nivel nacional, ha habido un alza del 8% semana tras semana en el número promedio diario de casos de coronavirus recién diagnosticados, aumentando a alrededor de 62.000 durante el período de siete días que terminó el miércoles, afirmaron funcionarios federales el viernes. La cifra media diaria de nuevos ingresos hospitalarios de pacientes con COVID-19 creció un 5% durante el mismo período.

California, donde el número de casos cayó a niveles no vistos desde finales de la primavera pasada, se encuentra en una situación mucho mejor. El estado informa promedios diarios de 2.500 a 2.700 casos (durante lo peor del brote, en el otoño y el invierno, California reportó 45.000 casos por día). Además, California ha tenido una tasa de positividad en la prueba de coronavirus del 1% -2% durante la última semana, en comparación con el 16% en Michigan y 9% en Nueva Jersey. “Aquí en California, estamos en mucho mejor forma, no tenemos un pico. Pero quisiera señalar que nos hemos nivelado y no vemos ya descensos continuos”, añadió Rutherford.

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Tanto él como otros profesionales expresaron su preocupación por Florida, el estado con la mayor concentración de casos confirmados de la variante del coronavirus de Reino Unido, B.1.1.7, más transmisible y posiblemente más mortal que la cepa convencional. Florida no obliga al uso de mascarillas en todo el estado, y las multitudes de juerguistas por las vacaciones de primavera avivan temores de que los viajeros extiendan aún más esa cepa por todo el país. Durante la última semana, Florida tuvo una tasa de positividad del 9%, que va en aumento.

“Tendremos que ver cómo se desarrolla”, añadió Rutherford.

En Michigan, el aumento se aceleró desde que comenzó a mediados de marzo, comentó Rutherford, y parece dirigirse hacia un pico similar al máximo invernal del estado. El incremento de Michigan parece estar relacionado con la variante de Reino Unido y puede haber sido precipitado por los deportes de preparatoria, según Rutherford.

“En otros lugares -en Nueva York, Nueva Jersey, Connecticut, Rhode Island, Massachusetts, Delaware-, hay una serie de brotes interrelacionados, con aumentos más modestos que parecen provenir de la zona metropolitana de Nueva York y extenderse a los estados vecinos”, expuso el especialista.

Otros expertos nacionales se hicieron eco de las preocupaciones de Rutherford. “Vamos hacia la cuarta oleada. Los casos están aumentando. Las cepas también, y son más mortales”, comentó el sábado el Dr. Tom Frieden, ex director de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE.UU en el programa “Good Morning America”, de ABC. “Solo tenemos que aguantar hasta que una mayor proporción, particularmente de los vulnerables, estén vacunados, y que más de nosotros lo estemos, o tendremos un gran cuarto pico. Me temo que habrá una cuarta oleada. ¿Qué tan grande y mortal será? Eso depende de nosotros”.

Algunos expertos no están de acuerdo, dada la cantidad de personas en el país que han sido vacunadas o tienen inmunidad debido a una infección anterior por coronavirus.

“Creo que hay suficiente inmunidad en la población como para no ver una verdadera cuarta ola de infección”, argumentó el domingo el Dr. Scott Gottlieb, ex jefe de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), en CBS “Face the Nation”. Sin embargo, agregó que efectivamente existen “focos de infección en todo el país, particularmente en personas más jóvenes, que no han sido vacunadas, y también en niños en edad escolar”.

Gottlieb cree que las escuelas pueden permanecer abiertas si se adhieren a las prácticas de seguridad pandémica: “Como dijo un epidemiólogo esta semana, ‘Conviértase en ‘Harry Potter’ y mantenga a los estudiantes dentro de cohortes sociales definidas para que no se entremezclen en grandes grupos’”.

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California tiene el cuarto mayor número de casos de la nación vinculados a la variante de Reino Unido, según datos federales. Un escenario esperanzador prevé la propagación de esa variante en el estado impedida por la variante de California, B.1.427 / B.1.429, que ha sido más frecuente aquí. “Con suerte, seremos capaces de esquivar esta bala, porque esta [de Reino Unido] es una cepa más transmisible y posiblemente una que causa una enfermedad más grave”, indicó Rutherford.

Más del 32% de los californianos han recibido al menos una dosis de la vacuna COVID-19 y aproximadamente el 17% están inmunizados.

Los datos recientes muestran que las vacunas disponibles actualmente ofrecen suficiente protección contra las nuevas variantes. Las dosis producen una respuesta inmunitaria “mucho más” de la que se necesita para la cepa convencional del coronavirus, remarcó Rutherford. E incluso cuando muestran una efectividad disminuida contra variantes, como las cepas B.1.351 de Sudáfrica y P.1 de Brasil, producen una respuesta inmune “dos o tres veces más de la necesaria”, comentó Rutherford. “Por ahora, todo bien”.

A pesar de las noticias positivas sobre la vacunación, el principal funcionario de salud en el condado más poblado del norte de California, Santa Clara, advirtió que la disminución en el número de casos diarios allí se está desacelerando.

“Ahora estamos viendo que nuestras tasas de episodios se aplanan y, en algunos casos [hay] alguna indicación de que están comenzando a aumentar. Así que es posible que hayamos llegado tan bajo como íbamos a llegar”, afirmó la Dra. Sara Cody, funcionaria y directora de salud pública del condado de Santa Clara. “Desafortunadamente, todos debemos estar muy atentos y ser muy cautelosos para evitar cualquier pico o incluso un alza. No queremos que eso suceda”.

La probabilidad de que otra oleada -o un alza más leve- golpee a California dependerá del suministro de vacunas y del comportamiento de los residentes. “Las vacunas ayudarán, pero necesitamos más suministro para poder sacarlo más rápido”, señaló Cody. “Y se requiere que la gente aguante un poco más: que siga usando su mascarilla, retrase sus viajes, no coma ni concurra a bares en espacios interiores, no organice una reunión en el interior de su casa. Incluso si ello está permitido por las reglas estatales, no lo haga. No es seguro. Aún no”.

Los funcionarios de salud reconocieron la aparente contradicción en flexibilizar las restricciones y, al mismo tiempo, expresar cautela sobre un aumento en los casos.

Sin embargo, se esperan algunos mensajes contradictorios cuando se trata de un nuevo virus, según el Dr. Muntu Davis, funcionario de salud del condado de Los Ángeles.

“Esto es naturalmente lo que sucede dentro de una pandemia”, comentó Davis el viernes. “A medida que comenzamos a ver cómo actúa el virus y cuándo se tienen nuevas contramedidas, ya sea una vacuna o un tratamiento, empezamos a aprender más. Pero hasta que tengamos esa información, debemos operar con mucha precaución, porque todos estamos en riesgo”.

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