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Columna: En la temporada navideña, investigue antes de donar a la primera entidad benéfica que lo solicite

El procurador general de California, Rob Bonta, llena bolsas de comestibles
El procurador general de California, Rob Bonta, ayuda al personal de APLA Health a llenar bolsas de comestibles para los clientes de la agencia en Los Ángeles. Bonta comparte consejos y recursos sobre cómo evitar estafas al realizar donaciones de caridad en esta temporada navideña
(Luis Sinco / Los Angeles Times)

Llegó la temporada para donar a organizaciones benéficas, y tal vez también para desperdiciar algo de su dinero.

Supongamos que la mayoría de las organizaciones benéficas son legales, son sinceras, efectivas y legítimas. Pero muchas son ineficientes, egoístas o incluso apócrifas.

En muchas ocasiones, los donantes terminan llenando los bolsillos de los recaudadores de fondos profesionales, en lugar de ayudar a los necesitados o a una causa digna. La donación se convierte en un gesto inservible.

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“Tratamos de asegurarnos de que el dinero caritativo se destine a ayudar a las personas, en lugar de ser mal dirigido con fines no solidarios, como las cuentas bancarias personales de los miembros de la junta de ciertas entidades”, comentó el procurador general del estado, Rob Bonta. “Y estamos hablando de millones de dólares”.

Muchas organizaciones benéficas obtienen entre el 80% y el 90% o incluso más de las donaciones recolectadas por sus recaudadores de fondos. Pero otras también reciben entre un 5% y un 25%, o incluso menos. Algunas hasta terminan debiendo dinero al recaudador porque los gastos generales del proceso excedieron la cantidad recaudada.

“Los costos de operación no deberían ser más del 50%”, remarcó Bonta. “Yo diría que un 35% como máximo. Si más de 35 centavos de mi dólar se van a la billetera de un recaudador de fondos, no cuenten conmigo”.

El fiscal general prepara cada año un informe extenso sobre eventos de recaudación de fondos de caridad, que muestra cuánto recolectan y cuánto entregan a la organización benéfica y la cantidad que retienen ellos.

Bonta realizó recientemente una gira estatal, que no tuvo gran difusión, para advertir al público sobre los estafadores, mientras promociona organizaciones benéficas locales de renombre.

“Las organizaciones fraudulentas siempre buscan capitalizar el deseo de la gente de ayudar”, advirtió.

“Por eso, investigue antes de donar. Descubra cómo la entidad benéfica invierte sus donaciones. ¿Cuánto se gasta directamente en la causa? ¿Cuánto se destina a costos generales y compensación de empleados?”.

¡Sí, claro! Puede perder el aliento consultando a un recaudador telefónico en busca de respuestas o llamar a la organización benéfica y maldecir mientras espera largamente en línea.

Gov. Gavin Newsom is justified in countering the Lone Star State’s cynical attack on abortion rights while strengthening California’s enforcement of gun laws.

También puede ingresar al sitio web del procurador general y buscar el “Resumen de campañas de solicitud de beneficencia realizadas por recaudadores de fondos profesionales”. Y, si lo encuentra, busque en las 271 páginas.

Pero lo más probable es que esté demasiado ocupado con las fiestas de fin de año. Además, no le queda mucho tiempo para enviar donaciones caritativas antes del 1ero. de enero para que puedan deducirse en las declaraciones de impuestos sobre la renta de 2021.

Entonces, uno improvisa.

El informe del fiscal general muestra la cantidad total de donaciones recolectadas a nivel nacional por los recaudadores de fondos que solicitan en California. La mayoría de las organizaciones benéficas no utilizan recaudaciones de fondos independientes, según la oficina del funcionario. Por lo tanto, el documento proporciona solo una imagen parcial.

Pero los recaudadores de fondos encuestados reunieron poco más de 1.000 millones de dólares en 2020, 220 millones de dólares más que en 2019.

La buena noticia es que las organizaciones benéficas en general recibieron el 82% del botín, un 3.4% más que en 2019 y un 13.2% más que cinco años antes.

