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La reapertura de California: Por qué los funcionarios consideran que esta vez la situación es más segura

Two people wearing masks talk across a counter in a cluttered store.
Aurora Pedro (izquierda), trabajadora de Cielo, habla sobre las vacunas contra el COVID-19 con Francisco Hernández, empleado del Selecto Plaza Mall, en Los Ángeles, el sábado.
(Brian van der Brug / Los Angeles Times)
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Este martes no es la primera vez que California intente reabrir su economía durante la pandemia. Pero los funcionarios esperan que sea la última.

En el pasado, los intentos de levantar o aminorar las restricciones a las empresas y actividades generaron nuevos picos repentinos de COVID-19. Ese efecto dominó mortal tuvo lugar la primavera pasada, y nuevamente en el otoño.

Esos intentos anteriores palidecen en comparación con el alcance de la reapertura total del estado, que marcará el final de prácticamente todas las restricciones de capacidad relacionadas con el coronavirus, así como de los requisitos de uso de cubierta facial y distanciamiento físico.

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Sin embargo, a medida que el coronavirus desaparece drásticamente y las vacunas van en aumento, crece el optimismo de que la historia no se repetirá.

Coronavirus en plena retirada

En su punto máximo, en enero pasado, el estado reportaba 45.000 casos de coronavirus al día. Ahora, California informa un promedio de menos de 1.000 nuevos episodios de coronavirus por día durante el período más reciente de siete días, según datos compilados por The Times.

La última vez que el recuento de casos estuvo tan bajo fue el 31 de marzo de 2020, cuando la pandemia apenas comenzaba y las pruebas eran tan limitadas que muchas pasaban inadvertidas.

El último promedio de siete días en California, de 896 nuevos casos de coronavirus por jornada, se produce incluso cuando se realizaron aproximadamente 107.000 pruebas diarias durante ese mismo período, según muestran los datos de The Times. A finales de la primavera de 2020, la primera vez que se disponía de datos fiables, solo se realizaban unos 50.000 exámenes diarios.

Las hospitalizaciones por COVID-19 se encuentran ahora en los niveles más bajos desde que California comenzó a rastrear sistemáticamente esa estadística el 30 de marzo de 2020, cuando 1.617 personas con COVID-19 estaban internadas en hospitales. Hasta el domingo, había 939 pacientes de COVID-19 en centros médicos de California, un 95% menos que durante el pico de casi 22.000 hospitalizados, a principios de enero.

Se reportó un promedio de 20 muertes relacionadas con el COVID-19 diariamente durante la última semana, la cifra más baja desde principios de abril de 2020. En su punto máximo, California reportó 549 decesos por COVID-19 al día durante un período semanal.

Aumento de las vacunas

En California, el 56% de los residentes de todas las edades y el 71% de los adultos han recibido al menos una dosis de vacuna. En total, 14 estados ahora tienen como mínimo el 70% de sus mayores de edad vacunados al menos parcialmente, logrando así el objetivo establecido por el presidente Biden semanas antes de la meta del 4 de julio.

La mayor preocupación ahora para muchos funcionarios es persuadir a quienes no han sido vacunados.

California sigue estando por debajo del nivel de cobertura, generalmente estimado entre el 70% y el 85%, que se cree necesario para finalmente dejar la pandemia atrás.

Solo alrededor del 47% de los residentes en todo el estado están completamente vacunados, lo cual significa que han recibido ambas inyecciones de las vacunas Pfizer-BioNTech o Moderna, o la dosis única requerida de Johnson & Johnson, según muestran los datos de The Times.

Un número desconocido de residentes que no están vacunados también pueden estar blindados temporalmente contra el coronavirus porque desarrollaron inmunidad natural después de infectarse.

A fines de mayo, el Departamento de Servicios de Salud del condado de Los Ángeles estimó que el 63% de los residentes tenían protección contra el COVID-19, el 38% debido a una infección previa.

Todavía existen preocupaciones sobre los brotes localizados en lugares con bajas tasas de vacunación, como las zonas rurales del norte de California y el Valle Central. Un problema potencial podría ser que muy pocos trabajadores agrícolas se vacunen, un riesgo particular porque estas personas viajan mucho por las vastas áreas agrícolas del estado.

También persisten las brechas entre los grupos raciales y étnicos. En el condado de Los Ángeles, la cantidad de jóvenes latinos y negros vacunados sigue siendo menor que sus homólogos blancos, asiáticos o nativos americanos.

Reaperturas sin brotes

La reapertura del martes se produce después de meses de aliviar gradualmente las restricciones comerciales en todo el estado.

Esos cambios, que permitieron una mayor capacidad en los establecimientos minoristas y más eventos grupales en interiores, no trajeron nuevos aumentos de coronavirus. De hecho, la propagación del virus siguió disminuyendo.

Los no vacunados, aún en riesgo

Los californianos que están completamente vacunados contra el COVID-19 ahora pueden quitarse las mascarillas en la mayoría de las situaciones. Pero también existe la expectativa de que quienes no lo están puedan violar las reglas, que generalmente les indican que continúen usando cubierta facial.

Si comienzan a no cubrirse la cara mientras están en contacto cercano con otras personas no vacunadas, y las tasas de inmunización no son lo suficientemente altas como para evitar que ocurran brotes, es posible que más individuos no vacunados tengan un mayor riesgo de contraer COVID-19.

Las pruebas siguen siendo esenciales

El funcionario del condado de Los Ángeles recomendó realizarse una prueba en estas circunstancias:

• Cuando alguien presenta signos o síntomas de COVID-19, independientemente del estado de vacunación (es extraordinariamente raro que una persona completamente vacunada contraiga síntomas de COVID-19: solo el 0.03% de los 3.3 millones de residentes del condado de Los Ángeles que habían sido completamente vacunados hasta el 7 de mayo dieron positivo al coronavirus. Únicamente el 0.002% fueron hospitalizados).

• Personas no vacunadas que descubren que han estado en contacto cercano con alguien que tiene COVID-19.

• Personas no vacunadas que hayan estado potencialmente expuestas al coronavirus.

El riesgo continúa

Los expertos en salud pública señalan que hay cosas a las que prestar atención en las próximas semanas y meses, que podrían interrumpir el progreso.

En lugares con bajas tasas de vacunación, “veremos brotes”, comentó el Dr. Mark Ghaly, secretario de Salud y Servicios Humanos de California.

Para quienes aún no están vacunados, los expertos se encuentran cada vez más preocupados por el peligro que representa la variante Delta del coronavirus, detectada por primera vez en India.

Algunas áreas de California tienen tasas de vacunación muy por detrás de la cifra estatal. Aunque el 56% de los californianos están vacunados al menos parcialmente, varios condados se quedan atrás, incluidos Riverside (45%); San Bernardino (42%); Merced (39%); Tulare y Kern (38%); y Kings (31%), muestran los datos de The Times.

Muchos condados rurales del norte de California también tienen una tasa baja, como Siskiyou (40%), Shasta (36%), Yuba (34%), Tehama (30%) y Lassen (21%).

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí:

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