El condado de L.A. exige de nuevo el uso de mascarilla en interiores. ¿La gente seguirá las normas?
El condado de Los Ángeles exige ahora el uso de mascarilla en lugares públicos cerrados, lo que abre una nueva línea de batalla, ya que el coronavirus está aumentando considerablemente entre los no vacunados.
El condado de Los Ángeles comenzó a exigir a las personas el uso de mascarilla en lugares públicos cerrados este domingo, abriendo una nueva línea de batalla, ya que el coronavirus está aumentando significativamente entre la gente que no está vacunada.
El condado de Los Ángeles es, con mucho, la mayor jurisdicción del país que vuelve a exigir el uso de mascarilla. Pero con el aumento de los casos de coronavirus en toda la nación, en gran parte debido a la variante altamente infecciosa del Delta, los funcionarios de otros lugares están atentos para ver si el esfuerzo funciona.
Una gran pregunta es si la gente realmente seguirá las reglas - especialmente en medio de la creciente frustración de aquellos que se vacunaron para volver a la vida prepandémica - y qué harán los funcionarios de salud, si es que hacen algo, si esta acción no frena el aumento de los casos de coronavirus.
Según la orden del condado de Los Ángeles, se exigirá el uso de mascarilla en todos los lugares públicos cerrados, como teatros, tiendas, gimnasios, oficinas y lugares de trabajo, y en los restaurantes cuando los clientes no estén comiendo o bebiendo. Los niños menores de 2 años están exentos de esta norma. El servicio en interiores de los restaurantes sigue estando permitido.
Otros condados de California han instado a la gente a llevar mascarilla en el interior, pero ninguno ha seguido a Los Ángeles y ha impuesto esta práctica.
Las vacunas han sido extraordinariamente efectivas. Entre el 7 de diciembre y el 7 de junio, las personas no vacunadas en el condado de Los Ángeles representaron el 99.6% de sus casos de coronavirus, el 98.7% de las hospitalizaciones por COVID-19 y el 99.8% de las muertes.
Pero las autoridades están pidiendo a los vacunados que utilicen mascarilla incluso en el interior de sus casas como forma de obligar también a las personas no vacunadas -que son las que corren mayor riesgo- a hacer lo mismo. Alrededor del 52% de los residentes del condado de Los Ángeles están totalmente vacunados, y aproximadamente el 60% se ha aplicado al menos una dosis. Pero, dada la enorme población de la región, aún quedan millones de individuos vulnerables.
Israel retiró la mayoría de las órdenes de uso de mascarilla el 15 de junio, el mismo día que California, pero volvió a imponer la obligatoriedad de su uso en espacios públicos cerrados el 25 de junio, como reacción al aumento de las tasas de infección. Sin embargo, la norma no se está cumpliendo adecuadamente, por lo que las autoridades israelíes han dado instrucciones a la policía para que imponga multas a las personas que infrinjan el reglamento, según Associated Press.
En Francia, las autoridades han ordenado la vacunación obligatoria de los trabajadores sanitarios y la expedición de “pases COVID-19” para todo aquel que quiera ir a un restaurante, centro comercial, tren o avión, o al interior de la recientemente reabierta Torre Eiffel. Para obtener un pase, la gente debe demostrar que está totalmente vacunada, que se ha recuperado recientemente del virus o que ha dado negativo en una nueva prueba, informó la AP.
¿Deben las personas que recibieron la vacuna COVID-19 de Johnson & Johnson considerar la posibilidad de recibir una vacuna de refuerzo de Pfizer-BioNTech o Moderna?
El Dr. Peter Chin-Hong, experto en enfermedades infecciosas de la Universidad de California en San Francisco, estuvo de acuerdo en que es una buena idea usar mascarilla en lugares cerrados con mucha gente.
Chin-Hong dijo que había oído a otras personas que consideraban que el llamamiento que se hizo a aquellos que están vacunados para que volvieran a utilizar mascarilla era un golpe psicológico, ya que esperaban que el COVID-19 hubiera quedado atrás.
Pero “seguiremos en este barco hasta que la gente se vacune”, manifestó Chin-Hong, quien agregó que no creía que fueran a producirse más restricciones, como la reducción de la capacidad de las empresas o incluso el cierre de estas: “Creo que la economía tiene que seguir adelante, y hay suficientes personas vacunadas”, dijo Chin-Hong.
El Dr. Robert Kim-Farley, epidemiólogo médico y experto en enfermedades infecciosas de la Escuela de Salud Pública Fielding de la UCLA, dijo que no esperaba que los funcionarios locales restringieran la capacidad de las empresas o volvieran a imponer medidas de distanciamiento físico, salvo como una estrategia de último recurso.
“No preveo que tengamos que llegar a esas medidas tan extremas”, expresó Kim-Farley.
También dijo que no esperaba que la industria hotelera se viera tan presionada como al principio de la pandemia, “debido al hecho de que la gran mayoría de las personas mayores, y con un riesgo más alto de enfermedad grave y muerte, han sido vacunadas”.
Las personas más jóvenes que contraen la enfermedad no tendrán las mismas tasas elevadas de enfermedad grave y muerte.
Kim-Farley espera que los requisitos de uso de mascarilla se anulen para las personas vacunadas una vez que las tasas de transmisión vuelvan a ser más bajas.
Con el tiempo, cuando todo el mundo pueda y tenga la oportunidad de vacunarse, incluidos los menores de 12 años, “creo que será el momento en que las normas cambien y la gente diga: ‘Muy bien... hemos hablado con ustedes sobre la importancia de la vacunación y siguen rechazándola. Están en su derecho. Pero entonces tienen que aceptar toda la responsabilidad de un mal resultado si se enferman’”.
Las anteriores ordenanzas sobre el uso de mascarilla se han aplicado en gran medida mediante el sistema de honor, y las autoridades han dicho que no tenían intención de multar a la gente.
El sheriff del condado de Los Ángeles, Alex Villanueva, dijo que su agencia no haría cumplir las normas.
“El Departamento de Salud Pública (DPH) del condado de Los Ángeles tiene autoridad para hacer cumplir la orden, pero el Departamento del Sheriff del condado de Los Ángeles, que carece de fondos, no gastará sus limitados recursos en eso y, en cambio, pedirá el cumplimiento voluntario”, expuso en un comunicado.
La orden de uso de mascarilla de Los Ángeles va más allá de las recomendaciones federales o estatales, pero los funcionarios de esos niveles han dicho que corresponde a las agencias locales determinar lo que es mejor para sus áreas.
Algunos han cuestionado si Los Ángeles ha ido demasiado lejos. Otros dicen que podría tener consecuencias no deseadas.
La Dra. Mónica Gandhi, especialista en enfermedades infecciosas de la Universidad de California en San Francisco, dijo que podría ser una política razonable exigir el uso de mascarilla cuando más de cinco personas esten hospitalizadas por COVID-19 por cada 100.000 residentes. El condado de L.A. se está acercando rápidamente a ese umbral, ya que ahora registra 4.6 hospitalizaciones por cada 100.000 habitantes; hace un mes, eran 2.2.
Pero Gandhi añadió que el enfoque federal y estatal de no exigir el uso de mascarilla a las personas vacunadas era sólido y mostraba a la gente reticente a las vacunas los beneficios que podrían disfrutar tras vacunarse.
Agregó que le preocupaba que quitarles la libertad a las personas vacunadas de no tener que usar mascarilla pudiera desanimar aún más a los que ya son reacios a inocularse.
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