Una de las principales razones por las que las organizaciones benéficas obtienen mayores recortes y los donantes aportan más dinero es que cada vez más personas contribuyen en línea. Pedir dinero por medios electrónicos es menos trabajoso que hacerlo por teléfono o por correo. Y es más fácil para un donante, que escribir para comprobarlo y enviarlo por correo. Al menos, para las generaciones más jóvenes.

Entre mis frustraciones se encuentran las llamadas telefónicas acosadoras de los recaudadores. “Si se siente presionado o amenazado, simplemente cuelgue”, destacó Bonta.

A big portion of the California Capitol will soon be demolished at a large cost to taxpayers, columnist George Skelton writes.

Cuelgo de igual manera, pero ¡dejen de marcar a mi telefóno!

Otra cuestión es que las organizaciones benéficas nunca están satisfechas. Incluso si dono en diciembre, me molestan todos los meses a perpetuidad. Colman mi buzón durante todo el año.

Algunos envían cinco o diez centavos, ¿incluso un dólar ocasional? Ridículo. Lo guardo en el bolsillo y tiro el sobre. Si estas entidades pueden permitirse enviar dinero por correo a millones de personas, no necesitan mis 50 dólares.

En realidad, 50 dólares apenas cubren un pedido. Entonces, para recuperar ese gasto, la organización benéfica vende mi dirección, número de teléfono e información personal a otros recaudadores. Es por eso que recibo solicitudes de donaciones de sitios de los que nunca había oído hablar, y odio eso también.

Las organizaciones benéficas turbias a menudo usan palabras fuertes en sus pedidos, como “cáncer”, “veteranos”, “bomberos” y “niños”. Se alimentan así de organizaciones benéficas legítimas.

En enero pasado, el por entonces procurador general, Xavier Becerra, y otros de sus pares de todo el país se abalanzaron sobre un grupo llamado Healing Heroes, que anunciaba falsamente que utilizaba el 100% de sus donaciones para ayudar a veteranos heridos, cuando en realidad solo destinaban el 16%. Los estafadores fueron descubiertos y obligados a pagar 95.000 dólares a una organización benéfica legítima para veteranos.

Algunas de las peores entidades recaudan dinero para organizaciones benéficas de seguridad pública. Bonta informó que varias agrupaciones policiales y de bomberos dignas recibieron solo pequeños fondos de sus recaudadores.

Entre ellas se encontraban la Orden Fraternal de Policía de California, la Fundación Benéfica de Bomberos, la Asociación de Policía de Irvine, la Alianza de Bomberos Voluntarios, las Organizaciones Benéficas de la Juventud de la Policía de California y la Asociación Nacional de Jefes de Policía. Todas recibieron solo el 20% o menos del dinero que se les donó.

También en esa lista estaban la Fundación para el Trastorno del Espectro Autista, la Fundación de Apoyo a Veteranos, la Sociedad Estadounidense para la Prevención de la Crueldad contra los Animales, la Asociación de Leucemia Infantil y la United Cancer Support Foundation.

En el extremo superior, estas organizaciones benéficas recibieron al menos el 90% de sus donaciones: Everytown for Gun Safety, Food for the Poor, Habitat for Humanity International, Save the Children Federation, International Fellowship of Christians & Jew, Leukemia & Lymphoma Society y Sierra Club.

Miembros de Homies Unidos llenan bolsas de comida para los necesitados
Miembros de Homies Unidos, un grupo de ayuda local, colocan alimentos en bolsas para distribuirlos a las familias necesitadas en Los Ángeles, en agosto de 2020.
(Genaro Molina / Los Angeles Times)

La apuesta más segura es donar directamente a organizaciones benéficas locales cuyo trabajo pueda observar y comprobar.

Por mi parte, dono principalmente a un fondo de becas de periodismo en el Sacramento Press Club. Sé que el 100% de mi donación va a un estudiante prometedor que lo necesita.

Pero para las organizaciones benéficas que gastan menos de 65 centavos del dólar donado como se anuncia, o inundan mi buzón y llaman incesantemente, no les doy ¡nada!

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí.

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