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Alquilar un auto será complicado al menos hasta 2022

Thousands of rental cars were parked at the Santa Anita racetrack parking lot April 29, 2020.
Cuando llegó la pandemia, la demanda de autos para rentar se desplomó. Eso obligó a las empresas del sector a estacionar miles de vehículos en lotes como el del hipódromo de Santa Anita, que se muestra en esta imagen de abril de 2020. Muchos de esos automóviles fueron vendidos más adelante.
(Robert Gauthier / Los Angeles Times)
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En un viaje para visitar Disneyland con sus hijos, John Jiménez, de San José, reservó un automóvil compacto de Dollar Rent a Car en el Aeropuerto Internacional de Los Ángeles. Lo que le pasó cuando aterrizó fue un dolor de cabeza.

Debido a la escasez de vehículos, la agencia de alquiler le ofreció una camioneta -que, según dijo, apestaba a cigarrillo y marihuana- en lugar de un auto compacto. Él rechazó la opción maloliente, y después de una espera de más de dos horas se conformó con otra camioneta con más de 60.000 millas, daños visibles y un “olor a humedad” que parecía provenir del sistema de aire acondicionado.

“El área donde debían estar los autos compactos se encontraba vacía”, dijo, y agregó que exigió un reembolso completo.

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La escasez global de microchips que redujo la producción automotriz sigue siendo un duro golpe para las empresas de renta de autos, pero el mayor golpe lo sienten los viajeros como Jiménez, que terminan esperando en largas filas, pagando casi el doble de las tarifas de principio de año, se les niega el vehículo que reservaron o terminan conduciendo otro, con mucho desgaste adicional.

La mala noticia es que la escasez de autos, y los dolores de cabeza para los arrendatarios, no desaparecerán hasta 2022 o incluso más adelante, según los expertos de la industria. “La oferta de vehículos nuevos sigue siendo muy escasa”, remarcó Gregory Scott, vocero de la Asociación Estadounidense de Alquiler de Automóviles.

Debido a la escasez, las empresas de renta mantienen sus automóviles por más tiempo antes de venderlos y reemplazarlos por vehículos nuevos. En el pasado, las compañías vendían sus autos cuando alcanzaban entre 25.000 a 50.000 millas, pero ahora los mantienen hasta casi las 90.000 millas, comentaron Scott y otros especialistas. Las compañías de alquiler también están tratando de reabastecer su flota envejecida comprando automóviles que se habían vendido previamente en subasta a los concesionarios de usados.

Los desafíos para llenar los puestos vacantes han exacerbado la situación, lo cual dificulta que las empresas de alquiler contraten personal para los mostradores y trabajadores para trasladar autos desde sitios de baja demanda a puntos de alta renta, añaden los expertos de la industria.

Como resultado, los precios de la renta de autos subieron a un máximo promedio de $120 por día este verano, en comparación con casi $45 a principios de año, según un estudio del sitio de reserva de viajes Hopper.com. Desde entonces, cayeron a alrededor de $80 por día y siguen con una tendencia a la baja a medida que la demanda disminuye con el final del verano, detectó el estudio.

Pero se espera que los precios vuelvan a subir a medida que los viajes aumenten durante la próxima temporada navideña, advirtió Steve Sintra, vicepresidente y gerente general para América del Norte en el sitio web de viajes Kayak.com. “Hemos notado el incremento de la demanda de autos de alquiler durante todo el verano, y los datos de Kayak muestran que esto no va a disminuir en el corto plazo, especialmente cuando entremos en la época navideña”, comentó.

Los problemas para la industria de automóviles de alquiler comenzaron cuando la pandemia obligó al cierre de fábricas en todo el mundo, interrumpiendo la producción de los microchips necesarios para dispositivos electrónicos, computadoras portátiles y vehículos. La pandemia también cerró puertos en Asia, lo cual interrumpió la cadena de suministro de microchips. Las automotrices cancelaron los pedidos de chips, asumiendo que la demanda de autos nuevos se agotaría durante la pandemia.

Pero cuando la demanda de vehículos y dispositivos electrónicos para los trabajadores confinados en casa se recuperó, a los fabricantes de chips les costó mantenerse al día con los nuevos pedidos. La automotriz japonesa Nissan planea fabricar 500.000 automóviles menos en 2021 debido a la escasez de chips. Otras, como General Motors, siguieron fabricando autos que tienen almacenados por miles en estacionamientos gigantes, esperando los microchips que necesitan para su funcionamiento.

Debido a la escasez, la industria de alquiler de vehículos en EE.UU pudo comprar solo alrededor de 800.000 autos nuevos en 2020 para reabastecer su flota envejecida, menos de la mitad de lo que la industria compró en 2019, señaló Scott.

Los fabricantes de microchips señalan que pueden pasar uno o dos años antes de que los suministros comiencen a satisfacer la creciente demanda. Eso significa que la escasez de automóviles no disminuirá hasta 2022 o después, según los expertos de la industria.

“Sigue habiendo mucha incertidumbre”, remarcó Will Withington, vicepresidente sénior de Enterprise Holdings Inc., en una reciente convención de la industria de alquiler de automóviles en Las Vegas.

En un comunicado, Enterprise señaló que la compañía puede satisfacer la demanda actual de los clientes al extender el “ciclo normal de nuestra flota” con rigurosos estándares de seguridad y mantenimiento.

Su rival de la industria, Hertz Corp., está “trabajando en estrecha colaboración con nuestros socios automotrices para agregar nuevos vehículos a nuestra flota lo más rápido posible, comprando autos usados de bajo millaje y trasladándolos a las áreas con mayor demanda”.

Tales garantías son de poco consuelo para Kimmy Katz, de Titusville, Florida, quien describió su reciente experiencia para rentar un auto como “muy frustrante”.

Katz alquiló una camioneta Nissan para un viaje de negocios de dos semanas en Florida, a Dollar Rent a Car. Pero una de las llantas tenía una pérdida pequeña de aire, que le exigía llenarla cada dos días, señaló Katz. Cuando la llanta finalmente se ponchó, dijo, la agencia denegó su solicitud de darle otro auto o cambiarle la llanta. “Le agradezco a cualquier Dios o ciencia que exista porque no se ponchó en la I-75 o la I-10, donde no hay servicio celular”, comentó.

Cuando se le pidió que respondiera a los problemas citados por Jiménez y Katz, Hertz, la empresa matriz de Dollar, señaló que la compañía “debía analizar esas situaciones específicas para poder hacer más comentarios”. “Cuando los clientes plantean una inquietud, la investigamos y tratamos de corregirla”, respondió Hertz.

Según los expertos de la industria, los viajeros que quieran evitar esos dolores de cabeza deberían reservar auto lo antes posible y tratar de elegir puntos de renta en aeropuertos pequeños o medianos, donde la demanda es menor. “Nunca había visto una situación así”, dijo Eben Peck, vicepresidente ejecutivo de activismo de la Sociedad Estadounidense de Asesores de Viajes. “El COVID puso tanta presión en el sistema, que esta es solo una de ellas”.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí.

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