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John Molina se inspira en sus hijas gimnastas para batalla ante Josesito López

(JAD EL REDA/LA TIMES EN ESPAÑOL)

La pelea se llevará a cabo el 28 de septiembre en el Staples Center

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La personalidad de John Molina en el gimnasio bien podría tildarse de juguetona y de que no se toma las cosas muy en serio cuando la prensa invade su lugar de trabajo… sin embargo, el semblante del peleador cambia cuando se refiere a su etapa como padre de dos pequeñas, una de seis y otra de tres años de edad.

“Mis dos hijas son gimnastas, muy jóvenes pero están haciendo bien las cosas”, dijo Molina a LA Times en Español. “Mi hija mayor empezó su carrera y lo digo porque ya está en un equipo, mientras que la más chica apenas está viviendo las emociones”.

A sus 36 años, el retiro podría estar tocando a su puerta, pero para Molina, su nueva etapa ya empezó en su propio hogar. Él enfrenta un difícil combate de peso welter ante Josesito López, el 28 de septiembre en Staples Center (6 p.m., Pago por Evento), con quien comparte muchas similitudes arriba del cuadrilátero en cuestión de estilo.

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Molina, por su parte, asegura que ha descubierto similitudes también en sus hijas, no solo en el apellido que portan.

“Quiero darles el ejemplo, no importa que tan difícil sea, se tiene que continuar, que iempre podemos empujar a través y perseverar”, dijo. “Quiero inculcar eso en mis hijas temprano. He hecho eso con mi hija mayor, Raenah, y ella dice ‘papá, yo no me rindo porque soy una Molina’”.

El oriundo de Covina dijo que notó la misma garra que él considera tener en el cuadrilátero, cuando vio a su hija mayor desarrollar un ejercicio de gimnasia en el que tenía que pararse boca abajo con los brazos en el suelo y piernas arriba, lo que asegura que le sirvió para probar su temperamento pues competía con una niña de 14 años a su lado.

“Tuvo que mantener la posición por un largo tiempo y empezó a llorar, porque ella no terminó, pero no se rindió, ella se mantuvo todo el camino hasta que se desbarató”, detalló Molina. “Me dijo: ‘papá, no me detuve, no me detuve’ y le dije ‘¿por qué?’... Ella respondió: ‘Porque soy una Molina’”.

Como peleador, Molina ha entendido el proceso y sabe lo difícil que es llegar tan lejos, pero cuando se trata de su hija siente que ha tenido que demostrar más fuerza de la que usa en el cuadrilátero.

“Primero, me hace sentir orgulloso y segundo, ella soy yo… Ella soy yo otra vez”, describió. “Sé el límite que puedo poner en ella y se cuál es su punto de inflexión y en dónde no será. Pero eso me emociona verla sobresalir en su deporte y mi hija menor también. Me emociona ver eso en ellas otra vez, entonces es perfecto porque tengo un mapa a seguir para llegar a dónde he llegado. Creo que he llegado a un alto nivel en mi ocupación y creo que mis hijas pueden hacerlo de igual manera, mientras que se motiven y se mantengan en el deporte”.

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