Magic Johnson: El joven Kobe Bryant demostró su madurez durante los momentos difíciles

Pésimo tiro ...

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Pésimo tiro...

Tal vez, cree Magic Johnson, ese fue el momento de la verdad para Kobe Bryant, un momento decisivo de fracaso épico para el novato de los Lakers que lo empujó en su camino hacia la grandeza.

Los Lakers jugaban contra los Jazz de Utah en las semifinales de la Conferencia Oeste de 1997 cuando Bryant, de 18 años, tuvo los nervios de lanzar esos cuatro balones al aire (que no encestaron ni tocaron el aro), cuando el partido y la temporada de Los Ángeles pendían de un hilo.

Bryant no tuvo miedo esa noche, y demostró ser un competidor intrépido durante sus 20 temporadas con los Lakers.

Y por haber estado en su máximo nivel tantas veces, Bryant ha llegado a la cima de su profesión: el ingreso en el Salón de la Fama del Baloncesto Naismith Memorial el sábado.

“Incluso después del primer año, cuando hizo el tiro y fue un airball contra Utah, y lo que dijo después, como, ‘La próxima vez voy a lograrlo’. Tenía una confianza en su capacidad que yo no había visto en un chico tan joven”, dijo Johnson. “Demostró que tenía razón y que todo el mundo estaba equivocado, porque todos dudaban de él en ese momento. ¿Quién es este joven que dice que va a lograrlo?”.

Johnson, un ícono de los Lakers y de la NBA que también es miembro del Salón de la Fama, se rio de sus pensamiento antes de seguir alabando a Bryant.

“Luego le vimos crecer en ese segundo año. Lo notabas porque se esforzaba, así que desde el principio pensé que podría estar en el Salón de la Fama. ... Tenía una mentalidad de la vieja escuela y un juego de la nueva escuela. Tenía una combinación, y eso no se ve demasiado. Sin importar las circunstancias, duras, difíciles, la mayoría de la gente se habría rendido en muchas situaciones. Kobe no”.

La relación de amor entre Bryant y los aficionados de los Lakers en Los Ángeles, en el sur de California y en todo el mundo era un vínculo inquebrantable.

Los aficionados se apasionaban por Bryant y su devoción por el juego.

El exguardia de los Lakers, Magic Johnson, a la izquierda, elogia a Kobe Bryant durante la ceremonia para retirar sus dos camisetas el 18 de diciembre de 2017.

(Wally Skalij / Los Angeles Times)

Hubo tantos momentos en los partidos para enmarcar su carrera, una carrera que dejó a Bryant como el cuarto máximo anotador de la historia de la liga con 33.643 puntos, cinco veces campeón de la NBA y dos veces MVP de las Finales de la NBA. También fue 15 veces All-NBA, 18 veces All-Star, cuatro veces jugador más valioso en el partido de las estrellas y el MVP de la liga 2007-08.

“Era un momento tras otro en el que Kobe decía: ‘No se me va a negar’”, dijo Johnson. “Por lo tanto, se trataba de rendir al más alto nivel para los fans de los Lakers y luego empujaba a todo el mundo - compañeros de equipo, la propiedad, la administración, a todo el mundo - para ser grande”, manifestó Johnson. “Decía: ‘Voy a cuidar de mí. Voy a hacer lo que tengo que hacer. Ahora, ¿qué pasa con ustedes? ¿Qué pasa con todos los demás? ¿Van a hacer lo que se supone que tienen que hacer?’ Por eso él presionaba a Shaq [Shaquille O’Neal], ‘Hey, estamos tratando de ganar campeonatos’. Todo en él, era siempre sobre ganar y estar preparado para ganar. Yo creo que los aficionados de los Lakers le adoraban por eso”.

“Se trataba de, ‘¿Cómo podemos ganar este campeonato?’ Y, ‘Voy a empujar a todo el mundo a ser grande y a que estén a mi nivel’. Podía hacer algunas cosas que solo unos pocos podían lograr. Cuando digo unas pocas personas, me refiero a las que he visto. Se trata de Michael [Jordan] y Larry Bird, que te decían lo que iba a hacer y no podías hacer nada. Por eso le queríamos, porque era ese tipo de persona. Y, ya sabes, ganó a los Celtics [en 2010]. Eso también tiene que ver con él”.

Bryant dejó a muchos asombrados, como la noche en la que anotó 81 puntos contra los Raptors de Toronto, la segunda mayor cifra de un solo partido en la historia de la NBA, o la noche de su último partido como Laker, cuando anotó 60 puntos contra los Jazz.

“Kobe era la mayor celebridad de esta ciudad, y era capaz de atraer a las celebridades”, dijo Johnson. “Muy pocos jugadores pueden venir y ganarse a una ciudad como Los Ángeles. Muy pocos. Él era uno de ellos. Era más grande que el baloncesto. Era su ciudad y actuaba cada noche. Sabías que cada vez que jugaba ibas a ver algo que nunca habías visto hacer a nadie más”.

Johnson hizo una pausa de unos segundos y se quedó callado mientras acomodaba sus pensamientos, finalmente dijo lo mucho que echa de menos a Bryant y que desearía que estuviera vivo para que hubiera dado su discurso el sábado, cuando fue consagrado junto a Tim Duncan, Kevin Garnett, la estrella de la WNBA Tamika Catchings y otras cinco personas.

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