Análisis: Con Tata Martino, el Tri se encamina a llegar a lo mismo en Qatar 2022 o a algo peor
El espectáculo, mejor dicho, ridículo, que la selección mexicana presentó en su juego en Glendale, Arizona, el miércoles por la noche ante Uruguay fue un reflejo fiel del pobre nivel actual del futbol azteca. La mañana después de la goleada de 3-0 en el partido amistoso, la prensa mexicana se preguntaba, ¿debe de continuar Tata Martino como entrenador? Es una pregunta difícil de responder sin analizar más a fondo, pero la respuesta es clara y triste: no importa, pues México no llegará al quinto partido con o sin Martino.
A poco más de cinco meses del Mundial de Qatar donde enfrentará a Polonia, Argentina y Arabia Saudita, el Tri de Martino ha demostrado ser inferior en recientes partidos frente a frente a Estados Unidos y tampoco le pudo ganar a Canadá, los rivales más competitivos en Concacaf. Eso debería ser preocupante por si mismo.
Pero si de confirmar el mal momento se trata, México ha sido desnudado ante rivales de Conmebol de un alto nivel, como Argentina y Uruguay, y la imagen real del Tri es muy pobre. La Celeste, un representativo que clasificó como tercero en Conmebol detrás de las potencias Argentina y Brasil, pasó por encima jugando a medio gas ante un Tricolor que no solamente no genera muchas llegadas de gol, sino que también tiene errores infantiles en la defensa, especialmente a balón parado (ver derrotas ante Estados Unidos). Contra equipos de Conmebol, el conjunto de Martino ha recibido 12 goles y solamente ha anotado cuatro.
“Falta atención en la pelota parada, pero con algunas rivales carencias no se notan tanto. Debemos seguir intentando”, dijo Martino, que se ha convertido en un experto en declarar lo obvio en el futbol mexicano.
Lo más preocupante es que el Tri no mostró personalidad al verse superado por 3-0 ante Uruguay y el liderazgo en esta selección está ausente pues el mejor momento de sus hombres claves ya ha pasado. Sus capitanes no pasan por una actualidad futbolística buena: Guardado no da para disputar 90 minutos y Héctor Herrera, el jugador más talentoso en el mediocampo en los últimos dos mundiales, estaba calentando banca con el Atlético de Madrid y prefirió venir al Dynamo de Houston de la MLS. Todo indica que Guillermo Ochoa, en su tercer mundial consecutivo como titular, será el capitán que le dará ese liderazgo al Tri una vez más. Tristemente, México nuevamente dependerá de sus atajadas, tal como en las últimas dos Copas del Mundo.
Mientras Argentina no ha perdido en tres años y México es atropellado por una selección de menos calidad que la albiceleste, todo indica que el Tri se jugará la clasificación a la segunda ronda del Mundial en su primer partido ante Polonia. La selección liderada por Robert Lewandowski le ganó en su última presentación en la Liga de Naciones de UEFA a Gales por 2-1 y dejó fuera del Mundial a Suecia. Sin embargo, hombre por hombre, el Tri mexicano no es menor que Polonia, pero su nivel de juego y falta de confianza sí parece serlo a cinco meses de la Copa del Mundo.
Argentina, a menos de que pase algo muy anormal, ganará tranquilamente su grupo y México francamente no se ve cómo pueda hacer una hombrada en Qatar 2022 tal como lo hizo hace cuatro años ante Alemania, por lo que el segundo lugar es la opción más cercana.
La base del problema actual de México es que muy pocos de sus futbolistas pasan por un buen nivel y el entrenador argentino no es un mago que pueda hacer que los futbolistas mexicanos jueguen de una forma en la que tampoco lo hacen en sus clubes. Pero el verdadero pecado de Martino es que no ha logrado que sus jugadores puedan dar ese extra y eso se logra por medio de la motivación y ese arte de la comunicación con sus seleccionados, tal como los demostró Miguel Herrera o Javier Aguirre en su momento. Martino se ve muy lejos de tener esa química, incluso, la selección se veía que tenía mejor conexión con el colombiano Juan Carlos Osorio hace cuatro años.
Históricamente, México ha tenido buenos resultados cuando se trata de reemplazar a entrenadores de último momento antes del Mundial, como cuando Herrera tomó las riendas del Tri con seis meses de anticipación en Brasil 2014 o cuando Aguirre rescató a la selección azteca en aquella eliminatoria rumbo a Sudáfrica 2010.
Desafortunadamente para los mexicanos, este Mundial de Qatar 2022 es muy diferente. Solamente resta cinco meses para la Copa del Mundo, dos Fecha FIFA y Martino tendrá a sus jugadores con solo días de anticipación antes de debutar en Doha ante Polonia. Bajo estas condiciones, es muy complicado que el Tri pueda sacar la casta como en otras oportunidades y eso podría resultar en una vergonzosa participación en Qatar 2022.
Para que México logre avanzar a los cuartos de final, algo que no ha podido lograr en sus últimos siete mundiales, debe de pasar algo más que un milagro. Para evitar a Francia, el Tri tendría que pasar en el grupo por encima de Argentina, una de las principales selecciones para coronarse en Qatar. Ni el más optimista de los aficionados mexicanos debe pensar que eso va a suceder al ver a su selección ante Uruguay. Lo máximo que podría aspirar México es un segundo puesto, para luego enfrentar a Francia, que es amplia favorita para ganar su grupo.
Aunque usted no lo crea, ese es el pronóstico optimista de lo que sucedería en el Mundial.
El pesimista, podría fácilmente ser una participación en el que el Tri queda eliminado en los primeros dos partidos.
Lejos de pensar si Martino debe continuar o no, una pregunta mejor es: ¿Se ha aprendido algo nuevo realmente al traer a un entrenador de la calidad de Martino? No creo. No dudo de la capacidad del Tata pero cada vez es más claro que el entrenador argentino no es el idóneo para México. No quiere decir que no sea bueno, solamente que no es el indicado para exprimir el mejor potencial de los jugadores mexicanos. Y si el trabajo del Tri es ganarle a Surinam y Jamaica en competencias regionales o superar a Nigeria en partidos amistosos en Estados Unidos, ese trabajo lo puede hacer cualquier entrenador en el futbol mexicano y con menos capacidad que Martino.
Esa es la triste realidad que han trazado para el Tri sus mismos directivos, que en cada ciclo mundialista parecen hacer lo mismo, pero soñando con diferentes resultados.
Los gritos homofóbicos proferidos desde varios sectores de los hinchas del Paris Saint-Germain contra los jugadores del Olympique de Marsella empañan una vez más el clásico del fútbol francés, lo cual provocó un clamor generalizado de aplicar sanciones.
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