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Columna: Se acaban las posibilidades de los Lakers de repetir como campeones de la NBA

Lakers forward Anthony Davis grabs a rebound away from Denver Nuggets forward Aaron Gordon.
(Mark J. Terrill / Associated Press)

Independientemente de lo que pueda decir LeBron James, las posibilidades de que los Lakers repitan como campeones de la NBA se acabaron

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Qué anticlimático.

En lugar de enfrentarse al mundo, LeBron James y Anthony Davis se dirigirán suavemente hacia esa buena noche.

En lugar de desafiar los pronósticos, los Lakers pasarán las próximas semanas preguntándose cómo fueron relegados de favoritos a no contendientes.

Una postemporada que marcó el mayor desafío de la carrera de James se está convirtiendo en un momento de resignación para el mejor jugador de su generación y, para la franquicia que lo emplea.

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Los Lakers están fritos.

La victoria por 93-89 sobre los Nuggets de Denver en el Staples Center ofreció un respiro a las frustraciones que afloraron la noche anterior, pero no cambió su panorama. Su situación sigue siendo la misma.

Los Lakers están en una carrera contra el tiempo en múltiples frentes, trabajando para curar a sus jugadores lesionados mientras tratan de establecer una apariencia de cohesión en un equipo que, a menudo, ha parecido desunido en ambos extremos de la cancha.

Algo tiene que ceder, y el lunes ese algo fue James, que se perdió la segunda victoria de su equipo en ocho partidos después de reportar continuas molestias en su esguince de tobillo derecho.

“No importa al final del día si no estoy al 100% o cerca del 100%”, dijo James después de una derrota ante los Raptors de Toronto, que están en la lotería, el domingo.

Dennis Schroder también estaba fuera, y podría permanecer en los protocolos de salud y seguridad de la liga para el resto de la temporada regular. Así que, mientras los Lakers buscaban recuperarse de un tramo de siete partidos en el que perdieron seis veces, jugaron sin sus dos principales artífices del juego.

En este momento, lo importante no es cuántos partidos más de la temporada regular ganen o si evitan el torneo de clasificación. Lo principal es que forjen una identidad, pero ¿podrán hacerlo sin James y con Schroder dirigiendo su ofensiva?

La errónea expectativa de cómo los regresos de James y Davis resolverían mágicamente los problemas del equipo surgió de sus actuaciones el año pasado en la temporada de campeonato.

Lakers forward Kyle Kuzma shoots as Denver Nuggets forward Michael Porter Jr. defends and guard Alex Caruso watches.
Lakers forward Kyle Kuzma, center, shoots as Denver Nuggets forward Michael Porter Jr., right, defends and guard Alex Caruso watches during the first half on Monday at Staples Center.
(Mark J. Terrill / Associated Press)

El liderazgo de James hizo que los Lakers fueran inmunes a los efectos negativos de la burbuja de la NBA que dañó la psique de sus rivales. La presencia de un segundo gran jugador, como Davis, aseguraba que su talento abrumara a los demás.

Su camino hacia el campeonato parecía no tener ningún obstáculo, ya que ganaron sus tres primeras series en cinco partidos cada una y Las Finales sobre el Heat de Miami en seis.

Pero si el año pasado demostró los beneficios de una plantilla que incluye a James y Davis, esta temporada ha puesto de manifiesto los peligros de construir un equipo en torno a estas dos superestrellas en particular, una de ellas de 36 años y la otra conocida por su fragilidad.

En sus tres temporadas con los Lakers, James ha sufrido dos lesiones importantes.

Evidentemente, ni siquiera superhombres como James y Davis pueden salir de una conversación con el entrenador y jugar como estrellas de inmediato.

Lo que complica la situación es que James y Davis no volvieron al mismo equipo que dejaron. Mientras estaban de baja, el equipo obtuvo a Andre Drummond y Ben McLemore. Así las cosas, los jugadores entraban y salían de la rotación. Ahora, el entrenador Frank Vogel tiene que resolver quién juega cuánto mientras reintegra a James y Davis al equipo.

Los resultados recientes han provocado preguntas sobre los roles, con Kyle Kuzma deseando abiertamente que Vogel juegue más con Marc Gasol. El papel de Gasol se redujo a raíz de la adquisición de Drummond.

Contra los Nuggets, los problemas de faltas intervinieron. Con Drummond acumulando sus cuatro faltas en la mitad inicial, Vogel recurrió a Gasol, que respondió con 10 puntos y siete rebotes en 17 minutos.

Davis recuperó parte de su ritmo antes de la lesión, anotando 25 puntos, incluyendo una canasta crítica con 41.8 segundos restantes en el juego.

Y después de conceder una media de 113.3 puntos en sus últimos siete partidos, los Lakers frenaron a una ofensiva de los Nuggets que llegó al Staples Center con una media de 115.5 puntos por partido.

Normalmente, este tipo de ensayo y error es para lo que sirve la pretemporada, para determinar cómo se deben unir las piezas del rompecabezas. En este caso, el proceso tendrá lugar en la recta final de la temporada regular y, muy probablemente, en los playoffs.

Los Lakers no podrán darse el lujo de ser un cabeza de serie como el año pasado. No podrán trabajar en forma contra un equipo que apenas se coló en la postemporada. De hecho, podrían encontrarse en el torneo de repesca, lo que les costaría un tiempo de práctica ya escaso en este calendario tan cargado.

Y como dijo James sin rodeos, nada de eso importará si no está sano. Vogel insistió en que su condición no había empeorado, pero su ausencia el lunes por la noche fue una prueba de que no estaba totalmente recuperado después de perderse 20 partidos.

A James y a los Lakers se les acaba el tiempo. Quedan menos de dos semanas de temporada regular.

Para leer esta nota en inglés haga clic aquí

Five takeaways from the Lakers’ 121-114 loss to the Toronto Raptors on Sunday at Staples Center, including LeBron James’ health and their confidence level.

May. 3, 2021

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