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¿Tengo que mentir para recibir una vacuna de refuerzo contra el COVID-19? No, y este es el motivo

El letrero de una clínica en San Rafael anuncia la vacunación de refuerzo.
(Justin Sullivan / Getty Images)
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Escuchar al gobernador Gavin Newsom comentarlo, la respuesta a la pregunta de si es elegible para una vacuna de refuerzo contra el COVID-19 en California, es fácil.

“Si han pasado 6 meses desde que recibió Pfizer/Moderna o 2 meses desde [Johnson & Johnson], puede aplicársela”, tuiteó el martes por la mañana. “Es así de sencillo”.

Sin embargo, un análisis rápido de las respuestas a su mensaje muestra que, para algunos, las cosas todavía no están tan claras. Las preguntas de elegibilidad aún han frustrado a las personas cuando intentan conseguir una cita en las principales cadenas de farmacias. Otros indican que la propia plataforma en línea del estado les está informando que no pueden recibir las vacunas.

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Como señaló un usuario: “Intenté agendar una cita anoche y el sitio me indicó que no estaba calificado. No hay forma de evitarlo más que mentir...”

¿Pero realmente tienes que mentir para conseguir el antígeno?

El obstáculo son los criterios enumerados para ser elegible para una vacuna de refuerzo al intentar reservar una cita. Algunos han indicado que no son elegibles para ninguna de las categorías.

Por ejemplo, en el sitio web de programación de citas para aplicarse la inyección del estado, MyTurn.ca.gov, el sitio pregunta:

¿Está en uno de los siguientes grupos elegibles?

• Residente de un centro de atención a largo plazo (por ejemplo, hogar de personas mayores o vivienda asistida para ese grupo poblacional)

• En alto riesgo de complicaciones por COVID-19

• En alto riesgo de exposición al COVID-19 debido a la ocupación o el entorno institucional

• En mayor riesgo debido a desigualdades sociales (más información)

Si dice “no”, el sitio web indica que no es elegible para el refuerzo en este momento.

Pero hay, de hecho, una categoría para la que prácticamente todos los adultos son elegibles, según una interpretación permisiva articulada recientemente por funcionarios de salud en California y en la ciudad de Nueva York.

Según esta interpretación, los adultos califican porque esencialmente todos están “en alto riesgo de exposición al COVID-19 debido a la ocupación o el entorno institucional”.

Este lenguaje confuso en el sitio web de vacunación de la entidad es una abreviatura de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC por sus siglas en inglés), que establecen recomendaciones oficiales sobre quién es elegible para la vacuna.

Se recomendó a todos los receptores del antígeno de Johnson & Johnson que se aplicaran un refuerzo dos meses después de su vacunación inicial.

Pero durante semanas, el sitio web de los CDC ha señalado que, entre quienes recibieron las vacunas de Pfizer-BioNTech y Moderna, las personas elegibles para un refuerzo incluyen adultos “que trabajan o viven en entornos de alto riesgo”. Pueden ser trabajadores en entornos como escuelas, hospitales, supermercados, fábricas y cárceles.

Pero los CDC también permiten deliberadamente que los adultos inoculados utilicen su propio juicio para determinar si creen tener “un mayor riesgo de exposición al coronavirus”.

Es esta interpretación laxa en la que varios estados y gobiernos locales se están concentrando, ya que instan a todos los adultos completamente vacunados a recibir una inyección de refuerzo lo antes posible.

El oficial de Salud de California y director de Salud Pública, Dr. Tomás Aragón, comentó en una carta a los proveedores de vacunas que los adultos pueden decidir recibir una inyección de refuerzo si sienten que tienen un mayor riesgo de exposición al coronavirus simplemente por vivir en una zona muy afectada por el COVID-19, un criterio que esencialmente podría describir a cualquier persona en todo el mundo.

La carta mencionaba a los proveedores: “No rechacen a un paciente que solicite un refuerzo”, siempre que haya pasado suficiente tiempo desde que la persona recibió una serie de inoculación inicial.

Las actualizaciones del sitio de programación de California pueden surgir en unos días. El martes por la mañana, se actualizó el sitio de MyTurn: “Anuncio: Las dosis de refuerzo ahora están disponibles para personas mayores de 18 años. Encuentre una clínica sin cita previa ahora o programe una en MyTurn a partir del 18/11”.

Sin embargo, la pregunta de elegibilidad anterior todavía aparece en la lista al intentar reservar una cita.

Los funcionarios de salud de California buscaron aclarar las cosas el martes, publicando una nueva guía indicando que todos los adultos que se hayan inoculado al menos hace seis meses con la última dosis de Pfizer-BioNTech o Moderna, o por lo menos hace dos meses con la inyección de J&J, pueden recibir un refuerzo.

A fines de la semana pasada, algunos condados dejaron de hacer preguntas confusas sobre elegibilidad. Para el jueves por la noche, el condado de Santa Clara, el más poblado del norte de California, ya no preguntó si quienes buscaban citas de refuerzo eran miembros de los cuatro grupos de elegibilidad de los CDC.

