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Michael Jordan confiesa su amor por las apuestas

La famosa competitividad de Michael Jordan produjo seis títulos de la NBA. También generó jugosos cuentos de apuestas, que incluyen pérdidas de siete cifras.

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Los primeros cinco episodios del documental de ESPN sobre los Bulls de Chicago de 1997-98, “The Last Dance”, a menudo consideran a Michael Jordan casi invencible: conquistador de villanos (Isiah Thomas, los Bad Boys) y una celebridad mundial del baloncesto que incluso incitó a Larry Bird a decir que era realmente “Dios disfrazado de Michael Jordan”.

El sexto episodio, que se emitió el domingo, examinó las formas en que la competitividad se manifestaba fuera de la cancha.

¿No cree que a Jordan le gustaban los juegos de azar? ¿Quiere apostar?

Las historias de los juegos de azar están tan entrelazadas con la carrera de Jordan como las de sus seis campeonatos de la NBA, y lo vinculan por siempre con las apuestas de golf de alto riesgo, las noches en Atlantic City y alimentan una teoría de la conspiración - que es sólo eso, una teoría de la conspiración - en donde pareciera que la NBA empujó a Jordan a su primer retiro, en 1993, luego de investigaciones de la liga sobre el dinero que debía para cubrir las pérdidas de juego.

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Jordan, en el documental, dice que su adicción era a la competencia, no a las apuestas, pero los episodios anteriores en “The Last Dance” ya han mostrado cómo se mezclaron. Después de una victoria en el Super Bowl de los Broncos de Denver, Jordan, en un avión del equipo, se ve pidiéndole a sus compañeros que paguen. Y justo después de ingresar a la NBA, Scottie Pippen recordó que Jordan le compró un nuevo juego de palos de golf, un regalo disfrazado como un medio para que Jordan le ganara dinero a Pippen en el campo.

Pero el episodio del domingo profundiza en las apuestas de Jordan. Aquí hay una introducción a esa historia:

¿Dónde empezamos?

La competitividad salvaje de Jordan estaba bien establecida al principio de su carrera, pero las hazañas de sus apuestas alcanzaron un nivel más público en 1991 cuando pasó un descanso de dos días entre los juegos de playoffs contra Filadelfia en Atlantic City, NJ, apostando toda la noche junto a Mark Vancil, un periodista del Chicago Sun-Times. Vancil relató que los dos entraron al hotel de los Bulls en Filadelfia alrededor de las 6:30 a.m., justo cuando el entrenador Phil Jackson estaba saliendo.

Ese año, los funcionarios del IRS que investigaban a James “Slim” Bouler, un traficante condenado por cargos de narcotráfico y lavado de dinero descubrieron un cheque de $57,000 de Jordan. Al principio, Jordan y Bouler dijeron que el dinero era un préstamo para un campo de prácticas que Bouler planeaba construir, pero en 1992 Jordan testificó en un tribunal federal que el dinero cubría las pérdidas por apuestas de un fin de semana en Carolina del Sur. También en 1992, una investigación en Carolina del Norte sobre el asesinato de un agente de fianzas llamado Eddie Dow encontró un maletín que contenía tres cheques de Jordan por un total de $108,000. El abogado y el hermano de Dow revelaron que los cheques eran por deudas de juego, informó el Times.

“Las únicas personas que dicen que Michael Jordan está teniendo problemas con las apuestas son aquellas que no conocen a Michael”, dijo Bouler al Washington Post en 1993, y agregó que le prestó dinero a Jordan para jugar cartas para recibir un porcentaje de las ganancias del jugador estelar. “A algunos individuos les encanta comer, a otros pescar, a otros más les gusta cazar, a algunos les gusta beber cerveza y a otros apostar. A Michael Jordan le encanta hacer eso”.

¿Qué pasó en 1993?

Ese mayo, el New York Times informó que Jordan había sido visto en un casino de Atlantic City a las 2:30 a.m. en vísperas de un juego de la Conferencia Este contra Nueva York. Jordan reconoció haber ido a Atlantic City con su padre, pero dijo que estaba en la cama a la 1 a.m.

