Opinión: Un incidente aislado en Matamoros, México, no debe impedir que los estadounidenses visiten Tijuana
Hay muchas razones para visitar el país del sur.
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Siguen surgiendo detalles sobre el atroz ataque perpetrado por un grupo armado contra cuatro estadounidenses en México la semana pasada. Según las autoridades, dos de ellos fueron encontrados muertos, uno de los dos sobrevivientes resultó gravemente herido y una mujer mexicana inocente murió por el disparo de una bala perdida durante el secuestro del viernes en Matamoros, México.
Los cuatro estadounidenses habían viajado desde Carolina del Sur para que una de ellos se sometiera a una intervención de cirugía estética. El turismo médico es una industria enorme en México, especialmente a lo largo de la frontera entre los Estados Unidos y México, incluyendo en Tijuana, y los estadounidenses pueden estar preguntándose si ahora es seguro cruzar a Baja California para procedimientos médicos o por otras razones.
La respuesta es sí. Una tragedia que dejó tres muertos es terrible. Enciende la angustia y otras emociones, pero no debería afectar la forma en que se ve a todo México.
Cuando la camioneta con cuatro personas a bordo cruzó la frontera desde Brownsville, Texas hacia Matamoros el viernes pasado, los halcones encargados de vigilar la zona fronteriza notificaron a sus jefes de la presencia de los cuatro norteamericanos.
Como muchos otros residentes e instituciones locales, la junta editorial de The San Diego Union-Tribune valora los lazos económicos, culturales y sociales de nuestra región binacional. Algunos de los miembros de nuestro consejo viven a lo largo de la frontera, tienen familiares en ambos lados de ella y la cruzan con frecuencia. Nuestro consejo considera desde hace tiempo que la frontera es algo que conecta a las ciudades de San Diego y Tijuana en lugar de dividirlas, y hemos lamentado tanto la demagogia en la frontera como los prolongados fracasos de quienes ostentan el poder político a la hora de remediar problemas masivos como los grandes vertidos transfronterizos de aguas residuales y las excesivas esperas en la frontera.
Hay muchas razones para visitar el país del sur. El turismo médico, por ejemplo, es una industria de 800 millones de dólares al año en Tijuana. Los estadounidenses viajan allí habitualmente para acudir al médico, al dentista, para someterse a una operación quirúrgica o para recibir atención veterinaria para sus mascotas. No hay necesidad de restringirlo, aunque hay que ser precavidos, como siempre que se viaja a cualquier parte.
Sí, el Departamento de Estado emitió un aviso de “no viajar” de nivel 4, su máxima alerta, para seis estados mexicanos, entre ellos Tamaulipas, donde se encuentra Matamoros. Pero Tijuana está a 1500 millas de donde fueron atacados los cuatro estadounidenses.
Y sí, el Departamento de Estado está aconsejando a la gente que “reconsidere viajar” a siete estados, incluido Baja California, debido a los diferentes niveles de delincuencia y secuestros. Pero todo el mundo debería saber lo que dice exactamente sobre Baja California.
La percepción de México que se tenía en Estados Unidos, hasta antes de los años 90, en un exceso de simplificación, era la de un país que solo daba problemas.
El Departamento de Estado afirma que “las organizaciones criminales transnacionales compiten en la zona fronteriza para establecer rutas de narcotráfico y contrabando de personas”, que “la delincuencia violenta y la actividad de las bandas son habituales” y que ciudadanos estadounidenses y portadores de tarjetas de residencia o green-cards han sido secuestrados (lo que no se dice es que los secuestros de ciudadanos estadounidenses son inusuales). El gobierno estadounidense también advirtió a los viajeros que “permanezcan en las carreteras principales y eviten los lugares remotos” y añadió que “es especialmente preocupante el elevado número de homicidios en las zonas no turísticas de Tijuana”.
El Departamento de Estado añade que “la mayoría de los homicidios parecen selectivos; sin embargo, los asesinatos cometidos por organizaciones criminales y las disputas territoriales pueden provocar que los transeúntes resulten heridos o muertos”.
En otras palabras, ten cuidado.
Es inteligente consultar las advertencias del gobierno estadounidense, por supuesto. Pero tanto si viajas a Tijuana para comer tacos, como si lo haces para una cita médica o para estar con amigos o familiares, la ciudad sigue estando cercana, sigue siendo atractiva y sigue valiendo la pena.
Tu viaje de regreso a casa puede implicar una espera de horas en la frontera, por lo que también es inteligente buscar los anuncios del gobierno de los Estados Unidos, para estimar los tiempos de espera a la hora de cruzar. Los largos retrasos que aquejan a la gente común que intenta cruzar a Estados Unidos merecen la atención del gobierno estadounidense como cualquier evaluación de un posible punto problemático para los estadounidenses que viajan. De hecho, esas esperas son un problema persistente casi todos los días.
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