Los funcionarios de San Francisco emitieron un comunicado de prensa el viernes por la noche ofreciendo consejos sobre cómo completar formularios. Si bien las clínicas locales afiliadas a la ciudad “están listas para no rechazar a nadie, los sistemas de salud y las farmacias pueden necesitar tiempo para responder a la expansión del refuerzo. Por ejemplo, es posible que los pacientes sigan observando las herramientas de exploración que se utilizan durante la reserva de citas pidiéndoles que den fe de un conjunto más limitado de criterios de elegibilidad. A medida que se actualizan los sistemas, las personas deben elegir el menos restrictivo de los criterios que se les aplique. Muchos entornos laborales y residenciales presentan el riesgo de exposición al COVID”.

California y la ciudad de Nueva York no solo han defendido esta interpretación, sino también Colorado, que ha argumentado que “debido a que el COVID-19 se está propagando rápidamente por toda la entidad, Colorado es un lugar de alto riesgo para vivir y trabajar”, y, por lo tanto, todos los adultos son elegibles para el refuerzo.

Nuevo México hizo la misma interpretación, y un alto funcionario de salud estatal declaró que, con altas tasas de casos y hospitales operando más allá de su capacidad máxima, el estado ahora se encuentra en un “entorno de alto riesgo”.

Como resultado, hay muchos funcionarios de salud que aseguran que puede, en buena conciencia, declarar que es elegible para el refuerzo porque está “en alto riesgo de exposición al COVID-19 debido a su ocupación o entorno institucional”.

¿Cuál es el motivo de esta situación confusa?

Mucho de esto tiene que ver con un debate realizado en septiembre por un comité asesor de científicos de la Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos (FDA por sus siglas en inglés) que se opuso a recomendar que todos los adultos recibieran un refuerzo.

En agosto, miembros del grupo de trabajo para el COVID-19 del presidente Biden señalaron que el gobierno federal estaría listo para ofrecer inyecciones de refuerzo a todos los adultos inoculados a fines de septiembre si la revisión independiente de la situación por parte de la FDA y los CDC resultaba en tal recomendación.

Si bien hubo un consenso generalizado de que las personas mayores de 65 años o más y otros individuos con alto riesgo de enfermedad grave por COVID-19 deberían recibir el refuerzo, hubo mucho debate sobre si los datos disponibles recomendaban que los adultos más jóvenes y saludables también deberían hacerlo.

Pero pronto aparecerán nuevas recomendaciones federales. La FDA está evaluando actualmente una nueva solicitud de Pfizer/BioNTech para que su antígeno esté disponible como refuerzo para todos los adultos.

Varios funcionarios de salud y expertos han intervenido sobre la gran importancia de los refuerzos para la respuesta a la pandemia.

“Estamos empezando a ver una disminución de la inmunidad contra las infecciones”, puntualizó recientemente al podcast “The Daily” el Dr. Anthony Fauci, asesor médico en jefe de Biden para la pandemia de COVID-19.

“Y si nos fijamos en Israel, que siempre ha estado un mes o un mes y medio por delante de nosotros en la dinámica del brote en su respuesta de la vacuna, así como en todos los demás elementos del brote, están viendo una disminución de la inmunidad, no solo contra la infección, sino también contra las hospitalizaciones y, en cierta medida, los decesos, lo que ya empieza a afectar a todos los grupos de edad. No son únicamente las personas mayores”, señaló Fauci.

Con el tiempo, puede quedar en claro que se determinará que la inyección de refuerzo es “una parte esencial del régimen [de inoculación] primario que la gente debería tener”, subrayó Fauci. “La dosis de refuerzo será un componente absolutamente esencial de nuestra respuesta. No es una ventaja, no es un lujo, sino una parte absolutamente esencial del programa”.

El Dr. Scott Gottlieb, ex director de la FDA y miembro de la junta de Pfizer, comentó en el programa de CBS News “Face the Nation” que el mensaje confuso sobre los refuerzos puede terminar siendo “una de las mayores oportunidades perdidas en esta pandemia”.

“Ahora vemos una evidencia muy clara de la disminución de la efectividad del antígeno con el tiempo. Hay diferentes razones por las que ese puede ser el caso, pero la tendencia es inconfundible”, enfatizó. “Cualquiera que sea elegible para un refuerzo, y la mayoría de los estadounidenses probablemente son elegibles para uno en este momento, debería aplicárselo. Y esta es la forma más rápida en que podemos aumentar la inmunidad total en la población”.

A las personas que se inocularon hace mucho tiempo “podría ser que solo les quede el 50% de su efectividad”, señaló Gottlieb, pero recibir un refuerzo puede restaurar la efectividad al 95% “según los datos que hemos visto, en cuestión de días”.

Si quiere leer este artículo en inglés, haga clic aquí.

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