Menos de un mes después, Richard Esquinas, un jugador en rehabilitación, como se describe a sí mismo, publicó un libro “Michael and Me: Our Gambling Addiction... My Cry For Help!”, en donde afirmaba que Jordan le debía $1,25 millones en apuestas en partidos de golf que jugaron cerca de San Diego. El guardia de los Bulls recuperó algo de dinero durante partidos jugados meses después para reducir su deuda a $902,000, reveló Esquinas al Times en 1993. Después de tener dificultades para cobrarle a Jordan, Esquinas relató que redujo aún más la cantidad a $300,000, la cual Jordan acordó pagar.

“Exageró, hasta cierto punto, y he llegado a mi propia conclusión de por qué lo hizo”, dijo Jordan a Ahmad Rashad antes de las Finales de la NBA de 1993. “...Vende libros”.

El reclamo de Esquinas provocó una segunda investigación de la NBA dirigida por Frederick Lacey, un exjuez federal. Antes de concluir, Jordan, de 30 años, se retiró el 3 de octubre de 1993, diciendo en parte que había perdido el espíritu competitivo.

“Cinco años más adelante, si el deseo está ahí, si los Bulls me quieren de regreso, si David Stern me deja regresar, tal vez vuelva”, manifestó Jordan. Lo dicho sobre el comisionado de la NBA continúa alimentando la creencia de que el regreso de Jordan a la NBA estaba condicionado a limpiar su reputación como apostador. Ninguna evidencia ha probado alguna vez tal teoría.

Dos días después del anuncio de Jordan, Stern dijo que la investigación completa de Lacey concluyó que “no hay absolutamente ninguna evidencia de que Jordan violó las reglas de la liga” y agregó que no había conexión entre esa investigación y el retiro de la estrella.

¿Alguna buena historia sobre las apuestas de alto riesgo de Jordan?

Varias. El deseo de Jordan de ganar sorprendió incluso a otros atletas profesionales. El exestrella de los Blackhawks de Chicago, Jeremy Roenick, dijo en un programa de radio que en 1992 jugaron 36 hoyos de golf el día de un juego de los Bulls y que Roenick le había ganado unos miles de dólares a Jordan.

“Mira, hemos estado bebiendo toda la tarde y se va de Sunset Ridge a la arena para jugar un partido. Estoy sorprendido. Pensando… voy a llamar a mi corredor de apuestas. Todo el dinero que acabo de ganar lo voy a apostar por Cleveland”.

“Él dice: ‘Escucha. Te apuesto a que ganaremos por 20 puntos y anoto más de 40 [puntos]’. Respondo, ‘Hecho’. El hijo de… sale y anota 52 y ellos ganan por 26 puntos o algo así”.

Jordan nunca anotó 52 puntos en un juego durante el año 1992, pero sí 44 en una victoria de 24 puntos contra Cleveland el 28 de marzo.

En 2017, Charles Barkley describió los diferentes niveles de apuestas en las que jugaba Jordan.

“Estabamos jugando golf con ciertas personas, y apostábamos un par de cientos de dólares por hoyo, lo suficiente en una apuesta, y él jugaba con un tipo por unos $100,000”, reveló Barkley en “The Dan Patrick Show”. “Y me dice: ‘Charles, recoge eso’. Yo respondo. ‘Este golpe es por $200’. Él dice: ‘Recoge eso, Charles. Sal de mi camino, estás en mi línea’. Le digo: ‘Bueno, ¿por cuánto es ese golpe?’. Y responde: ‘$300.000’. Dije: ‘Déjame salir de tu línea’. Era una locura, estaban jugando por cientos de miles de dólares”.

¿Qué ha dicho Jordan sobre su historial de apuestas?

“Jordan no niega nada e insiste en su derecho a asociarse y apostar con cualquiera que elija”, escribió Mark Heisler del Times en 1992, luego de que los vínculos con Bouler y Dow se hicieran públicos. “El error, en primer lugar, fue que se hizo público”, dijo. “Me encanta apostar. Esa es una parte de la actitud competitiva de todos”.

Cuando se le preguntó sobre esta afición en “The Last Dance”, casi tres décadas después, Jordan reiteró que “no hizo nada malo”.

“Nunca apuesto a los partidos”, dijo Jordan. “Sólo apostaba por mí mismo, y eso era en el golf. ¿Me gusta jugar al ‘blackjack’? Sí... La liga me llamó y me hizo preguntas al respecto. Y se los dije”.

Cuando se le preguntó si tenía un problema con el juego: “No, porque podía dejar de apostar. Tengo un problema de competencia, un problema de competencia”.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí.

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